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Eduardo Baamonde (Cajamar): "Seremos una de las 10 entidades que permanezcan en el sector"

4/05/2017 - 

VALÈNCIA (VP). Más de 250 delegados han asistido hoy, en representación de 1,3 millones de socios, a la Asamblea General Ordinaria de Delegados de Cajamar,  en la que se han aprobado el informe de gestión y las cuentas anuales individuales correspondientes al ejercicio 2016, así como la distribución de excedentes disponibles y las líneas básicas sobre destino y aplicación del Fondo de Educación y Promoción.

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde se ha referido a los principales temas que han centrado la atención de la entidad en 2016, un año que ha calificado de incertidumbres y retos. Ha manifestado que la crisis financiera ha provocado un cambio radical en el sector bancario, sometido a sensibles variaciones en las reglas de mercado y a una creciente presión regulatoria de carácter prudencial. 

Una situación que en su opinión se está viendo acelerada por los estrechos márgenes y los movimientos que se están produciendo en la función de intermediación financiera, que están trastocando el modelo de negocio tradicional. De ahí, la necesidad de avanzar hacia estructuras mucho más flexibles, tanto en lo tecnológico como en lo organizativo, capaces de integrar nuevas formas de trabajar y concentrar regulaciones, nuevas competencias y una gestión más avanzada del riesgo. Y todo ello poniendo al cliente en el centro de la reflexión estratégica.  

En relación a la próxima reforma de la Ley de Cooperativas de Crédito, el presidente de Cajamar ha manifestado que, por lo que se conoce, todo indica que va a incentivar la constitución de sistemas institucionales de protección con el fin de dar respuesta a eventuales problemas de gobernanza y solvencia que puedan presentarse en un futuro. Una cuestión que Cajamar tiene resuelta, ya que en 2009 se anticipó con la constitución del primer SIP del sistema financiero español, actualmente integrado por veinte entidades, y que lleva funcionado desde 2014 bajo la supervisión del Banco Central Europeo. “Esperamos, pues, que la iniciativa que nosotros nos anticipamos a poner en marcha hace ahora ocho años, y que la reforma de la legislación de cooperativas de crédito parece querer incentivar, sea también para otras entidades un nuevo y verdadero paso adelante encaminado a una mejora de la gobernanza, y a garantizar la capitalización y la solvencia de todas las entidades”, subrayó.

A continuación, Eduardo Baamonde ha hecho mención al reajuste de la estructura del sector financiero en nuestro país, sobre el que algunos analistas apuntan hacia un mapa bancario con apenas 10 entidades de implantación nacional, frente a las 45 que existían en 2008.  Sobre este asunto ha avanzado que “las fusiones que se llevarán a cabo traerán como consecuencia el fortalecimiento de nuestros competidores, pero también dejarán huecos por cubrir que si sabemos aprovechar nos permitirán captar nuevos clientes. Por eso estamos convencidos de que seremos una de las 10 entidades que permanezcan en el sector, con dimensión, solvencia, fortaleza y, sobre todo, con personalidad propia, con un modelo de negocio diferenciado, que se moderniza y actualiza al ritmo de la economía digital y la sociedad del conocimiento, abriendo nuevos canales y servicios a socios y clientes”.


En relación a este tema, aunque no se esperan nuevos movimientos corporativos a corto plazo, el presidente de Cajamar ha reiterado lo ya apuntado en años anteriores: “Mantenemos las puertas abiertas a nuevas integraciones, convencidos de que son necesarias para superar así los retos derivados de una competencia creciente y una realidad cambiante y extraordinariamente exigente, pero sin renunciar por ello a nuestros principios, valores y visión de futuro”.

Por su parte, el director general de Cajamar, Francisco González ha presentado a la asamblea general las principales magnitudes del negocio y de la cuenta de resultados obtenidos en 2016, subrayando que contribuyen a asentar las bases de la entidad, fortaleciéndola y preparándola para la nueva etapa de la economía que ya comienza a vislumbrarse tras casi un decenio de crisis: “Ha sido sin duda un ejercicio positivo para Cajamar y para nuestro Grupo, sobre todo en aquellas cuestiones que dependen directamente de nuestro desempeño y de nuestra estrategia, y máxime teniendo en cuenta el contexto de extrema competencia en un entorno de tipos de interés bajo cero, así como la vigilancia a la que está sometida la banca tanto del lado del supervisor como por el conjunto de la ciudadanía, que presionan a las entidades para que no se repitan las irregularidades y los excesos cometidos en etapas anteriores”.

Objetivos de Cajamar

En su informe de gestión Francisco González ha destacado que “la adecuada gestión de los márgenes de contratación, el trasvase de saldos de depósitos a plazo a favor de cuentas a la vista y recursos fuera de balance, y el menor coste por la financiación mayorista han sido determinantes para compensar, en cierta medida, el menor rendimiento de la cartera crediticia derivada de los bajos tipos de interés”.

Con estas bases, y a la espera de un cambio de ciclo de la política monetaria, los objetivos de Cajamar seguirán siendo los mismos en 2017: mejorar la eficiencia comercial y operativa, intensificar la venta de activos improductivos, reducir la morosidad y equilibrar nuestra presencia territorial en toda España. “Para que nuestra cuenta de resultados se sostenga en el crecimiento del negocio, como corresponde a una entidad de ámbito nacional que apuesta por una banca de base cooperativa y vocación de proximidad, rentable, competitiva y sostenible en el marco de la sociedad digital y de la economía del conocimiento”, ha concluido Francisco González. 

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