VALENCIA. El año que concluye ha sido muy intenso para la consellera de Sanidad, Carmen Montón. Ya en la recta final de 2015 saltó la polémica con el 'fichaje' de su marido, el economista Alberto Hernández Campa, como gerente de la empresa pública Egevasa, puesto al que finalmente renunció. Solo fue el principio: durante el año, las tensiones con Ribera Salud a cuenta del pretendido fin del modelo Alzira y algunos otros nombramientos difíciles de justificar, han complicado la posición de la consellera.
Ahora bien, todas esas situaciones podrían ser en cierto modo disculpables si no se hubiera producido en septiembre el desplante en el ámbito del PSPV que Montón tuvo con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el pulso mantenido con el entonces líder socialista, Pedro Sánchez. Así, cabe recordar que el jefe del Consell y secretario general de la formación fue uno de los 17 dimisionarios necesarios para forzar la salida del máximo responsable de Ferraz.
Sin embargo, Montón, quien también se encontraba en la dirección, no renunció a su cargo para intentar defender a Sánchez, lo que obligó, dado lo ajustado de los números, a que Puig se implicara directamente en el golpe de mano. En el segundo envite crucial, el dramático Comité Federal del PSOE que concluyó con la caída de Sánchez, Montón votó a favor de la hoja de ruta del líder madrileño pese a que Puig se situó en contra.
La posición mantenida por la consellera de Sanidad causó un fuerte malestar entre pesos pesados muy próximos al presidente de la Generalitat. Cabe recordar que Montón siempre ha sido una dirigente enclavada dentro del llamado 'lermismo', por lo que se le estimaba una lealtad con Puig que, a juicio de muchos referentes del PSPV, no tuvo en el conflicto con Sánchez. Desde entonces, no son pocos en el entorno del presidente quienes aseguran que será difícil que Montón termine la legislatura, si bien Puig se ha caracterizado en muchas ocasiones por ser muy flexible y permisivo con este tipo de situaciones.
No obstante, algunos nombres ya se comentan en los mentideros del PSPV. Así, de un tiempo a esta parte varios dirigentes son los que vienen destacando la labor de la portavoz adjunta del grupo socialista en Les Corts, Ana Barceló. "Seria, trabajadora y constante", son algunas de las cualidades que sus compañeros señalan de ella y que, a juicio de algunos, podría auparla a puestos mayores, incluso a la Conselleria de Sanidad que ocupa Montón. Barceló es licenciada en Derecho -ejerció la abogacía durante 20 años- y posteriormente fue alcaldesa de su municipio, Sax (Alicante), durante dos legislaturas. Aunque no provenga del campo sanitario, algunos miembros de la dirección del PSPV opinan que Barceló podría realizar una tarea de gestión solvente y discreta en ese departamento, contribuyendo a sacar del foco a la conselleria por otro tipo de cuestiones.
Otra dirigente cuyo nombre ha deslizado algún socialista -no sin cierta malicia- es el de la exministra precisamente de Sanidad Leire Pajín. Fuentes del partido señalan que hace un par de semanas -para el día 17- se había convocado un acto en Elche para conmemorar los 10 años de la aprobación de la Ley de Dependencia. Un evento que finalmente fue suspendido por el temporal pero para el que desde la dirección del PSPV se había tratado de contar con la participación de Pajín quien, recordemos dejó la política en 2012 para mudarse a Nueva York pasando por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y, posteriormente, uniéndose al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
No obstante, en la recta final de 2014, Pajín volvió a España, concretamente a Barcelona, para unirse al equipo del Instituto de Salud Global que dirige Pedro Alonso. Así pues, la exministra prosigue alejada de la primera línea política cuatro años y medio después de dejarla y muchos son los que dudan que pretenda regresar. No obstante, algún dirigente del PSPV cree que los intentos de que comience a reaparecer por parte de Blanquerías pueden servir para recuperar un referente en Alicante -hay un congreso a la vuelta de la esquina- y quién sabe si para ofrecerle que ponga al servicio de los valencianos su experiencia en la gestión sanitaria.