Se trata de la primera empresa de iniciativa totalmente privada que se da de alta en la localidad del Maestrat -de apenas cien habitantes- desde hace más de una década.
CASTELLÓ. Una noche de agosto de 2019, en plena fiestas patronales de la Serratella, surgió la idea y de repente empezó a tomar forma el proyecto. El objetivo era diseñar una iniciativa que pudiera ser a la vez un atractivo turístico más junto al patrimonio natural que envuelve el término municipal de esta localidad del Maestrat de 100 habitantes. Rosendo Darás se decantó por crear una fábrica de cerveza artesanal, un sector que ha crecido de forma exponencial en los últimos diez años y que ha pasado a tener más de 500 firmas registradas con una producción que superaba los 45 millones de litros antes de la pandemia en el conjunto de España.
Como los emprendedores íberos, el primer pueblo productor de cerveza en la península ibérica, Rosendo se puso manos a la obra para conseguir la elaboración de cervezas “con personalidad, con alma, con calidad y con matices a aromas autóctonos”, dice. El confinamiento provocado por la pandemia de la Covid-19 ha retrasado la puesta en marcha de la empresa, pero “ha sido un tiempo que me ha venido muy bien para centrarme en poner en práctica los conocimientos adquiridos y empezar a probar a elaborar cerveza”, explica el gerente de Catas Alto Maestrat, quien señala que “han sido meses de ensayos, pruebas, momentos malos y buenos, de aprendizaje al lado de un maestro de la cerveza artesanal y que al final ha tenido su recompensa, porque hacer cerveza puede ser fácil, pero hacerla buena y con sabor no lo es tanto”, concluye.
El obrador ha ido tomando forma poco a poco y ha convertido a la Serratella en el municipio más pequeño de la Comunitat con una fábrica de cerveza artesanal. Los ensayos y pruebas han dado como fruto 47 tipos de cerveza diferentes, de las cuales, de momento, se empezarán a comercializar tres para las que Rosendo ha buscado nombres con gancho y con capacidad de sugestión. Concretamente, son Al querer, una blonde ale, Que te den, una speciality IPA, y A vivir, que se distribuirán bajo el nombre comercial de cerveza Serrabirra.
La próxima semana se pondrán a la venta los primeros 1.000 litros fabricados de las variedades Al querer y Que te den. La intención es llegar a tener depósitos y fermentadores para poder elaborar en breve 2.000 litros al mes. El tercer tipo de cerveza, A vivir, tendrá que esperar a ser comercializada porque bajo esa denominación “habrá una cerveza autóctona de la localidad con el agua de la Font de la Figuera, el lúpulo plantado en la Serratella y aromatizada con romero de la zona”, asegura Rosendo.
Pero el proyecto de Serrabirra no se limita a la fabricación de la cerveza, sino que el gerente de la firma explica que se organizarán catas en el obrador, pero con un aliciente añadido: el karaoke. Una idea, coherente, si se tiene en cuenta la experiencia y trayectoria musical de Rosendo al frente de diferentes grupos y orquestas de la provincia. Las catas de Serrabirra se convertirán “en toda una experiencia para los visitantes, ya que también visionarán un vídeo en el que se recoge el proceso de producción de la cerveza, visitarán el campo donde está plantado el lúpulo para conocer in situ el proceso del cultivo y podrán probar variedades nuevas elaboradas exclusivamente para las catas”, asegura. El planteamiento de las catas está tan consolidado, explica Rosendo “que si empezará a hacerlas esta semana ya tengo peticiones para organizar una experiencia semanal durante tres meses”.
Y es que el gerente de Catas Alto Maestrat recalca que con la activación de la empresa se quiere potenciar aspecto turístico de la población, “y ver si con el empuje de pequeñas iniciativas como esta y los atractivos naturales y patrimoniales que tiene la población, alguien se decide a tomar las riendas del hotel, que en la actualidad está cerrado, y podemos empezar a establecer sinergias”.
La semana pasada se embotellaron los primeros 1.000 litros, macerados y fermentados de forma natural, de esta nueva marca de cerveza artesanal, que se ha convertido en la primera empresa totalmente de iniciativa privada que se da de alta en la localidad desde hace más de una década. “Ha sido un proceso difícil, y a veces he pensado en abandonar, ya que no he tenido apoyo de nadie, más bien trabas”, explica el gerente de Catas Alto Maestrat, quien asegura que “más que ayudar a los emprendedores se les invita a abandonar su ilusión, ya que, por ejemplo, muchas subvenciones de la Administración te las dan al menos cinco años después de haber hecho la inversión para poner en marcha el proyecto, cuando ya no sabes si te hará falta porque igual has tenido que cerrar, y el emprendedor necesita el apoyo para empezar”. No obstante, la iniciativa se ha puesto en marcha ya con una idea de negocio enfocada principalmente a particulares, aunque Serrabirra dispone de una cartera de 400 clientes potenciales del sector de la hostelería.