CASTELLÓ. Lejos queda aquella época en la que en muchas poblaciones se veía en las calles a mujeres y hombres cosiendo y confeccionando espardenyes, las tradicionales alpargatas utilizadas por los agricultores para trabajar en el campo. Con la transformación de la sociedad este tipo de tareas han ido desapareciendo y son muy pocas las personas o talleres que se dedican a esta labor y este tipo de calzado se utiliza hoy, sobre todo, como complemento de la indumentaria tradicional folclórica. Por lo menos hasta el año 2011.
Fue entonces, en medio de aquella crisis económica cuando Juanvi Ferreres, Álex Adell y Natalia Sales, tres jóvenes amigos de la Salzadella, deciden iniciar una aventura empresarial y recuperar el trabajo de confeccionar las típicas alpargatas, pero “dándole una vuelta al diseño, haciéndolo más moderno”, explica Juanvi, quien señala que “el reto era elaborar una alpargata que pudiera estar en los escaparates de cualquier tienda de moda y que pudiese competir con el resto de zapatos”, señala.
Así nace La Juana, la marca de calzado cuyo nombre está formado por las iniciales del nombre de los tres socios, y que lleva intrínseca una filosofía de vínculo emocional al territorio. Los tres tenían claro que querían emprender en su pueblo, un municipio de l'Alt Maestrat, que en la actualidad tiene 700 habitantes y que es conocido, sobre todo, por sus cerezas. La materia prima la tenían. Juanvi es diseñador industrial, Álex, publicista, y Natalia, creativa. También se sentían atraídos por el mundo de la artesanía. Pero faltaba aprender a confeccionar. “No encontramos a ninguna persona en el pueblo que nos pudiera enseñar el trabajo, ya que hacía 70 u 80 años que no se practicaba, así que gracias a mujeres de pueblos de Els Ports y de les Useres, a las cuales estamos muy agradecidos, hemos aprendido este oficio y nos podemos considerar artesanos”, dice Juanvi Ferreres.
Todo el trabajo es manual y trabajan el esparto y los tejidos en su taller de la Salzadella, edificio que antes albergaba una bodega en la que los vecinos elaboraban el vino. Hacen los tres un poco de todo, aunque Juanvi se encarga más del diseño y de los patrones y cose las alpargatas a mano, y se apoya en Natalia, quien aplica el arte a los diseños, para completar la parte creativa. Álex, por su parte, lleva una parte de la comunicación en redes y de la venta online y también confecciona las telas con la máquina de coser.
Con los años han evolucionado y recuerdan que el primer año solo les compraron sus creaciones sus amigos, pero gracias al boca a boca y a las campañas de promoción han pasado a producir miles de pares de alpargatas con diseños modernos y actuales que han tenido muy buena aceptación entre el público. Sus creaciones llegan a toda España y también tienen compradores fieles en países como Francia, Italia, Holanda y a través de un canal online llegan también a Sudamérica, “hecho que nos permite desestacionalizar las ventas ya que nuestro producto se ciñe a primavera-verano”, dice Álex.
Ya tienen preparada la colección para esta temporada, la del décimo aniversario. Su título es 'Re'. Como el prefijo. “Es el re de repoblar, de renacer, de reutilizar”, dice Juanvi, “y con el queremos enviar un mensaje a la sociedad, dentro de nuestra modestia, para que reflexione, que piense sobre el concepto despoblación y sobre la vida en las zonas rurales, porque hemos perdido un poco la óptica de lo que éramos, al tiempo que se reivindica con la colección una manera de vivir, de disfrutar de las cosas sencillas, de trabajar, más fácil ahora con las nuevas tecnologías”, concluye. Una de las novedades es que algunos modelos de colección de este año utilizará en la confección papel reutilizable, reforzado, con el que queremos reforzar el mensaje de apostar por la sostenibilidad”.
La Juana ha sido capaz de poner en el mapa a Salzadella y dar vida al pueblo. Las ventas se realizan también en su tienda-taller. “En verano mucha gente de Cataluña, Madrid, Aragón, Galicia y otras zonas vienen al taller a comprar”, explica Álex, “con lo que se establece un vínculo directo con el comprador, al que le podemos personalizar también sus alpargatas a su gusto in situ, adquiriendo así un producto único”, señala. Muchas de las ventas se hacían directamente, pero con la pandemia se ha perdido ese contacto cara a cara, relata Álex, así que durante 2020 el equipo de La Juana ha mejorado su canal web de venta online y también se ha formado en márqueting.
La marca de calzado de Salzadella tiene tantas líneas de fiesta como líneas para llevar a diario, en total cuenta ya con unas 150 referencias en la que se utilizan tejidos que sean sostenibles y nunca se utilizan pieles. También se confecciona calzado personalizado para falleras, damas y reinas de las fiesta de la Magdalena o como complemento de los vestidos de novia, entre otros. Juanvi explica que “no esperábamos haber llegado hasta aquí, pero gracias a nuestra filosofía de no obligarnos y de buscar otros espacios donde recargamos las pilas lo hemos conseguido”, y entiende que “no importa la cantidad de alpargatas que confeccionamos, también buscamos que las personas valoren la artesanía, la cultura de la cual somos herederos, que en otras zonas como los países nórdicos está más valorada, y que el trabajo que estamos haciendo no solo es hacer alpargatas, sino otra manera de hacer pensar a la sociedad sobre la despoblación y la vida en los pueblos”.