El Ayuntamiento de Valencia advierte de que la propuesta del conseller sólo se aplicará en la ciudad si recibe el visto bueno del sector, representado en el Consejo Local del Comercio
VALENCIA. El Conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, anunció este lunes un nuevo plan -y ya van unos cuantos- para ordenar la apertura en festivo del comercio en la Comunitat. Se trata en esta ocasión de una vuelta a la casilla de salida, a sus primeros días al frente de la conselleria, cuando todavía se mantenía intacta su ambición de acabar por completo con la apertura en domingo. Ahora este escenario remoto se ha convertido en una posibilidad -según el dirigente- pues ha descubierto que el PP no dio audiencia pública para declarar todas las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT) que creó. Ello, según dice, le habilitaría para anular todas las zonas liberalizadas a lo largo y ancho de la Comunitat. Sin embargo, el grueso del sector rechaza este giro unilateral del dirigente.
Este semianuncio, que algunas asociaciones lo interpretan en clave electoral por producirse a seis días de las Elecciones Generales, se fundamenta en un informe de la Abogacía de la Generalitat en el que, más allá de cuestionar el modo en el que economía restringió los horarios en Valencia de 5 a 2 zonas liberalizadas -motivo por el que la decisión fue revertida-, agrega que el Partido Popular, durante todo su gobierno, incurrió en la misma falta: no dar la correcta audiencia pública a todas las partes implicadas. Así, Climent considera que "todo lo que se hizo en la era del PP era nulo" y abre la puerta a revertir todas las ZGAT de la Comunitat. Para dotarlo de legalidad ha encargado un informe al Consell Jurídic Consultiu (CJC) en el que solicita asesoramiento jurídico para constatar que esta posibilidad es realmente legal.
Mientras tanto, todas las entidades consultadas por Valencia Plaza plantean dudas a este eventual escenario. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) se muestra "muy sorprendida" con la iniciativa unilateral, que llega en un contexto en el que el grueso de las firmas de la gran distribución, sin tener la obligación de hacerlo, están respetando el acuerdo de dos zonas pactado en Valencia -el centro y la Ciudad de las Artes y las Ciencias-. No obstante, la entidad, que vela por los intereses de grandes enseñas como El Corte Inglés, Carrefour o MediaMarkt, prefiere no pronunciarse "hasta conocer los detalles de la propuesta".
Sí se ha mojado ya la influyente Asociación de Supermercados de la Comunitat (Asucova), que vela por los intereses de Mercadona y Consum. "No creemos que sea necesario deshacer lo que todo el mundo ha aceptado y objetivamente se sostiene. Tenemos un marco legal autonómico que desarrolla la ley nacional y que ha sido aceptado por el Estado allí donde se cumplen criterios objetivos debemos aceptar la declaración ZGAT", afirman.
Ni siquiera la patronal del pequeño comercio Cecoval, partidaria de restringir la apertura en domingo, considera una buena idea los planes de Climent. La entidad opina que existen "dudas legales sobre la reversión" y asevera que el Consell "no debe hacer nada que sea un experimento." Además, critica que "el sector se está enterando por la prensa" y solicita que se convoque un Observatorio del Comercio para abordar las intenciones del conseller.
La también patronal del pequeño comercio Covaco aporta la opinión más favorable a la propuesta del conseller, al considerar que es "una posibilidad muy interesante" para sus asociados. No obstante, la entidad agrega que lo será "siempre que sea un paso con garantías jurídicas", algo que todavía está por determinar. El propio Climent reconocía al anunciar su posible hoja de ruta que conviene evitar "judicializar el tema".
Preguntadas al respecto, fuentes de la Concejalía de Comercio del consistorio valenciano subrayaron que cualquier decisión que se tome en materia de horarios comerciales deberá contar con un amplio acuerdo en el Consejo Local del Comercio, en el que están representadas, de forma directa o indirecta, las entidades arriba enumeradas. En dicho organismo, además de los diferentes formatos comerciales, están representadas asociaciones de consumidores, amas de casa, sindicatos o partidos políticos.
Climent llegó a aceptar las realidades concretas de Valencia y Alicante en materia de horarios comerciales, pero nunca dejó de reflexionar al respecto y plantear medidas alternativas durante el proceso. En esta línea, el conseller viró hacia una propuesta que ahora ya no parece encabezar su ranking de prioridades: eliminar las áreas liberalizadas a cambio de permitir la libre apertura en verano, Navidad y Semana Santa. Valencia y Alicante, lejos de hacer propia esta propuesta, rogaron a Economía que respetara las "peculiaridades" de ambas ciudades, circunstancia que podría repetirse en esta ocasión.
Por si fuera poco, Compromís, la formación política del conseller, también maniobró en Madrid contra el pacto en Valencia, al proponer en el Congreso revocar la obligatoriedad que pesa sobre las grandes ciudades de España de contar con una zona de libre apertura en domingo.