VALÈNCIA. Durante el próximo fin de semana, los días 19 y 20 de mayo, La Mutant invita al público a recorrer algunos de los trabajos de los últimos cuatro años del intérprete y coreógrafo Juan Domínguez. En total, se han programado tres piezas, My only memory, Los Barrocos, una película de principios de siglo y nO me tienE quE interesaR. Las representaciones se completarán con un programa de Radio Mutant donde se profundizará en su trabajo, dejando un registro sonoro de los procesos de investigación y búsqueda, ensayo y error, así como las metodologías que los trabajos escénicos parecen esconder.
La práctica del vallisoletano deriva, en la mayor parte de los casos, de su obra escénica. También abarca proyectos en espacio público, doméstico y otros espacios no teatrales. Sus creaciones tienen siempre un fuerte tono conceptual y a partir de ahí y con imaginación desatada trabaja con especial foco en el tratamiento del concepto de tiempo, el trabajo del lenguaje, la teatralidad y la relación con el público.
El primer día, Domínguez presentará My only memory, un trabajo con la oscuridad a partir de textos fragmentados para ser sentidos. La jornada se cerrará con el espacio de radio, donde se propone un encuentro con el artista y con las espectadoras en el que trazar senderos sobre lo escénico desde distintas perspectivas. En esta entrega radiofónica, las artes vivas encontrarán un lugar para ejercitarse y para perdurar en el tiempo a través de la voz, del silencio y de lo que permanece latente en el contexto del espacio teatral.
Desde el proyecto de Radio Mutant una de las premisas es abordar con mayor detenimiento los trabajos. El circuito económico de las artes vivas no permite que los trabajos se puedan presentar demasiadas ocasiones. Como consecuencia, su supervivencia es muy efímera y apenas las puedan experimentar unas pocas espectadoras.
El segundo día se presentará Los Barrocos, una película de principios de siglo, desarrollada durante la pandemia de coronavirus junto a Maria Jerez. Después de los primeros momentos de desconcierto durante el confinamiento, ambos artistas estuvieron trabajando en la distancia, a través de la pantalla, desde sus respectivos encierros en Berlín y Madrid. Las imágenes de esta película fueron grabadas desde el interior de sus casas incluyendo objetos más o menos cotidianos y materiales de trabajo, además de imágenes que se veían a través de sus ventanas y patios. Un año después decidieron reunirse para editar estas conversaciones visuales.
El día se completará con la última charla performativa del artista, nO me tienE quE interesaR, que incluye extractos de otras de sus obras. A lo largo de la representación, el performer pondrá en práctica los conceptos de tiempo, lenguaje y teatralidad para explorar de una manera poética y abstracta las sensaciones que se tienen al sentir la pérdida, la ausencia y atravesar el duelo, el paso del tiempo y el aislamiento.
El trabajo de Juan Domínguez comienza en la escena de la danza madrileña de finales de los ochenta, junto a las coreógrafos Blanca Calvo, La Ribot, Olga Mesa y Ana Buitrago, entre otras. Más tarde cambió su perfil como bailarín y se cuestionó los parámetros escénicos, con un trabajo que se enmarca en la danza conceptual de los noventa. Sus propuestas siempre promueven la participación y buscan nuevas vías para entender el compromiso y la coautoría. Sus obras siguen la línea de manifiestos poéticos o declaraciones de principios y son una combinación exquisita de pasión e intelectualidad.