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EXPOSICIÓN DOBLE

Los espacios de Elisa Pardo Puch y de José Miguel Pereñíguez convergen en Luis Adelantado

25/05/2023 - 

VALÈNCIA. Dos artistas y una sola sala, con esta premisa se juntan los espacios de Elisa Pardo Puch y de José Miguel Pereñíguez en la galería Luis Adelantado. Ambos artistas reflexionan sobre sus lugares propios en una exposición doble que puede visitarse desde el 31 de mayo hasta el 8 de septiembre. Por una parte José Miguel Pereñíguez habla en El tambor de Sarga de un escenario muy cuadrado en el que hay un grupo de músicos y de actores enmascarados que esperan a que un tambor haga ruido con un trozo de sarga tensado. En otro espacio, un taller de Sevilla, se puede ver una colección de decorados que están sujetos a una disponibilidad de uso: piezas de mobiliario, herramientas, abalorios o instrumentos musicales. En este momento las razones e ilusiones se "confunden" por la lógica del desempeño de los materiales. 

En el proceso, que sucede dentro del cuadrado, la geometría adquiere el peso de una ley y habla de la realización de las piezas para representar la figura y los rasgos que dibujan el mundo: el destino, el lenguaje, la música. Ya no se trata de dejar a la geometría en su propia y abstracta deriva, sino de emplearla como la forma de mostrar y dar cuenta de todas esas otras realidades, tangibles e impuras. Toda esta labor de cifra, de traducción, de búsqueda de equivalencias arroja al final un balance equívoco. Es, respecto a su referencia, como un espejo cegado por la misma exactitud de su reflejo. Un reflejo perdido, colgado en una sala, buscando a quién corresponder. 

Obra de José Miguel Pereñíguez

Y reza el texto de sala: "Absorto en este trance de ensamblar las piezas, de trazar los diagramas, mi propio cuerpo había perdido de pronto parte de su ser, de su realidad, pues el paso de sus horas solo podía ya medirse en cosas. Ese olvido se mitigó con la oportunidad de trabajar alrededor de otros cuerpos, entregados a la danza, que iban cobrando a mis ojos mayor certidumbre. Los materiales se aliviaron de su peso, las tareas se redujeron: unos pocos cortes, aquí y allá, creaban el volumen que contenía una cabeza, un tórax, una pantorrilla y que, además, acompañaba sus movimientos .

De este modo, por vez primera, ese ritual mío, inconstante, casi sonámbulo, que un espectador emboscado podría haber presenciado en el taller de haber prestado atención, se correspondía con otro, grácil, perfectamente acabado y definitivo, que se desarrollaba sobre las tablas de la escena. Pero este otro ritual no dejaba como residuo un objeto. Figura del cambio, al danzante le sobreviene la metamorfosis última en forma de detención y de silencio. Las afecciones de la forma que le cubre y del movimiento que desprende ha de quedar fijada de algún modo, en un registro videográfico o, de nuevo, en un dibujo.

Sobre el escenario cuadrado, el sonido nunca llega. Podría ser ahora mismo o hace varios siglos, el empeño sería igual de inútil. Pero la exactitud de los movimientos de los actuantes se esfuerza en revivirlo, velada tras velada. Es de la misma especie que las demás cosas que llenan estas salas que ahora abrimos al público: igual que la utilidad del instrumento, la cifra del diagrama o mi propio ser. Todo un empeño inquebrantable y todo un eco frustrado".

José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977) se ha concentrado en el dibujo y la escultura. Su obra se erige en torno a la producción de objetos —funcionales o funcionables—, que más allá de la anécdota, le sirven para investigar cuestiones relativas a la teoría del lenguaje, la geometría o las artes aplicadas. Entre las exposiciones individuales y colectivas en las que ha participado se encuentran: CAAC (Sevilla), CAC (Málaga), Centro José Guerrero (Granada,) Galería Pedro Oliveira (Oporto) y Museo de Arte Moderno (Moscú), entre otras. Además de participar en las principales ferias nacionales e internacionales de arte contemporáneo: ARCO, Arte Santander, Untitled Miami y Art Brussels por mencionar solo las más representativas. Sus obras forman parte de colecciones como el CAAC, la Colección DKV, la Fundación Cajasol, la Obra Social Caja Madrid, la Colección Cervezas Alhambra y la Colección Rafael Botí, entre otras.

Obra de José Miguel Pereñíguez

Por otro lado Elisa Pardo Puch habla de un espacio que sirve de refugio en Bajo el cielo de la noche, una muestra en la que la pura imaginación la lleva a un refugio en un pequeño taller de costura clandestino que había servido para mujeres que se escondían tras las telas y los hilos. Obsesionada la artista por ver cómo se juntaban los colores Elisa encuentra en la obra un recuerdo de cómo las abuelas reciclan los retales sobrantes para confeccionar otros ropajes. 

La obra de esta artista es consecuencia de establecer conexiones con el entorno y su propia realidad como si de un relato de memoria se tratara, su trabajo está enraizado a su propia biografía; si en exposiciones anteriores como Recoger semillas, tejer un gorro (2020) recopiló los huesos de las frutas deglutidas por miembros de su familia y en la muestra La espera (2022), a través de una serie de esculturas de cerámica en forma de papaya, relató la experiencia de un viaje a la Baja California, con esta nueva producción titulada Bajo el cielo de la noche, la artista reúne por un lado, la enorme instalación La noche, que recoge sus características composiciones confeccionadas a mano con plásticos que, a modo de reciclaje textil, parasitan las paredes como si de una gran manta desplegada se tratara.

Obra de Elisa Pardo Puch

En este edredón elaborado con retales vuelve a hacer uso del triángulo y el cuadrado como formas fundamentales de reiteración de patrón geométrico, al modo de los telares de Anni Albers oTeresa Lanceta, emparentados a su vez con los ciclos y elementos extraídos de la naturaleza. Un pachtwork que podría considerarse un tejido pictórico que confirma el interés de la artista en el lenguaje visual como una forma alternativa de comunicación. Una instalación que se enfrenta a una serie de dibujos, El sueño, que han sido realizados en un momento de aparente Luis Adelantado Valencia improductividad como es el estado febril y que muestran figuras orgánicas de trazos ondulantes y redondeados que recuerdan a las naturalezas vivas que Maruja Mallo realizó en los años cuarenta tras un viaje a Valparaíso, y que la aproximan a ciertos rasgos surrealizantes. 

Elisa Pardo Puch (Madrid, 1988), es Licenciada en Bellas Artes por la UCM en CES Felipe II deAranjuez , graduada en el Máster de Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por UAM yUCM, Diplomada en Estudios Superiores de Diseño en la Escuela de Artes y Oficios número 10 deMadrid en 2010 y Beca Erasmus en la Escuela de Arte Duperré de París en 2009.Ha expuesto su obra en Aragon Park, Madrid 2021; Pradiauto, Madrid; Matadero, Madrid ; Unaimagen que no duela ni cueste mirar, Sala de Arte Joven, Madrid; XXIX Edición de los Circuitos delas Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid (2018); CALL XX. Luis Adelantado. Valencia; OpenStudio, Madrid; Futuro Presente, INJUVE, Madrid; Nada Sobra, segundo Premio de AdquisiciónUniversidad Nebrija, Madrid; Getxoarte, Mención especial, Bilbao; XVII Edición Premio Joven ArtesPlásticas UCM, Madrid. Además, ha participado en el Programa de Residencias artísticas deMatadero en 2021, en el Programa Chimenea 2017 y en el Encontro de Artistas Novos en la Ciudadda Cultura, Santiago de Compostela (2012).

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