VALENCIA.
El retorno de las vigilantes de la playa
El pasado 4 de julio, la modelo Hailey Baldwin -hija del actor Alec Baldwin- hizo saltar las alarmas de las tendencias apareciendo en la cubierta de un yate en Miami con un traje de baño de una pieza de talle muy marcado y rojo en el que se leía “Just Married” -recién casada-. Más allá del mensaje, que se trataba de una broma para despistar a la prensa, lo que realmente ha llamado la atención ha sido el aire noventero al más puro estilo “Los vigilantes de la playa” del bañador de la firma “Private Party”. Tirante fino, con escote delantero y en espalda y dejando al descubierto y sin complejos unas ingles desnudas que recuerdan a Pamela Anderson y sus compañeras socorristas en la mítica serie de los años 90. Rojo, por supuesto, no podría haber sido de otro color. Preparense porque, este tipo de bañador, olvidado durante décadas, vive ahora una remontada.
La moda de los años noventa está en un continuo resurgir desde hace varias temporadas: jeans de talle alto, logos visibles, reediciones de zapatillas de la época, parches, bombers... ahora también la inspiración de esa década llega a la orilla del mar y al borde de la piscina en forma de este traje de baño tan representativo de la época.
La apuesta es arriesgada, tanto a nivel estilístico como morfológico. El inicio estrechísimo de esta pieza sólo deja ver piel y formas. Sin embargo, el desafío no ha logrado asustar a celebrities tan dispares como: Kendall Jenner, Beyoncé, Selena Gómez o Taylor Swift. Este particular homenaje a Pamela Anderson se adapta a todos los físicos con mayor o menor fortuna, desde la curvilínea Beyoncé a la espigada Taylor Swift.
El traje de baño que no perdona
Para aquellas que quieran probar la tendencia -o recuperarla-, deberán tener en cuenta que esta pieza es más peligrosa que el bikini más escueto. Este traje de baño no admite mentiras y dejará al descubierto las cartucheras flácidas, los glúteos terrenales y todos los momentos de felicidad vividos en el chiringuito acompañados por el aperitivo y las cervecitas. Las piernas se quedan al descubierto desde su nacimiento en la ingle y dejando a la vista parte de la pelvis, los glúteos tampoco tienen escondite que valga y las caderas quedan totalmente a la vista. Para no hacer el tema aún más complicado, apostaremos por colores lisos huyendo del blanco y tonos muy claros.
Solamente hay un punto que no admite discusión: la depilación. Este tipo de traje de baño requiere una depilación cuidada y absoluta, el estilo Borat no es una opción valorable.
Sin embargo, el “bañador 90s” también tiene sus ventajas. Si no has nacido con la kilométricas piernas de Taylor Swift, con él conseguirás crear el efecto óptico de unas piernas larguísimas, el escote redondo favorecerá tu pecho y la espalda al descubierto estilizará tu figura. No todo iba a ser malo.
¿Un objeto de deseo o una prenda deportiva?
Podría ser fácil confundir esta pieza con una prenda deportiva para nadar, por eso para evitarlo olvidaremos los tonos flúor -hay que olvidarlos, en general- y elegiremos aquellos con estampado a rayas o con algún mensaje como el de Hailey Baldwin. Tampoco los estampados de dibujos son lo más apropiado porque seguramente se parezcan a aquel bañador que teníamos cuando la canción del verano era “Sopa de caracol” y todavía no nos preocupaban enseñar más o menos ingle.
La línea que limita en esta prenda lo deportivo de lo sexy es tan fina como su lycra. La cuestión es preguntarnos si este verano queremos convertirnos en una atractiva vigilante de la playa sacada de los años 90s o preferimos dejar esta prenda para nadar lejos del chiringuito cuando, de nuevo, nos alejemos de las playas. De todos modos, siempre nos quedará el infalible bikini...