Yin-yang de Podemos en los Presupuestos: sintonía en Economía, conflicto en Vivienda

VALÈNCIA. Hace apenas una semana tuvo lugar la última reunión de la comisión de seguimiento del Pacto del Botánico. Una convocatoria pensada para que PSPV, Compromís y Podemos acordaran cuáles serían las leyes prioritarias de cara al final de la legislatura y avanzaran en las negociaciones de los Presupuestos de la Generalitat de 2019. La armonía imperó en el encuentro -o al menos eso trascendió-. Tanto es así que, tras la cita, socialistas, valencianistas, e incluso morados se mostraron favorables a replicar el acuerdo sobre las cuentas al que ha llegado el Ejecutivo de Pedro Sánchez con la formación de Pablo Iglesias. 

En definitiva, pactar el diseño de los presupuestos entre en el tridente de socios antes de que el anteproyecto de ley llegue a Les Corts. El objetivo es que los tres partidos estén conformes con las últimas cuentas de esta legislatura para que ninguno presente enmiendas. 

No obstante, todavía sobrevuela la incógnita de si el pacto recibirá finalmente luz verde o no. La formación que dirige Antonio Estañ ha convertido el área de Vivienda en una de sus prioridades de cara al final de la legislatura. Sin embargo las reuniones de las últimas semanas entre los morados y la conselleria de María José Salvador no terminan de dar sus frutos; en parte, reconocen fuentes del partido, por la diferente metodología utilizada respecto a otros departamentos del Consell. 

Esto es, la exigencia remitida a través de la prensa de 40 millones para el próximo año antes de plantearlo en una negociación, molestó especialmente en el departamento ubicado en la Ciudad Administrativa del 9 d'Octubre, ya que en otras áreas del Gobierno no han concretado las cuantías. Tampoco parece que se haya cerrado el compromiso en Medio Ambiente de incrementar el presupuesto hasta el 2%. 

A pesar de todo y de que las reuniones continuarán hasta el último minuto, la predisposición del grupo que lidera Estañ para llegar a un acuerdo es alta por el balance positivo que han obtenido en otras áreas. El grueso de las propuestas realizadas a la Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent han pasado el examen -también porque las partidas eran menores que en Vivienda- y, según afirman fuentes de la formación, sin que se haya tratado de reducir las cuantías solicitadas. 

Antes de poner sus reivindicaciones sobre la mesa con la dirección general de este departamento, se fueron realizando reuniones con técnicos y asesores para profundizar sobre cada una de las medidas que creían que debían llevarse a cabo, con la idea de que en el momento en el que se iniciaran las negociaciones con los altos cargos, sus equipos ya tuvieran un conocimiento previo de todas las cuestiones que se iban a tratar. 

Existe el compromiso, aseguran, de que las tres demandas aceptadas -dos de ellas son proyectos piloto- sean líneas rojas para la Conselleria de Hacienda de Vicent Soler, que al final es la que debe ajustar el presupuesto en la  llamada 'segunda vuelta'. Estos son los compromisos adquiridos que en Podem calculan ya como un logro: 

-Mapeado del Sistema Productivo Local (SPL).  Para este proyecto experimental se han aceptado 300.000 euros. Pensado para ayudar a las pequeñas empresas de la Comunitat -industria, turismo, agraria...-, esta iniciativa tiene el objetivo de tener ubicados los distritos empresariales existentes a lo largo del territorio valenciano: a qué se dedican, qué economía generan o cómo toman las decisiones. A partir de ese "mapa", actuar sobre los puntos de encuentro que comparten esos pequeños empresarios, trabajadores y profesionales. Una iniciativa que completa el Plan Estratégico de Industria Valenciana ya en marcha. 

"La mayoría de empresas de la Comunitat son pequeñas y no poseen ninguna asociación empresarial cerrada, pero sí que muchas tienen una suerte de lugar de encuentro, por ejemplo el bar del pueblo los domingos, y la que la gente intercambia información. Habla del trabajo, su situación, si exportan o no... La idea es ubicar esos puntos de encuentro en un mapa y actuar a partir de esas zonas para ayudarlos", explican a Valencia Plaza. 

-Comunidades transnacionales. Este proyecto surge a raíz de las conclusiones de un informe -pendiente de publicarse- encargado por el SERVEF que dirige Enric Nomdedéu y en el que participó también la Agencia Valenciana de Turismo de Francesc Colomer, además del Ivace Internacional. Por lo que parte de la colaboración entre departamentos de Compromís y del PSPV. 

En el estudio se realizaron más de 300 encuestas y 65 entrevistas y de él se desprenden varias conclusiones: por una parte, lo que más consumen los residentes extranjeros en la Comunitat Valenciana son alimentos autóctonos, seguido de productos o servicios culturales de manera ocasional -si bien destacan estar dispuestos a pagar más por ella-. A la cola se encuentran las manufacturas valencianas y los productos tecnológicos, elementos que les interesan menos. También se aprecia que estos extranjeros viajan a su país de origen entre dos y cuatro veces al año y reciben familiares o amigos la misma cantidad de ocasiones. 

Así, el proyecto planteado por Podemos y dotado con aproximadamente 600.000 euros se sustenta en estas dos conclusiones. El objetivo principal sería conseguir que los residentes extranjeros en la Comunitat -bien por estudios o trabajo- se conviertan, de alguna manera, en embajadores de la autonomía tanto con otros foráneos residentes en territorio valenciano como en su país natal cuando vayan a visitarlo. 

La voluntad, por lo tanto, es crear grupos temáticos de acción por sectores económicos que se encargasen de, por ejemplo, organizarles visitas para que vean explotaciones agrarias e industrias valencianas, o hacerles partícipes de la vida cultural del territorio. En definitiva, tratar de integrarlos al máximo en la sociedad valenciana para que recomienden la Comunitat como ya se hace en otras regiones de Londres, París y Copenhague. 

-También la Conselleria de Economía ha aceptado incrementar el presupuesto de los institutos tecnológicos. Si bien la partida consignada el año pasado fue tan solo de un millón de euros, la formación morada acudió este año a la negociación con el objetivo de que ésta se viera incrementada hasta los 5 millones. Entre reunión y reunión, el departamento de Climent terminó plasmando 10 millones de euros para el próximo ejercicio. 

Ahora bien, aunque el aumento respecto al año anterior sea considerable, los morados señalan que el principal problema de los institutos tecnológicos no es el presupuesto, sino los proyectos que en ellos se pongan en marcha. "Hicimos una propuesta que se basaba en el acompañamiento a la pequeña empresa. Las pymes, por su reducida capacidad y medios, en muchos casos tienen problemas para acceder a ayudas europeas, subvenciones del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) u otras ayudas procedentes de la administración que conllevan muchos trámites. La mayoría no cuentan con un departamento de I+D y tienen dificultad para acceder a los institutos tecnológicos. Por lo que sería bueno que se creara la figura de los técnicos de acompañamiento", explican. 

Una figura que ya se utiliza en comunidades autónomas como el País Vasco para evitar, en definitiva, que las pequeñas empresas queden aisladas de la oferta por este handicap. 

Aunque la propuesta no tendrá una partida específica en las cuentas, sí estará incluida en el presupuesto de los institutos tecnológicos. En Podemos, no obstante, cuestionan si esos fondos irán realmente destinados a que las pymes accedan a los institutos, ya que sería un "reto técnico complicado".