VALÈNCIA. Labora trabaja la traducción de su plataforma al ucraniano y al ruso para que pueda ser utilizada por los refugiados que lleguen a València. Según Enric Nomdedéu, director general del servicio, contó a Valencia Plaza, los cambios podrían ser visibles "a partir del miércoles", día en el que se celebrará una reunión en Vicepresidencia de la Generalitat con distintas oenegés.
Las traducciones se han llevado a cabo tanto para la propia web del servicio, donde se puede buscar información y darse de alta, como para los vídeos alojados en YouTube, que cuentan con subtítulos en los dos nuevos idiomas. De igual forma, la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte está prestando su colaboración para que haya un servicio de traducción en las reuniones presenciales.
Desde el organismo que encabeza Vicent Marzá también están organizando clases de castellano gratuitas en las Escuelas Oficiales de Idiomas para la población ucraniana en un proceso en el que, como define Nomdedéu, están yendo "todo la rápido posible". Esta ayuda para la mediación lingüística se suma a las ya anunciadas como la Guía de Conversación o la base de datos con voluntarios, esta última en colaboración con la Cruz Roja.
Una vez los nuevos cambios estén habilitados, se espera "mucho más tráfico" en el portal de Labora, lo cual supondría "peores cifras" en materia de paro al observar la estadística con los nuevos ingresos. Una nueva estadística que "preocupa poco" dado el contexto actual en el que lo "importante" es "dar oportunidades".
Paralelamente a la labor desarrollada desde la Generalitat, el Consulado de Ucrania en Valencia está trabajando para habilitar un registro consular en el que la población desplazada, una vez llegada a València, pueda acreditar su formación y aptitudes de cara a una futura inserción laboral en España. En palabras del cónsul, Pablo Gil, "si todo va bien, podrá estar para la semana que viene".
A su vez, existe un canal de Telegram habilitado por el Consulado con información en ucraniano para los refugiados. Para las familias acogedoras, sin embargo, aún no existen guías del estilo en castellano para regularizar la situación de los ucranianos a los que hospedan. "Las familias que los acogen también están en el laberinto, pero la información es cambiante: un día tienen que ir a una comisaría, otro día, a otra; unos días el contacto es por correo electrónico, otros por teléfono. No es algo estático", confesó el cónsul.