Bertolín se consolida como agente urbanizador tras proyectos como el Parque Empresarial Circuito de Cheste o el nuevo barrio de València, Turianova
CASTELLÓ. El nuevo desarrollo industrial en el municipio de Almenara cuenta con el interés de, al menos, una compañía para instalarse en el municipio. Una gran multinacional que se ha fijado en el suelo que se prepara para desarrollar Bertolín en el sector conocido como Barranc de Talavera y que valora ubicar una unidad de producción en una de las parcelas del sector, la más grande que se va a generar.
Así, Almenara será el escenario para el proceso de expansión de la mencionada gran compañía, según ha podido conocer Castellón Plaza de fuentes del sector, una firma que por el momento y hasta que no se cierre por completo la operación, se busca mantener en secreto. Aunque lo que sí se conoce es dónde prevé implantarse: en una pastilla de suelo de unos 275.000 metros cuadrados dentro del mencionado desarrollo industrial.
La nave se dedicará a la fabricación industrial, de manera que no será un centro logístico, según han especificado las mencionadas fuentes, por lo que tendrá un impacto notable en cuanto a creación de puestos de trabajo y dinamización del tejido industrial de la provincia de Castellón, al calor también del aterrizaje de la futura gigafactoría de baterías de Volkswagen en Sagunto. Y aunque se desconoce todavía el sector al que pertenece el fabricante interesado en Almenara, las citadas fuentes del sector dejan claro que no estará vinculada a la automoción.
El desarrollo industrial en el que trabaja Bertolín en la zona conocida como Barranc de Talavera de Almenara ocupará un total de 800.000 metros cuadrados brutos. Esto es, teniendo en cuenta viales, zonas verdes y otros espacios además de las parcelas industriales. Estas, a la postre, supondrán cerca de 450.000 metros cuadrados. De manera que sólo el terreno ocupado por las naves del mencionado fabricante multinacional consumirá más del 60% de todo el suelo industrial disponible en el polígono.
En total, la inversión prevista asciende a unos 200 millones de euros, donde se incluyen no sólo las obras de urbanización a ejecutar por Bertolín, sino también la compra de los suelos necesarios para el desarrollo así como la inversión proyectada por la compañía fabricante, cuya concreción todavía no se ha desgranado.
Por el momento, Bertolín se centra ahora en la adquisición de los terrenos, que están en manos de unos 130 propietarios en total. Aunque ciertamente, y según detallan las mismas fuentes, buena parte del espacio es propiedad de menos de una decena de dueños, lo cual facilita en cierta manera la operación. La compañía aspira a hacerse con el 90% del suelo a lo largo de las próximas semanas. Por el momento, ya ostenta más del 30%.
Este desarrollo fue aprobado a principios de 2008 y se adjudicó en su momento a otra firma que quebró con la llegada de la crisis financiera, lo cual dejó paralizado el proyecto del polígono industrial. Ahora, Bertolín lo resucitará tras un año de trabajos con las administraciones para estudiar la viabilidad de la iniciativa.
Tras conseguir el control de la mayoría del suelo, la idea de la promotora es presentar la documentación necesaria para el inicio de los trámites urbanísticos, que podrían durar un año, en vistas a iniciar los trabajos a finales del año próximo, ya declarada la firma en agente urbanizador. De esta manera, Bertolín se sigue consolidando como agente urbanizador tras ejecutar proyectos como el del Parque Empresarial Circuito de Cheste o la construcción desde cero del nuevo barrio de la ciudad de València, Turianova.
El edificio logístico, dotado de un Megawatio de autogeneración fotovoltaica, contará con 51,000 m² de superficie, incluyendo cámaras de frío, almacenamiento y oficinas. Se proyecta su puesta en operación en el primer trimestre de 2025.
