VALÈNCIA. "No es un día para herir sensibilidades", respondía a este periódico uno de los artífices de que Ford Almussafes, al fin, se adjudicara este jueves la fabricación del nuevo Kuga. La pregunta que rehuía contestar era aparentemente inofensiva: ¿Qué otras plantas de Ford estaban intentando arrebatarle el modelo a la valenciana?
"El Kuga es un caramelito, y todo el mundo lo quería. Y cuando digo todo el mundo me refiero a plantas de todo el mundo", agregaba al respecto otro perfecto conocedor de los codazos entre las factorías de Ford por arrimar el ascua a su sardina.
En efecto, el Kuga no es un modelo cualquiera. La noticia de su renovación por Almussafes garantiza a la planta valenciana -y a sus proveedores- la continuidad de la mitad de su negocio y su empleo (puesto que el coche ya aglutina el 50% de su producción) y además supondrá una abultada inversión de 750 millones de euros en la factoría para adaptarla a la fabricación del nuevo vehículo, tal y como anunció la enseña ante el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La cifra se eleva a 3.000 millones al sumar toda la inversión realizada en la planta desde 2011.
El clima era de confianza. La reciente visita de la dirección de la multinacional a la factoría para chequear los últimos parámetros auguraba una decisión a favor de Almussafes. Pero el anuncio se hacía de rogar y la industria auxiliar se mordía las uñas. "Tener que ir a vender lo que hago para el Kuga a otro país comportaba muchos riesgos y esfuerzo", comentaba aliviado este jueves otro empresario.
¿Y de qué factorías se trata? ¿Cuáles han maniobrado con más fuerza para arrebatar a Almussafes su modelo estrella? Como es obvio, ni los dirigentes de Ford España ni los de Ford Europa quisieron hurgar este jueves en la herida del resto de industrias. No obstante, fuentes del sector subrayan a este diario que, más allá del interés lógico manifestado por un buen número de plantas, la principal amenaza fue la marcha del Kuga a Rumanía.
"En Rumanía hay operarios con sueldos de 650, 700 y 800 euros, lo que supone un coste salarial muy inferior al español", comenta un empresario del sector. Frente a esto, los galones de Ford Almussafes han sido su productividad por empleado, su bajo índice de piezas y vehículos defectuosos o, tal y como remarcó el director de fabricación, Dionisio Campos, el entendimiento de la compañía "con el comité de empresa liderado por UGT".
Además de Rumanía fuentes del entorno de la factoría sitúan entre los destinos que más han presionado las factorías de Alemania y EEUU, esta última haciendo valer la simpatía de la administración de Donald Trump hacia las compañías americanas que apuestan por sus centros productivos estadounidenses. Cabe recordar en este sentido que el Kuga dio el salto a Almussafes procedente de una planta norteamericana.
Aunque sin alusiones a los centros descartados, los mensajes oficiales sí subrayaron las virtudes de la factoría valenciana, que fabrica "más modelos y más volumen de vehículos que cualquier otra planta de Ford en Europa", según reconocía este jueves la propia multinacional. "Cerca del 90% de la producción de los vehículos producidos en València son exportrados a más de 75 países de todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos de América", concretaban.
"Es uno de nuestros centros de fabricación más importantes en Europa", agregaba a través de un comunicado Steven Armstrong, presidente y CEO de Ford Europa, Oriente Medio y África, quien agradeció "al Gobierno Central y a la Generalitat Valenciana su constante apoyo y su trabajo continuado por mantener un clima favorable para la inversión empresarial en la región de Valencia".
"Quiero agradecer a todos aquellos en Valencia que han trabajado duramente para mejorar su competitividad global, y alentar a la dirección y sindicatos a mantener un diálogo constructivo para acordar un conjunto de mejoras de productividad adicionales para fortalecer las opciones de la planta para la fabricación de futuros modelos de Ford", agregó.
Jesús Alonso, presidente y consejero delegado de Ford Iberia, se pronunció en el mismo sentido: "Con las inversiones realizadas en los últimos años, nuestra planta de València es una de las más moderna y eficientes de Europa y, con esta aportación, nos vamos a convertir en una planta puntera ya que podremos ofrecer al mercado vehículos más inteligentes, más completos y más conectados. Supone además una inyección de confianza adicional para nuestros trabajadores, cuyo compromiso nos ha ayudado a convertirnos en un referente en la fabricación, no en vano somos la planta española que más vehículos diferentes produce y exporta", afirmó.
Según informó Ford, las ventas europeas de Kuga en lo que va de año ascienden a 126.900 unidades y suponen una mejoría del 22% respecto al mismo periodo de 2016. Se trata del tercer modelo de Ford que más se vende en Europa, solo por detrás del Fiesta y el Focus, que son modelos más económicos y de fabricación más sencilla que se caracterizan por la venta de un mayor número de unidades por empleado.
En este sentido cabe subrayar que, pese a que Ford Almussafes difícilmente logrará alcanzar las cifras máximas que llegó rozar de 450.000 coches fabricados al año cuando producía los modelos Ka, Fiesta o Focus, al abanderar un vehículo como el Kuga se posiciona como una planta mucho más especializada y profesionalizada. O dicho de otra manera: menos prescindible en un mercado global donde las tentaciones de un menor coste salarial pueden ser letales para una factoría ubicada en un país desarrollado.
Además del Kuga -el SUV de tamaño medio de Ford- Almussafes es el único productor de los modelos Tourneo Connect (para el transporte de personas) y Transit Connect (para el transporte comercial ligero), así como de toda la gama de los modelos Ford Mondeo, S-MAX y Galaxy.
Más allá de la pugna por mantener también estos modelos, se espera que la adjudicación del nuevo Kuga suponga para Almussafes un acelerón en el desarrollo de los modelos híbridos. El nuevo modelo se producirá a partir de 2020 y se da por hecho que al menos contará con una variante enchufable, que dado el volumen del Kuga supondría un importante desarrollo de esta modalidad en la planta valenciana.