El Corte Inglés abrió la vía de los recursos contra el consistorio, a la que se han sumado grandes propietarios como Enrique Ballester, la familia Montoro y los principales hoteles
VALENCIA. A los principales clubes de fútbol de la ciudad de Valencia no parece haberles sentado nada bien la subida del IBI del Ayuntamiento a los inmuebles más valiosos de la ciudad. Tanto el Valencia Club de Fútbol como el Levante Unión Deportiva han tramitado una reclamación económico administrativa contra la liquidación del Impuesto de Bienes Inmuebles que han recibido este año por sus estadios, según confirma a este diario la propia Concejalía de Hacienda del consistorio valenciano. No son, ni mucho menos, los únicos recursos. El ejecutivo local cifra en 70 las reclamaciones recibidas hasta la fecha por el tributo.
El impuesto al que ha de hacer frente el Valencia CF por el estadio de Mestalla asciende a 180.000 euros, mientras que la suma que se le reclama al Levante UD es de 160.000 por el Ciutat de València, según concreta la concejalía. Al tratarse de de inmuebles de un elevado valor catastral, se les aplica el máximo gravamen del IBI, circunstancia que han decidido recurrir.
Ambos clubes se suman así a la senda iniciada por El corte Inglés. Como informó Valencia Plaza, los grandes almacenes denuncian un incremento del 36% respecto a lo abonado por el año 2014. En euros, el aumento es de aproximadamente un millón, al pasar de los alrededor de tres millones a los cuatro que se le reclaman tras el cambio de gobierno en el municipio. Cabe recordar que la enseña es dueña de los tres edificios que ocupa en el núcleo de la ciudad, de sus complejos comerciales de Nuevo Centro, Ademuz y la Avenida de Francia y de algunos bajos en los que opera bajo la marca Supercor.
En la misma línea, otros nombres ilustres del empresariado valenciano como la Inmobiliaria Guadalmedina (Grupo Igsa), del promotor Enrique Ballester; o la familia Montoro, copropietaria, entre otros inmuebles, del complejo comercial y de ocio Aqua; también se han sumado a la larga lista de reclamaciones, entre las que también se encuentran los principales hoteles de la ciudad.
Las diferentes reclamaciones deberán ser valoradas por el Jurado Tributario, el órgano competente para analizar el incremento en las liquidaciones. Tras agotarse la vía administrativa, en caso de que los reclamantes no queden satisfechos con la resolución de este ente, podrían recurrir al Tribunal Económico-Administrativo Regional de la Comunidad Valenciana (TEAR).
Preguntadas al respecto, fuentes del Gobierno local subrayan que, hasta la reforma del IBI aplicada por el ejecutivo de Joan Ribó, la única gran ciudad del país que no contaba con tramos diferenciados del tributo para las grandes propiedades. "El Corte Inglés aquí pagaba el IBI más barato que en toda España", sostienen.
Por contra, el Ayuntamiento de Valencia sí sopesa suavizar la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles con los locales comerciales de menor valor que han sido afectados por el incremento. La reclamación en este sentido de la patronal del pequeño comercio Cecoval es que el actual umbral de 250.000 euros de valor catastral que se toma como punto de partida para aplicar la subida se sitúe al menos en 300.000 euros con el objetivo de reducir el impacto de la medida. Como informó este diario, el consistorio sí contempla ceder en esta petición.