VALÈNCIA. La crisis abierta en Podem tras el anuncio del vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, de que se marcha del Ejecutivo autonómico se dilata en el tiempo. Después de que el pasado viernes trascendiera que había comunicado su decisión a varios miembros de su departamento y al propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el fin de semana no ha servido para reconducir la situación. Tampoco la Ejecutiva celebrada este lunes, entre el descontento de diversos cargos de la formación morada que critican la manera en la que su secretaria general en la Comunitat Valenciana, Pilar Lima, ha gestionado el asunto.
Tras la reunión, la comunicación oficial del partido –la única hasta el momento– consistió en una nota en la que se daba por enterado de la intención de Dalmau tres días después de que se conociera. En ella, no se aclaró nada más al respecto pese a la incertidumbre y el vacío de poder real en el Consell que este escenario desencadena para la formación.
La relación entre Dalmau y Lima –el máximo representante de Podem en el Gobierno autonómico y la líder del partido– nunca ha sido la mejor y ha estado marcada por numerosos pulsos, pero durante las últimas semanas –y especialmente estos días– se ha tornado insostenible.
El detonante más reciente ha sido el nombramiento pendiente en la Secretaría Autonómica de Justicia. Un puesto –el segundo más importante que los morados ostentan dentro del Consell– que ya lleva tres meses sin cubrirse y sobre el cual existían discrepancias respecto al perfil idóneo para ocuparlo. Mientras Dalmau apostaba por nombres como su mano derecha en la Conselleria de Vivienda, Adoración Guamán, o la abogada Miriam Salmerón, Lima lo hacía por el economista Antonio Palacián. Algo que le hizo saber a la Consellera de Justicia, Gabriela Bravo, el pasado julio, asumiendo que daría el visto bueno.
El hecho de que no hubiera lugar para la negociación generó cabreo en el vicepresidente segundo y en su entorno. Una percepción que ha acabado extendiéndose entre otros representantes morados que, en algunos casos, ni siquiera se adscriben a la corriente de Dalmau. "No puede ser que Lima haya dejado que esto suceda y que se vuelva a hablar de nosotros una vez más por la purgas internas en mitad de una pandemia", señalan varias fuentes, que recuerdan la tensión que ya provocó la sustitución de Naiara Davó en la portavocía de Les Corts a comienzos de este año.
El nombre que se da por hecho como nuevo conseller de Vivienda es el director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en el ministerio, Héctor Illueca, quien ya había sonado en ocasiones anteriores. Éste no es mal recibido entre bastantes de sus compañeros de partido, que sobre todo lamentan la forma en la que ha sucedido todo. Sin embargo, hay quien apunta a que tampoco se trata de una persona que vaya a sumar a nivel interno. Afín a Lima y al sector de Pablo Iglesias, creen que carece de perfil político potente –algo necesario en la vicepresidencia del Consell– y dudan de que vaya a ser capaz de trabajar por la cohesión y la unidad en un Podem dividido sin solución aparente. Pese a ello, asumen que podría tratarse del cabeza de lista para las próximas elecciones autonómicas, cuyo posible adelanto empieza a sobrevolar de nuevo el Palau. Darlo a conocer cuanto antes resultaría, por lo tanto, importante para los morados.
El alcance de los cambios dentro del Gobierno autonómico es todavía una incógnita. A Dalmau podrían acompañarle en la salida sus cargos más cercanos, como Adoración Guamán. La lógica indica que también algunos asesores de confianza. Aun así, el deseo es que no caigan demasiadas piezas con la llegada de Illueca puesto que aún quedaban varios puestos vacantes por nombrar (entre ellos la conflictiva Secretaría Autonómica de Justicia). Además, las personas que quedan en el segundo y tercer escalón de Vivienda, como pueden ser Alejandro Aguilar o César Jiménez, se han decantado o por tratar de tender puentes con las diferentes corrientes o por mantenerse al margen de las cuitas internas.
Pese a que a final de cuentas pueda no existir un efecto dominó considerable, que se vaya el vicepresidente segundo del Consell en este momento afecta al PSPV y claramente perjudica a Podem. Dalmau ha destacado por su perfil nada molesto para los socialistas, con escaso protagonismo propio, nula presión a sus socios sobre cuestiones sociales o sanitarias e incluso destacando en multitud de ocasiones como aliado de Puig. El presidente de la Generalitat pierde, por lo tanto, una pieza que no le ha dado demasiados dolores de cabeza a diferencia de Mónica Oltra. Aun así, a su favor juegan los tiempos. Aunque será Lima la que ponga encima de la mesa la propuesta para sustituir a Dalmau al ser la parte competente para ello, los plazos y el propio nombramiento de un nuevo vicepresidente segundo se encuentran en manos de Puig.
La dilación, por lo tanto, parece lo más probable. En primer lugar, por parte del propio partido, que mantiene silencio, evita aclarar la situación y no mueve ficha. En un comunicado oficial tras la reunión de la Ejecutiva de ayer lunes, únicamente señaló que había tratado la petición de Dalmau de ser relevado de sus funciones atendiendo "al ciclo político que se abre en la segunda parte de la legislatura donde una nueva etapa en la lucha contra la pandemia y en la reconstrucción económica hace necesario un reimpulso de las políticas públicas". La voluntad de ser sustituido fue comunicada a la dirección, confirman desde el entorno del vicepresidente segundo.
Al margen de ensalzar su gestión al frente de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, no hubo mención alguna al contenido del encuentro, a la valoración de lo ocurrido o a la decisión de su relevo mientras ya carece, en la práctica, de su máximo referente en el Consell. Desde la formación señalan que se comunicarán las siguientes cuestiones cuando proceda, sin concretar nada más al respecto.
Esta primera reacción oficial acrecentó el descontento entre cargos del partido por no aportar nada. De hecho, algunos de los diputados de Les Corts se enteraron por la prensa de la convocatoria de la Ejecutiva, conformada por el núcleo duro afín a Lima. A la espera quedará saber si se convoca el Consejo Ciudadano Valenciano (la dirección más amplia de Podem).