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al otro lado de la colina / OPINIÓN

2018 ¿El despertar de la ensoñación?

En estas fechas toca hacer recapitulación, examen de conciencia que se diría antes, de lo ocurrido en los últimos 365 días 

29/12/2018 - 

En el orden internacional han ocurrido en este último año multitud de acontecimientos a nivel general y casi como resumen y como paradigma, hemos comprobado como cada vez son más los ciudadanos que van despertando (o reconvirtiéndose) de esa ensoñación en la que se ha convertido la Globalización, un sistema mundial en donde parece no haber fronteras porque los Estados se van diluyendo como diría Zygmunt Baumany todos progresan y viven en libertad, y nada más lejos de la realidad.

Y claro está, es tal la cantidad de conversos que a pesar de los datos de la economía real, los mercados (estamento nobiliario-privilegiado de la actual época) tienen serias dudas del futuro. Como escribió aquí mismo en Valencia Plaza esta misma semana Lorenzo Serratosa, en el 2018 “el 93% de los activos han sufrido pérdidas, algo nunca visto, y a este diciembre en el peor mes de diciembre desde 1930 para las bolsas. Casi nada. En este año hemos aprendido que la política puede más que los beneficios empresariales en el sentimiento de los inversores”. Porque esos ciudadanos desengañados de las promesas de la Globalización, son los que hacen la Política, al menos en los países desarrollados y democráticos, y no están muy de acuerdo con la llamada, en términos económicos, curva del elefante (del economista del Banco Mundial Branko Milanovic) en donde los mayores incrementos de riqueza/renta se han producido en los habitantes de los países en desarrollo (China principalmente) y en las élites del mundo globalizado, mientras las clases medias del mundo libre han tenido un incremento mucho menor de sus rentas, llegándose a hablar del empobrecimiento de la clase media que ya hace muchos años se barruntaba, por ejemplo en el 2015 ya hablaba de ello el famoso catedrático de Sociología José lix Tezanos, actual Director del CIS, uno de los claros motivos del triunfo de Donald Trump, y del auge de los llamados populismos de derechas.

Pero si hablamos de primogenitura en oposición y combate contra la Globalización hay que reconocer que los llamados populismos de izquierda, neocomunistas, radicales y antisistema han sido los adalides y los primeros en avisar de lo que se venía encima. Porque es algo natural en la izquierda, lo tiene en su ADN, rebelarse contra las estructuras establecidas y el establishment, y al igual que hizo Carl Marx en su diagnóstico bastante acertado de las patologías del Capitalismo, pero equívoco en cuanto a sus soluciones o tratamientos para curarlas, pues finalmente derivó en el totalitarismo marxista-estalinista con sus subproductos Nazis y Fascistas, estos populismos mundiales de izquierda han derivado en el desastre de los movimientos Bolivarianos, como los de su héroe Hugo Chavez y Venezuela, del que ya ha abjurado hasta Pablo Iglesias.

Tras estos populismos escoradosa la sinistra (izquierda), que en lugar de suponer un peligro para el establishment globalizador, sirven incluso como tontos útiles, chivos expiatorios o enemigos del sistema a batir pero que lo fortalecían, vendrían los de derechas, que si que suponían un serio problema para el sistema de la Globalización dado que viene con unas recetas, que aunque viejas cómo es el aparente proteccionismo, parecen que dan resultado en algunos países, como los USA, donde la economía va como un tiro y en donde las midterm election (elecciones de mitad de mandato, que casi siempre han sido un contrapeso para el presidente existente) parecían que iban arrasar al presidente USA, y éste finalmente ha resistido muy bien y hasta ha retenido el Senado con mayoría Republicana. Por eso hemos podido ver, que contra los que querían romper el sistema y cambiar las reglas de juego, para “cambiar el miedo de bando”, los mass-media internacionales no se han movilizado nada, en cambio contra los que quieren fortalecer el sistema y hacerlo más imperecedero, otros dirán inflexible y recalcitrante, todos los mass-media se han movilizado, contra ese nuevo fantasma ultra al estilo del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, como nos recordaba Regina Laguna aquí en VP,con un oportuno recordatorio de uno de los últimos tweets del presidente USA: AMERICA IS RESPECTED AGAIN!.

Es por eso curioso el alineamiento de los bloques geopolíticos en estas últimas épocas, la China comunista de Xi Jinping es la gran defensora del libre comercio internacional, que sigue haciendo caja, vendiendo productos y comprando países..., perdón digo fuentes de materia primas; Europa que continua con sus crisis (no sabe como va a digerir el Brexit) alineándose casi casi con China por lo menos en lo económico (ya saben que Alemania le exporta mucho, pero mucho); los pobres africanos cada vez mas pobres (continúan creciendo de población con lo que tocan menos a repartir) y continúan huyendo hacia una Europa en viaje cada vez más peligroso y con un destino en el que hay parte de su población que piensa que no caben más; el mundo musulmán continúa su eterna lucha entre suníes y chiíes (para alivio israelita), Arabia Saudí contra Irán, pero sigue sin poder progresar, y si de aquella primavera Árabe se pasó al invierno Yihadista. Parece que vuelve a tocar el otoño de regímenes autócratas al estilo del General Al Sisi en Egipto, o de la estabilización de la Siria de Bashar Al-Assad; por su parte Rusia sigue buscando el ampliar su espacio vital o lebensraum y tras su enésima victoria electoral, Vladimir Putin sigue enseñando sus fuertes puños prestos para el combate, a pesar de que su cuerpo sea raquítico para tantas pretensiones (tiene un PIB entre Corea del Sur y España, aproximadamente).

Para finalizar el Tio Sam, el adalid actual de la antiglobalización, cuyo presidente ha ordenado la retirada de Siria, y vaya usted a saber de cuantos sitios más, y que afirma que ha dejado de ser, o por lo menos no quiere ser más la Policía del mundo, según acaba de manifestar/tuitear en su reciente visita a Irak, y aquí, es cuando el que suscribe se preocupa, porque si en esta gran aldea global (Marshall McLuhan dixit) no hay policía, mala cosa. Una ciudad, una sociedad sin orden, sin policía vive en la anarquía, en el caos; pero claro, si hay un nuevo policía en el barrio, llámese Rusia o China, mis augurios son casi peores. De todas formas seremos optimistas y como diría Arnold Toynbee tras el desafío viene la respuesta (challenge and response), y seguro que nuestras élites despertarán de esta ensoñación en la que bien viven, y en la que nos hacen sobrevivir como podemos a los demás.

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