VALENCIA. Poco o nada parecen haber salpicado al nuevo Ford Kuga las informaciones sobre el antiguo modelo 1.6, del que ardieron 13 unidades en EEUU y otras 39 en Sudáfrica por problemas en su motor británico. La buena marcha en el mercado de la última actualización de este modelo, fabricada desde el pasado mes de octubre en Almussafes, es la principal responsable de que la factoría vaya a trabajar el equivalente a un día extra al mes desde el próximo febrero, circunstancia que podría repetirse en marzo.
Así lo explica a Valencia Plaza el secretario general de UGT Ford, Carlos Faubel, que detalla que el mes que viene se trabajarán, repartidos en tres sábados, tres turnos laborales más. Ello supondrá un día completo extra de trabajo, que se traduce en la fabricación de 1.890 vehículos más. En concreto, las tres jornadas laborales se recuperarán los sábados 4 y 18 de febrero y el viernes 24 -en turno de noche-.
La multinacional recupera de este modo el equivalente a uno de los seis días completos que no se trabajaron en 2016, cuando la caída de la demanda en Europa obligó a reducir la jornada. Uno de ellos ya fue convertido por la empresa en un día de vacaciones flexibles, de modo que los días que restarán a partir de febrero son un total de cuatro -cifra que podría quedar reducida a tres si se mantiene la buena marcha del Kuga y la compañía vuelve a recurrir a esta fórmula en marzo, como es previsible-.
Faubel considera "difícil" que se puedan recuperar todos los días pendientes en 2017, si bien agrega que es "una buena noticia" que el ritmo del nuevo Kuga permita recuperar ya horas pendientes. Todo a pesar de que la empresa acaba de incrementar su producción al finalizar este mes la reducción de jornada aplicada en 2016. "Esto indica que el modelo tiene demanda y que ha cuajado en el mercado", explica.
Aunque también conviene tener en cuenta que el primer trimestre es tradicionalmente mejor que el segundo en el sector de la automoción -por el incremento de las ventas de coches que tiene lugar antes de las vacaciones de verano- se trata de una buena noticia para la planta valenciana, que cerró 2016 con turbulencias.
La factoría, como viene informando este diario, atraviesa por un proceso de desaceleración en su producción debido a la caída de las ventas del sector del automóvil en Europa, su principal mercado, al que se suma impacto del Brexit. En 2016 la filial valenciana no logró alcanzar su objetivo de rebasar los 400.000 coches fabricados, si bien consiguió un tímido crecimiento a pesar de la coyuntura.