VALÈNCIA. Los acontecimientos se suceden en Podemos ante la cercanía del Vistalegre valenciano, la Asamblea Ciudadana Autonómica que marcará la hoja de ruta política y la dirección de la formación morada que debe conducirla en los próximos años. Así, la semana ha estado llena de movimientos estratégicos y decisiones personales que han dado una vuelta de tuerca a la situación precongresual.
En este sentido, en apenas unos días se han hecho públicas las renuncias a liderar el proyecto del todavía secretario general, Antonio Montiel, destacado 'errejonista', y de la que ha sido su principal azote en el grupo de críticos, la diputada Sandra Mínguez, reconocida 'pablista'. A todo ello, hay que añadir la presencia del líder estatal en Valencia para la presentación del libro Ibex 35 de Rubén Juste. Un acto apadrinado por Frente Cívico y Acontracorrent (FOTOGALERÍA) que ha dejado la sensación, tal y como informó Valencia Plaza, de que Pablo Iglesias tiene el deseo de promocionar al profesor de la UV e inspector de trabajo Héctor Illueca de cara al Vistalegre valenciano.
Por partes. La marcha de Montiel se produjo dejando algunos mensajes de interés: uno, preocupante para el Consell, dirigido a verter fuertes críticas al Ejecutivo y a poner en tela de juicio la durabilidad del Pacto del Botánico; otro, en clave interna, señalando su voluntad por un proyecto integrador dentro de la formación morada. O lo que es lo mismo, una candidatura única.
Un enunciado que este mismo jueves continuaban algunas de las colaboradoras de Montiel -Fabiola Meco, Àngela Ballester o Llum Quiñonero entre otras- en la declaración 'Avancem juntes. Podem!', basada en la voluntad de construir "un proyecto político más fuerte y autónomo, más morado" y en caminar hacia el Vistalegre valenciano "en una candidatura única y plural".
Una petición de candidatura única que desde las corrientes críticas con Montiel y su entorno se interpreta como una 'bandera blanca' ante la insuficiencia numérica y las dificultades para postular a un candidato o candidata con garantías de triunfo.
Más aún cuando los dos sectores opositores -el grupo encabezado por los diputados Antonio Estañ y César Jiménez y la Marea Valenciana que capitanea el también parlamentario Daniel Geffner- poseen posturas aproximadas en distintas cuestiones que apuntan a una posible alianza, especialmente cuando Estañ, que cada vez suena con más fuerza para encabezar el sector crítico, es un perfil en general aceptado y que firmó en su día el manifiesto de Anticapitalistas de cara al Vistalegre II, lo que refuerza su buena relación con la Marea Valenciana.
Además, estas dos corrientes mantienen coincidencias en lo organizativo, como se demostró en las propuestas compartidas para el Vistalegre II, y en lo político-estratégico, con la intención de marcar con mayor vehemencia al Consell; una de las críticas más recurrentes que han realizado sobre la gestión de Montiel y su equipo.
Donde sí parece existir coincidencia entre la corriente de Montiel y las críticas con su gestión es el nulo deseo de imposiciones desde Madrid. Así, el actual secretario general autonómico y su equipo se posicionaron públicamente con Íñigo Errejón en el Vistalegre II, por lo que resulta evidente su poca emoción ante la posibilidad de que Iglesias pueda apadrinar un futuro secretario general para la Comunitat.
Ahora bien, tampoco desde los sectores críticos parecen dispuestos a permitir un tutelaje de estas características. De hecho, fuentes de estos grupos señalan que la última visita de Iglesias y el aparente respaldo a Héctor Illueca con "objetivo incierto" ha hecho saltar las alarmas. En este sentido, admiten que desconocen si la intención de Madrid es la de tratar de presentar una lista o que se tenga en cuenta algún nombre en concreto para la futura dirección, pero subrayaron a este diario que no se aceptarán "imposiciones estatales", especialmente, recalcan, "si implican un desembarco del PCE".
Por otro lado, también cabe reseñar que tras el autodescarte anunciado por Sandra Mínguez, que el sector crítico nacido de Les Corts también debe buscar otra referencia femenina para la primera línea. Suenan nombres como la concejal del Ayuntamiento de Valencia, Maria Oliver; la portavoz del Círculo de Feminismos y LGTBI del País Valenciano, Isabel Muñoz; Anabel Mateu una referente en Elche o la senadora Vicenta Jiménez, una dirigente esta última que participó también en la presentación del libro el miércoles y sería bien vista por el sector de Iglesias.