Cierre de la convención nacional del PP en la Plaza de Toros de València (Fotos: Kike Taberner)
Cierre de la convención nacional del PP en la Plaza de Toros de València (Fotos: Kike Taberner)
Cierre de la convención nacional del PP en la Plaza de Toros de València (Fotos: Kike Taberner)
VALÈNCIA. Un simpatizante le pide al expresidente de la Generalitat Alberto Fabra que le haga una foto con el también exjefe del Consell Francisco Camps, en su reaparición en un acto de partido después de 10 años. El que fuera líder de Ciudadanos en la Comunitat, Toni Cantó, aguarda en la arena, como uno más de la formación, la llegada de Pablo Casado. Al igual que otros exmiembros naranjas pidiendo a gritos un desembarco. Representantes de la sociedad civil, entre ellos el presidente de la patronal, Salvador Navarro, esperan pacientemente. Es domingo por la mañana y el PPCV ha vuelto a la Plaza de Toros de València.
Como suele ocurrir por estas fechas pese a ser ya octubre, en la ciudad parece que alarga el verano y hace un sol de justicia. Gorras, banderas, bebidas y comida para que los asistentes aguanten sentados en las gradas mientras 'DJ Pulpo' ameniza el evento con los temas musicales del momento. Hay ambiente. El que no hace tanto ha reaparecido en los actos de los populares.
El partido se reencontró ayer con su esencia en el coso, escenario de las mayorías absolutas de José María Aznar, Mariano Rajoy, Camps y Barberá y logró la ansiada imagen de llenazo en la que llevaba meses trabajando. Hacía seis años que no lo pisaba. Era 2015 y en esas elecciones perdió la mayoría del poder institucional en la Comunitat Valenciana. Luego vino la travesía en el desierto, las cabezas gachas, la época más dura a la interna por los casos de corrupción y la muerte de Rita Barberá.
Poco a poco llegó cierta recuperación, aunque todavía huía del riesgo de los grandes mítines en lugares que recordaran a aquellos años de vino y rosas. Hasta ahora. La clausura de la convención nacional del PP en València fue un anuncio que la organización regional, ya presidida por Carlos Mazón, recibió con tanta alegría como vértigo. El reto no era fácil, pero la excusa para vender una especie de resurgimiento resultaba perfecta.
Las expectativas se superaron con la asistencia de cerca de 10.000 personas. La organización contabilizó oficialmente alrededor de 12.000 entre las que estaban dentro de la plaza –con restricciones por la pandemia– y las que se quedaron fuera: 5.000 de la provincia de Valencia (sobre un millar de la ciudad), 3.000 de Alicante, 1.500 de Castellón y unas 2.000 del resto de España. Entre los contratiempos, se tuvo que desalojar el anillo superior de la plaza por seguridad al encontrarse en obras de rehabilitación.
"Necesitábamos esto", reflexionan cargos de la formación. Mazón, María José Catalá y Vicente Mompó fueron los anfitriones. Su finalidad es cumplir con la frase de que la llegada a la Moncloa pasa por la Comunitat. Los dirigentes del PPCV, que cuentan con sondeos internos que les darían la victoria, quieren erigirse en el empuje de Casado desde un territorio que siempre ha sido uno de los principales graneros de votos de la formación. El primer paso, la exhibición de fuerza y de músculo, fue cumplido. El siguiente es que se traduzca en la recuperación de las instituciones.
Para comprobarlo todavía queda, puesto que no existen en el horizonte elecciones generales ni autonómicas pese a las constantes especulaciones sobre un adelanto tanto de Pedro Sánchez como de Ximo Puig. Sin embargo, lo de ayer fue un mitin propio de campaña. Casado llegó pasadas las 11.00 horas y se dirigió a aquellos que no pudieron acceder. Alrededor de las 11.45 entró para dar la vuelta al ruedo arropado por los asistentes.
El discurso en clave nacional fue claramente dirigido a competir con Vox ante un Ciudadanos al que da por desaparecido. "El cambio ya está aquí. España quiere volver a respirar PP. No somos el recambio de nada ni el reemplazo de nadie", sentenció en su arenga acompañado entre el público por los cinco presidentes autonómicos, el de la Ciudad Autónoma de Ceuta, alcaldes de toda España y el invitado internacional estrella: el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Durante una extensa intervención, desgranó su programa de Gobierno, que definió como un "nuevo contrato social" para "devolver el poder a los ciudadanos", y que incluye la derogación de varias leyes impulsadas por PSOE y Unidas Podemos: la Ley de Eutanasia, la llamada 'Ley Celáa' o la Ley de Memoria Histórica. También una reforma legislativa para "garantizar la imparcialidad de la Fiscalía y que los jueces elijan a sus jefes". Otras normas irán dirigidas a impedir "los indultos por sedición" o "la quema de banderas" y para que el Estado recupere las competencias de prisiones en Cataluña y el País Vasco. Bajada de impuestos o adelgazamiento de la Administración fueron otras de las propuestas.
En clave valenciana, y como ya hizo durante el congreso del pasado julio que aupó a Mazón, se comprometió a reformar el sistema de financiación autonómica que penaliza a la Comunitat. Aseguró que impulsará un nuevo modelo para otorgar "financiación justa de los servicios públicos y no a la carta de los nacionalistas" que buscan "ordeñar la Hacienda a cambio de mantener el socialismo en el poder".
También criticó la tasa turística, reclamó un transporte "equitativo" y rechazó los "asquerosos casos de abusos" por los que que "nadie de la izquierda ha dimitido todavía", en referencia a la condena al exmarido de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, por abusos sexuales a una menor tutelada. Igualmente, prometió una "ley de lengua" para situar el castellano como lengua vehicular.
Casado dio un espaldarazo a sus anfitriones y remarcó la importancia para el PP de la Comunitat: "Este es el preámbulo para recuperar València. María José (Catalá), tú vas a ser la que continúe el gran legado de Rita Barberá. Esta plaza siempre anticipa el ansia por volver al crecimiento y derrotar al nacionalismo ridículo que pretende degradaros. Para lengua, para historia y para cultura, la valenciana. Aquí seguiréis ofrendando nuevas glorias a España contigo como presidente de la Generalitat, Carlos (Mazón)".
Después de casi tres horas de acto, parte del público no vio finalizar la alocución de su líder debido al fuerte calor, que provocó alguna lipotimia. Antes ya habían hablado los dirigentes valencianos.
Mazón inició su intervención con un agradecimiento a los asistentes. "Esta es la respuesta de quienes creían que no llenaríamos la Plaza de Toros", afirmó. A continuación, le habló directamente a Casado. "El día 3 de julio te entregué una Senyera y la cogiste y la asumiste. Te comprometiste solemnemente con esta tierra, porque sabes que hacerlo es comprometerte con España. Tú sabes mejor que nadie que quien ningunea a la Comunitat Valenciana ningunea España, que si retrocede la Comunitat Valenciana lo hace España. Y para que España avance, el camino empieza en la Plaza de Toros de València", señaló.
En su opinión, "algunos ya han bajado los brazos en la defensa de nuestra identidad, de nuestras señas. Aplauden, privilegian, agasajan a los que quieren los Països Catalans. Y la Comunitat seguirá siendo la Comunitat". Así, entre las promesas si llega a la Generalitat, mencionó la bajada de impuestos, la recuperación de la ley de señas de identidad y una nueva ley de libertad educativa.
El líder de los populares valencianos aseguró que si gobernara el PPCV "no se habría escapado la Copa América" ni se implantaría una tasa turística como plantea el Botànic. A lo que añadió sus reivindicaciones. "Pablo, yo no voy a ser el mudo Puig, soy bastante más pesado. Y yo sé que tu no eres Pedro Sánchez. Sé que tú quieres el agua, la financiación y las infraestructuras que necesita mi tierra. Tú vas a ser el presidente que traiga la nueva financiación a la Comunitat, que inaugurará el tramo del Corredor Mediterráneo y el tren de alta velocidad que una las tres provincias", apuntó.
Al igual que Casado y que posteriormente Catalá –que ya hizo de este asunto su bandera en el Debate de Política General–, mencionó el caso de la menor y señaló a Mónica Oltra y a Ximo Puig. "Son responsables por el abuso a esa menor. Son responsables por acusarla, por que se la esposara, por taparlo y por no tener ni la vergüenza de haber pedido perdón. El silencio atronador del presidente de la Generalitat me da vergüenza", indicó.
La líder del PP en València, María José Catalá, señaló que "hoy comienza la cuenta atrás para derrotar a los gobiernos de izquierda". "València no seguirá sometida a los nacionalismos, no continuará teniendo a un alcalde ausente. Tendrá una alcaldesa del PP", vaticinó. Tras gritos de "alcaldesa, alcaldesa", recordó que este año se cumple el 30º aniversario desde que Rita Barberá tomara posesión. "Ella convirtió esta ciudad en la mejor del mundo", afirmó, lo que desató una gran ovación con la plaza en pie. "València necesita una voz femenina. Esta ciudad fue pensada por una mujer y el futuro de esta ciudad pasa por una mujer del PP. Me dejaré la piel para ello", añadió. A Casado le aseguró que "de esta plaza te sacamos a hombros y te llevamos a la Moncloa".
Por su parte, el presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Mompó, destacó que su partido "devolverá a la Comunitat al lugar que se merece" porque "los gobiernos de Sánchez, Puig y Ribó no dan para más". "Los valencianos estamos sufriendo siete años de desgobierno, desatención, enfrentamientos entre socios de gobierno y desafección", criticó.
Tras finalizar el acto, los dirigentes se subieron al escenario para hacerse las habituales fotos mientras sonaban el Himno de Europa y el Himno Nacional. Para el Regional, también típico en los actos del PPCV, hubo que esperar unos pocos minutos más. Tuvo que ser Carlos Mazón quien avisara a la organización de que no podía faltar, temeroso por las consecuencias de esa ausencia. Posteriormente, abandonaron la plaza por la puerta grande.
En el otro lado de la galaxia política, la inquietud que generaba el acto de los populares se percibía entre los partidos del Botànic. La Generalitat emitió una nota de prensa sobre los 7 millones de euros recuperados por casos de corrupción del PP sin ningún dato novedoso. Compromís, a nivel de partido y no con el uso de recursos públicos, optó por proyectar un vídeo en un edificio frente a la Plaza de Toros que comenzaba con los papeles de Bárcenas pasados por una trituradora de papel y en el que se podía leer: "Bienvenidos a València, la ciudad donde ya no se roba. Casado, por favor, no os vayáis sin pagar (otra vez)", en referencia al Congreso del PP de 2008 en Feria Valencia". Pocos repararon en ello hasta que lo difundieron en redes sociales.