La Fuga regresa a Castelló el 21 de octubre para tocar en el Red Pier Fest y estrena nueva era con el cantante Xavo Moreno
CASTELLÓ. La mítica banda de Cantabria La Fuga volverá a pisar suelo castellonense el día 20 dentro del Red Pier Fest 19, 20 y 21 de octubre junto a grupos como Mojinos Escozíos, Tropa do Carallo o Smoking Souls. Será un buen momento para reencontrase con ellos y conocer a su nuevo vocalista, Xavi Moreno, que ha sabido darle al grupo un nuevo aire regresando a los sonidos primigenios del combo. Con tres sencillos presentados durante el año pasado y éste, La Fuga vuelven a negociar gasolina y facturar un perfecto rock pegadizo y contundente. Os recomiendo, 'Demasiado Tarde' como uno de los mejores temas que han editado en años.
Hablo con Nando, guitarra del combo, sobre la llegada de su nuevo vocalista tras la salida de Pedro y un parón de tres años, pandemia mediante. Escuchando los sencillos que el grupo ha ido publicando, producido por el propio Nando en su estudio de Reinosa, Estudios Clip, es evidente que el timbre de voz de Xavi es similar al de Rulo, primer cantante del grupo. No obstante, tenga la voz que tenga la banda, su sonido es tan carismático y reconocible que con los primeros acordes sabes inmediatamente que son ellos. Y ese hecho distintivo es un plus. “Ahora mismo la voz de Xavi tiene más punto de conexión con el primero, con Rulo, tiene un timbre más parecido; pero antes con Pedro, que la verdad no tiene nada que ver, también la gente nos decía que el tono de La Fuga se reconocía fácilmente”, comenta. Ese sello personal de La Fuga es único en un mundo donde lo fácil es el mimetismo. “Para mí es un orgullo como músico y como integrante de La Fuga es lo mejor que te pueden decir porque cuesta mucho tener un sello personal”, admite.
En 2022 y tras un parón de tres años, que en un principio iba a ser más corto, regresaron a la actividad. Los tres sencillos que se han podido escuchar con Xavi, 'Demasiado Tarde', 'Luna y Cada vez duele menos' han logrado que el público, el suyo y el nuevo, voltearan los oídos hacia ellos. Era como si volviéramos a estar en 2005 y hubiesen lanzando esa barbaridad de álbum que fue Negociando Gasolina. “Hemos notado mucho incremento (de público), supongo que serán varias cosas, lo achaco a las canciones nuevas que estamos haciendo, que creo que están funcionando guay”, apunta como factor atrayente.
La llegada del cantante ha sido muy positiva, ha caído de pie entre sus seguidores. “El tema de la llegada de Xavi a la banda también ha hecho que mucha gente se reenganche y eso también es positivo. Donde de verdad se ve la salud del grupo es en las salas, porque es donde la gente paga la entrada, es como que te implicas más”. En las salas está tu verdadero público, el que paga solo para verlos. “Ahí se ve de verdad. Hubo un momento con Pedro que tocamos muy poquito en salas porque costaba un poco, sí es verdad que la última gira con Pedro hicimos Burgos, Madrid, pero con Xavi ha sido una pesada, hemos vuelto a salas”
Para La Fuga se planteaba el problema de encontrar a un nuevo vocalista, ya pasaron por eso en 2009 cuando Rulo abandonó el combo y entró Pedro. “Con Pedro la idea era de buscar algo diferente porque queríamos cambiar el chip, pero al final te das cuenta que un grupo tiene su esencia, sus puntos característicos y entiendo que es como si me marcho yo, con mi estilo de guitarra y metes a un guitarra jazzero, yo preferiría que entrara otro igual, porque La Fuga debe continuar. Hay que buscar conexiones con nuestra identidad y con Xavi sí que lo hemos conseguido”, dice Nando.
La búsqueda en esta ocasión fue más sencilla, digamos que tenían muy cerca al cantante que finalmente entró en La Fuga. Un acierto enorme porque pone de nuevo al grupo en la palestra, de hecho apenas han tenido malas críticas por el cambio. “Es una persona que conocíamos hace mucho tiempo, no era el único punto a su favor que tuviera un timbre que fuera reconocible para el entorno de La Fuga, había más cosas”, señala. “Aparte había trabajado en el disco Raíces (2011) en la producción con Javi San Martín y luego tiene una banda, Distrito Rojo, con el cual hemos compartido escenario y agencia de management. Tenemos una relación cercana y de amistad, estaba bastante fácil la elección. Lo más importante para mí es que musicalmente nos entendamos bien”, comenta.
Estamos en el tiempo de los singles, de las canciones sueltas pero con un mismo denominador común que es el sonido de la banda y el propio grupo. “Tenemos todo planeado, me encanta planear cosas”, afirma. “Me costó convencer al manager y a la distribuidora, había gente con ciertas dudas sobre esta forma de hacerlo, pero yo soy muy cabezón y lo tenía clarísimo”.
La dinámica en la que se mete un grupo de componer, grabar y tocar siempre sigue esa secuencia y a veces puede seguir agotador. “Estaba cansado de grabar un disco, producir todas las canciones, con todo lo que lleva y después te das cuenta que sales con dos singles, tres, cuatro como máximo y en directo ¿qué haces?, no las puedes llevar todas porque tienes un repertorio grande que tienes que respetar. Acabas llevando al directo del nuevo disco cuatro canciones. Al final hay una pila de ellas que la gente no oye en directo, eso me daba mucha rabia”, dice.
La Fuga sigue facturando canciones, de hecho esto es de lo mejor que han publicado, así que ese sistema de lanzamiento por piezas no es tan malo. Tampoco novedoso. “Luego llegas al estudio con casi todas las canciones, siempre hay alguna que tienes que acabar en el estudio, sino hacerla en el estudio a última hora, a mí eso nunca me ha gustado. De esta manera era una forma de decir, nos centramos en una canción, la grabamos, la producimos, hacemos un videoclip, la tocamos en directo y hemos puesto toda la carne en el asador en esta canción”. También es una forma de ir al grano, sacar las mejores canciones posibles, las que más potencial tienen, de las que en definitivas te sientes más orgulloso. “Cada media gira sacas un tema nuevo, así todas las canciones pueden estar en el directo, igual el disco se dilata un poco más en el tiempo, pero qué más te da, por norma generan un disco lo sacas y te pasas de gira cinco o seis años”
Rebobinando un poco, nos vamos a 1997 cuando los cántabros publican su única maqueta, El Camino. En 2016 harán dieciséis años de carrera. En 1998 editan su primer larga duración, Mira con el cual se pegan más de 80 conciertos. Nando tenía 17 años, y el resto del grupo similar, eran todavía unos críos y ya estaban rockanroleando “Seguro que mucha gente que nos lee este disco ni lo conocen (risas)”. Los inicios siempre generan mucha nostalgia. “Éramos una banda de aquí de Arinosa, yo aún vivo aquí, éramos bandas de por aquí y nos fuimos juntando los que queríamos hacer algo más en serio en La Fuga”, apunta. “Yo entré justo en el segundo año cuando salió la maqueta, compartíamos local, entro en el disco de Miras y la verdad que con la gira, que fue una pasado (se le nota orgullo en la voz), nos marchábamos hasta Extremadura en furgoneta, nos dormíamos en la furgoneta, comíamos en la furgoneta, muchas veces íbamos de camping, dormíamos en tiendas de campaña, no teníamos para hotel. Muchas veces tengo el recuerdo más fresco de aquella época de lo que he hecho ayer porque era todo tan intenso y nuevo, pasabas de estar en casa con tus padres a estar de viaje”, relata.
Con su segundo disco, A Golpes de…Rock & Roll (2000) la banda tuvo que pedir un crédito. El mundo del rock a veces es complicado, pero sobre todo arriesgado. “Pedimos un crédito porque no teníamos un duro, pusimos pasta”. Su tercer álbum lo publican con una discográfica, EDG Music. “Todas estas cosas a Javi San Martín decía, como se lo curran, en nuestro tercer disco, A las Doce (2002) hacen una mini discográfica en Navarra y nos fichan porque ven que estamos super involucrados en la música. Ese punto lo veo muy importante porque ya alguien externo se interesa por la banda, donde ya tenemos un manager de Pamplona, fue donde ya empezamos a hacer cosas más importantes. Después de esa gira de A las Doce es donde ya se interesó Warner y DRO por nosotros, porque también girábamos mucho con Marea, con Fito”.
Con su siguiente disco, Calles de Papel (2003) ya estaban en un sello importante. Las cosas iban a cambiar mucho para el grupo, estaba a un paso del éxito masivo. “Mover Calles con DRO pues ya tienes otro tipo de gira un poco más importante, el disco llegaba a más sitios. Había pasta porque hasta ese punto nos metíamos en un zulo en el estudio con dos literas, todo bastante lúgubre. Ahora ya la discográfica te pagaba un hotel guapo, dietas, fue algo que no habíamos experimentado. Fue una progresión”, recuerda el guitarrista.
El día 20 los veremos en el Pier Fest, y allí veremos las mejores tonadas de la banda. Un repertorio que va mutando a medida que el público lo demanda. “El que hace el repertorio es el público, los tres temas salen por derecho propio. Vas probando, hace mucho que no tocamos tal y vas probando, pero los clásicos están ahí porque la gente los pide. No se puede renegar de tu pasado”