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VALÈNCIA. La Asociación de Autoras y Autores Profesionales del Cómic (APCómic) de España ya es una realidad. La entidad ha tramitado su registro legal ante el Ministerio, un paso adelante mediante el que buscan “aunar esfuerzos para mejorar las condiciones profesionales de quienes trabajan desde España en la creación de cómics y actuar como interlocutor válido ante las instituciones”. Presidida por la veterana Laura Pérez Vernetti, la entidad cuenta además con el respaldo de numerosos creadores valencianos. Entre ellos Cristina Durán, que ejerce la vicepresidencia, así como Miguel Ángel Giner Bou, Paco Roca o Ana Penyas.
Los objetivos de la APCómic, tal y como explican en un comunicado, pasan ante todo por la representación y dignificación de todas las profesiones asociadas a la creación artística del cómic (guión, dibujo, entintado, color, rotulación o asistencia en dichas tareas), "acogiendo sin distinción a quienes trabajan desde España realizando cómics, ya sea para el mercado editorial interno o para otros mercados como el norteamericano o el francobelga".
Para la APCómic, dicha dignificación profesional pasa ante todo por la mejora de las condiciones económicas y de salud laboral de quienes crean cómics, condiciones, tal y como explican, "habitualmente precarias". De esta forma, la asociación prestará a sus miembros asesoramiento legal y fiscal, con información específica sobre aspectos contractuales, tributarios y de derechos de autor. Asimismo, pretende representar y promover los intereses de autores/as de cómic ante otras instituciones y colectivos.
La primera junta provisional gestora cuenta con la vicepresidencia de Cristina Durán y Fernando Blanco y se completa con Adrián Bago (secretario), Mikel Janín (tesorero) y, como vocales, Natacha Bustos, Albert Monteys, José Domingo, Muntsa Vicente, Marcos Martín, Miguel Ángel Giner Bou, David Rubín, Manel Cráneo, Marina Vidal, Luis Bustos, Danide, Damián y Pepo Pérez.
Escribe todos sus reportajes con viñetas, Jess Ruliffson cree en el cómic como medio para hacer periodismo. Su gran obra, Invisible Wounds, es lo que pretende. Tratar de acercar la figura de los veteranos de guerra no para juzgarlos, sino para comprenderlos. Es una colección de testimonios en primera persona de ex marines que aborda temas tan dispares como la homofobia, el suicidio y el estrés postraumático con un enfoque aséptico, pero con una fuerte carga emocional inevitable
Una de las obras más interesantes y singulares del dibujante de cómics salido del underground de Los Angeles en los 80, Beto Hernández, es el recorrido semi-autobiográfico de Tiempo de canicas. Unas páginas en las que muestra cómo discurrían las complejas relaciones de los niños, que no hacían otra cosa que simular el mundo irracional de los adultos