ALICANTE. Mi encuentro con el Festiva Marearock fue por pura casualidad, de esas casualidades maravillosas que te cambian algo la vida. Antes de conocer el festival, conocí la web, una página realizada desde Alicante y que era como un faro para los que buscábamos información y buena música. Luego llegó para mí el festival. En 2011 lo vi en Sax, con su imponente castillo al lado, y desde ahí peregriné con él por mucha parte de la provincia. Ahora cumplen quince ediciones, y lo celebran en Crevillent. Este lunes confirmaron su cartel completo, con artistas como BOIKOT, Desakato, Segismundo Toxicómano, Disidencia Oficial, Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band, Ebri Knight, Nativa y Brutus' Daughters.
Antonio López, alias Viña, su organizador, nos cuenta aquellos inicios de un festival que se ha posicionado entre los más conocidos y respetados de todo el país. “Empezó a finales de 2004 en Torrevieja – comenta el organizador-, unos colegas montaron un festival con Habeas Corpus y El Último ke zierre, y les eché un cable.... lo llamaron Festivaliko”. Aunque como ya he dicho, su web y su foro fueron quizás, de los más conocidos entre los internautas.
“En 2005 en abril, estrené el foro y la web de Marearock, y en septiembre de ese año entré como organizador en el festivaliko, tocó Hora Zulu y varios grupos de rap. En 2006 repetimos; pero ya en 2007 el ayuntamiento dijo que no ponía más dinero para el festival, mis colegas lo dejaron y me quedé solo, lo hice pero ya le cambie el nombre de festivaliko a marearock”, sentencia. Aquel fue el inicio de un viaje increíble.
El Marearock siempre ha sido sinónimo de calidad en sus bandas, por su escenario han pasado gente como Gatillazo, Boikot, Reincidentes, S.A. o La Raíz. Por desgracia, encontrar un buen recinto, siempre ha sido harto difícil. “¡Los recintos! Alicante no goza de ni un solo recinto de festivales en sí, algo parecido a lo que tiene Benicàssim para el FIB y Rototom... el que no haya recintos aptos limita mucho...”, comenta Viña.
Rememoramos con su organizador algunos de los lugares por donde pasó el evento. “Torrevieja era el parking del parque acuático - comenta, Villajoyosa el parking del mercadillo, Petrer un campo de fútbol abandonado, en San Vicente el parking de la universidad, Alicante un recinto privado y el caso de Elche lo mismo, privado y muy caro”, dice. Es verdad que han existido en otros lugares festivales itinerantes como el Ozzfest, y en España el ViñaRock Express.
“Entonces el festival ha ido rotando según las necesidades del evento, ahora como lo hacemos de un sólo día es más fácil encajarlo, si el festival fueses de 2 o 3 días con acampada, no tendríamos ni un sitio”, aclara. Aunque el festival ha tenido una edición en Murcia en este año, con la participación de bandas del nivel de Ilegales, su objetivo es seguir en Alicante.
“No nos hemos llegado a ir nunca a Murcia. El festival es alicantino, y siempre será alicantino…- comenta el organizador- lo de Murcia salió como un extra, un colega que tiene una promotora de conciertos allí, Monkey Pro, me dijo: “En Murcia hace falta un Marea”, y le dije… pues, tramítalo, míralo y hago un festival, pero no el de Alicante, sino otro aparte, y como nos tira mucho el punk, se decidió enfocarlo a grupos punk viejunos y no tan viejunos, la primera edición con S.A., Gatillazo, salió muy bien. Sold out, 4000 personas… en marzo hacemos la segunda edición con un cartel menos viejuno. Los chikos del Maíz, Lehendakaris Muertos, Kaótico… pero también hay viejas glorias, Decibelios, Fastidios, KOP, El Último ke zierre…”, comenta Viña.
Con todo, el objetivo definitivo es que Marearock siga vivo, y muy bien de salud, en Alicante, algo que el público debería valorar más. “Marearock de Murcia puede que cualquier año de estos desaparezca… el de Alicante, es el que vamos a pelear para que dure lo que tenga de durar”, sentencia
Con catorce ediciones a sus espaldas, la decimoquinta será en Crevillent, tiene que haber cientos de momentos preciosos y ediciones que han salido mejor que otras. “Ufff, no sabría decirte”, responde Viña. “La última en Murcia, por el tema de hacer sold out con un cartel de sólo punk sin meter Jaunitos makandés o Berets,... o la de La Raíz despidiéndose del festival en San Vicente 2018”, rememora.
Y es que el festival ha ido de mejorando en cifras. “O cuando lo petaron con 8000 personas en alicante 2016, o de los primeros, en 2005 cuando a Hora Zulu ni le pusimos un camerino porque no sabíamos ni que era un camerino. Y que dos años después en 2007, metimos 4000 personas por primera vez y en realidad el festival estaba super mal montado porque éramos todavía unos novatos”, recuerda.
“Y al igual que al Madrid con las Champions.... lo petamos en 2007 con 4000 personas y esa cifra no se superó hasta 2015, muchos años con cifras más sencillas de 2000, 3000 personas”, apunta. La parte más importante del festival, en realidad de cualquier evento dirigido a un público concreto y crítico, es la oferta que se ofrece. En este caso: las bandas. Su selección debe ser siempre muy rigurosa, sin repetirse y trayendo al público lo que demanda. Ha de ser un trabajo arduo lo de elegir para otros. “Pues haciendo caso a lo que el público nos pide... pero también nos dejamos llevar por grupos que nos gusta el directo, o vemos que hacen una gira de salas potente, o porque son ya colegas por haber tocado en varios mareas”, explica.
“Por ejemplo Boikot llevaba desde el 2016 sin pasar por el festival, Segis desde el 2007, y hay otros que se estrenan como Ebri Knight, Nativa o Brutus Daughters. No es fácil elegir un cartel de 8 0 10 bandas, creo que el listado inicial que tenemos es de unos 40 nombres y vamos tachando, y tampoco solemos cerrar el cartel con muchos meses de antelación, nunca se sabe qué gira puede aparecer en el momento, aunque la verdad que llevamos dos intentonas fallidas”, comenta.
“El año pasado Ska-P, y este año La Polla nos rechazaron contratarles por 100 mil euros porque otro festival le daba más en exclusividad.... algo que algún día podré contar a mis nietos”, revela Viña, que en cada edición se deja la piel para conseguir que los mejores vayan al festival.