VALÈNCIA (EFE). La aplicación de las Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad de València es una medida en la que la mayoría de candidatos a la alcaldía, consultados por EFE, defienden que se implante con participación y consenso, aunque Vox la rechaza y el PP alerta del retraso del Gobierno local en aplicarla.
El alcalde de València y candidato a la reelección por Compromís, Joan Ribó, asegura que se aplicará "de manera participada" con los vecinos y que ya se ha iniciado el proceso de participación ciudadana para propiciar acuerdos tanto sobre las zonas como sobre el procedimiento de implantación.
"Tendremos en cuenta a aquellos sectores de la población con dificultades económicas para cambiar de vehículo; cumpliremos con la ley, pero no queremos que suponga un problema para las personas", asegura Ribó.
En la misma línea, la vicealcaldesa y candidata socialista a la alcaldía, Sandra Gómez, afirma que hay que desarrollar esta medida impulsada por la Unión Europea, pero considera que la vía es "generando consensos, informando al conjunto de la ciudadanía y garantizando que es una transición ecológica justa para que la gente con menos recursos no se vea perjudicada."
La candidata del PP a la alcaldía, María José Catalá, recuerda que, según la ley de Cambio climático, la Zona de bajas emisiones debería estar operativa en 2023, por lo que califica de "sorprendente" que Compromís y PSPV, "que enarbolan la bandera de la sostenibilidad, no haya presentado ya su plan", lo que atribuye al "miedo electoral".
Catalá señala que su plan de movilidad tendrá una planificación consensuada con vecinos y comerciantes y velará para que no perjudique a las familias trabajadoras, porque no se puede "castigar a quienes más dificultades tienen con limitaciones de movilidad y más impuestos, y obligándoles a comprar un coche más caro", y apoya que haya parámetros comunes para las grandes ciudades.
El candidato de Ciudadanos a la alcaldía, Fernando Giner, opina que lo primero es buscar "sentido común y consenso", porque no se pueden implantar este tipo de medidas sin contar con la opinión de vecinos, sin acuerdo de todos los actores implicados y sin un estudio "serio" de necesidades, para mejorar la calidad de vida de la ciudad y no empeorarla.
"Debemos ser cautos con el sistema de restricciones basado en las pegatinas de contaminación de la Dirección General de Tráfico, porque corremos el riesgo de castigar precisamente a los usuarios con menos capacidad económica para cambiar a vehículos más modernos", advierte.
Finalmente, el candidato de Vox a la alcaldía de València, Juan Manuel Badenas, asegura que "no implantaría" estas Zonas de Bajas Emisiones: "Me parecen artificiales y una restricción al derecho a la libre circulación de personas en el territorio nacional, regulado en el artículo 19 de la Constitución", afirma.