VALÈNCIA (EP). La artista Maribel Quiñones 'Martirio' reivindica en una entrevista con Europa Press la importancia de la copla en la educación sentimental de generaciones, así como su significado histórico como género y la implicación de las mujeres con estas canciones. Con este objetivo, la cantante reflexiona sobre mundo simbólico y emocional de este género que ha influido en varias generaciones: "Hago un repaso, una disertación sobre la música y la literatura de la copla, sobre sus autores, cantantes, haciendo apartados emocionales como el masoquismo, la figura de la otra, los celos...", explica Maribel Quiñones (Huelva, 1954), quien reconoce la importancia de abordar estas composiciones desde un punto pedagógico para ponerlas en su contexto y tomar conciencia de "cómo se han colado" algunas ideas en el imaginario popular.
"La copla, como cualquier gran género, hay que pasarla por el filtro del tiempo, hay coplas que se pueden cantar y otras que se han quedado desfasadas en su pedagogía. Si antes lo has contado lo entienden perfectamente", señala la artista, que defiende la adaptación y el cambio de género que muchas de ellas permiten hoy en día, como 'No me quieras tanto', Rafael de León y Antonio Quintero, o 'La bien pagá', de Juan Mostazo y Ramón Perelló. Así, el repaso a la época en que la copla influyó tanto en la educación emocional de la población es uno de los aspectos en los que hace hincapié la onubense, aspectos como la influencia que tenía la Iglesia o el control de la moralidad que ejercía la dictadura franquista, según ha explicado en una conversación telefónica con Europa Press.
A lo largo de una exposición del tema, Martirio hace este viaje histórico y artístico mientras canta estrofas significativas de los distintos apartados en que divide el repertorio, un ejercicio conjunto con el auditorio, pues se trata de temas "grabados en el disco duro de los oyentes", que "acaban cantando" con ella, admite. "La gente se sabe las coplas, las ama. Cuando empiezo a cantar, la gente las canta conmigo. De todas las edades, hombres, mujeres...", destaca la cantante.
En este sentido, Martirio defiende que pasados los años, la copla "gusta mucho a la gente joven", incluso "con distintos pareceres políticos y económicos". Además, la cantante reivindica la universalidad y contemporaneidad del género, que ella misma ha llevado al tango o al jazz, y que pasado por el talento de muy diversos artistas, desde Plácido Domingo a Concha Buika, con nombres actuales que Quiñones ensalza, tales como Diana Navarro, Estrella Morente o Miguel Poveda. "Después de una Juana Reina, una Concha Piquer o un Miguel de Molina, se puede copiar", apunta en este sentido a los nuevos ritmos que hoy se fusionan con la copla y que ella misma ha aplicado en su carrera, reciente aún las bodas de plata de su disco 'Coplas de madrugá' (1997) junto a Chano Domínguez.
Un "cambio de habitación" de la copla que hizo que muchas "personas de izquierda" que denostaban el género por vincularlo a la dictadura le reconocieron que les gustaba. En este sentido, subraya que "la copla no es culpable" porque "las dictaduras siempre tratan de apropiarse de todo", e incluso ha sido paraguas de figuras como Concha Piquer, una "abanderada de la libertad como mujer" Tras formar parte del grupo Jarcha en la década de los 80, y posteriormente de Veneno, junto a Pata Negra y Kiko Veneno, en 1986, Martirio publicó su primer disco, 'Estoy mala', producido por este último. A partir de ahí comienza su carrera en solitario, siempre en constante evolución. A lo largo de estos ha trabajado con artistas como Chavela Vargas, Soledad Bravo, Javier Ruibal, María del Mar Bonet, Susana Rinaldi, Omara Portuondo, Compay Segundo, Marta Valdés, Lila Downs, Son de la Frontera, Alberto Cortez, Ojos de Brujo, Jerry González, Amancio Prada, Arcángel, Silvia Pérez Cruz, Manuel García, Rodrigo Leao o Katia Guerreiro, entre otros.