VALÈNCIA (EP). La Fundación Bancaja inaugura en su centro cultural de València la exposición 'La expulsión de los moriscos', que reúne un conjunto de seis lienzos creados para explicar a Felipe II cómo fue este exilio forzado desde tierras valencianas. Por tanto, la muestra permite "contemplar con los mismos ojos que los hombres del siglo XVII" este acontecimiento histórico, del que se anima a hacer una reflexión más actual, una "lectura de dolor" de lo que fue un "drama humano". Así lo ha explicado este miércoles el comisario de la muestra y catedrático de la Universitat de València, Vicent Josep Escartí, que ha presentado la propuesta junto al presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón. Puede visitarse a partir de este miércoles y hasta el 1 de marzo en la sede de la entidad.
Las piezas retratan la ejecución de un mandato de Felipe II en 1609 que pone en marcha la expulsión de los moriscos de tierras valencianas. El monarca encargó la serie para fijar este hecho en la memoria, con escenas que abarcan desde el embarque de los miembros de aquella minoría religiosa en distintos puertos valencianos hasta su desembarco en el puerto norteafricano de Orán. "Son las imágenes que se prepararon para que el rey viese cómo se había llevado a cabo este movimiento de masas humanas", a través de la elaboración de siete cuadros, seis que forman parte de la colección de la fundación y otro que no se ha podido incluir porque pertenece a un particular. "Cuentan la expulsión desde Vinaròs (Castellón), desde el Grau de València y desde Dénia (Alicante), falta el de Alicante que es el que tiene la familia", ha indicado Escartí.
El comisario ha puntualizado que se trata de una representación "interesada" y que, aunque se muestre cómo se retrató la expulsión en la época, "hay que leerlo desde la óptica del siglo XXI". "La reflexión es que todos los exilios y movimientos forzosos son malos y son dolorosos, lo mejor es la convivencia", ha asegurado.
Las tres primeras obras plasman el embarque de los moriscos, desde Vinaròs, en el cuadro firmado por Pere Oromig y Francisco Peralta; desde el Grau, en la obra de Oromig, y desde Dénia, de Vicent Mestre. Según ha precisado el comisario, "dan detalles de qué personajes son los que organizan aquella expedición para realzar su presencia, detalles de las masas de población muy esquematizadas, mostrando siempre a los moriscos contentos porque van a las tierras donde se practica el Islam".
"Esto no era cierto, evidentemente, porque era una población que se vio de la noche a la mañana obligada a abandonar sus casas, en algunos casos a sus hijos, sus pertenencias y todo, para irse a unas tierras donde no sabían lo que se iban a encontrar. Es una lectura claramente interesada desde la monarquía", ha ilustrado.
La serie continúa con dos lienzos de Jerónimo Espinosa y Vicent Mestre sobre las rebeliones de los moriscos en la Sierra de Laguar y la Muela de Cortes de Pallás, respectivamente. "Se hacen fuertes una serie de grupos moriscos, eligen unos reyezuelos y se enfrentan al poder", ha detallado Escartí.
Se aprecia en los cuadros que los moriscos cuentan con armas "muy rudimentarias" como "ruedas de molino, troncos y palos", frente a un "ejército de la monarquía hispánica bien formado", en una lucha "desigual" que "gana el Estado". "Vemos a las moriscas que se arrojan al vacío llevando a los hijos en brazos, prefieren morir que caer en manos de cristianos", ha destacado el catedrático.
La exposición concluye con 'Desembarco de los moriscos en el puerto de Orán', de Vicent Mestre. Bajo el pincel de este autor, "cuando llegan al norte de África, estos moriscos son asaltados por los habitantes, que son representados con una tez más oscura, con espadas y armas contra los moriscos", ha resaltado.
"Toda esta lectura de dolor, de sufrimiento, en un drama humano de expulsión, de exilio forzado de tanta gente, es lo que tiene el publico también que valorar. No solo ver cómo fue, sabemos cómo fue, nos lo han dejado escrito los historiadores, lo tenemos en crónicas, en poemas épicos del momento, pero nosotros debemos hacer la reflexión posterior, que es, efectivamente, lo que no vemos. Leerlo desde la óptica del siglo XXI", ha indicado Escartí.
Respecto a esta lectura y a cómo extrapolar la expulsión a la actualidad, el catedrático ha reivindicado las "soluciones pactadas que aporten siempre bienestar a todos". Ha pedido "no caer en maniqueísmos y en culpabilizar a determinadas etnias y pueblos de determinadas cosas", porque "tenemos que encontrar la solución para un mundo mejor".
La colección sobre la expulsión de los moriscos "forma parte de nuestra riqueza cultural". "Es un patrimonio valenciano histórico muy importante que deberían conocer todos los valencianos", ha concluido.