Monumento fallero de las Fallas de Montroi. Foto: Turisme MontroiVALÈNCIA. Mientras la nostalgia por el fin de las Fallas sigue en el ambiente de las calles valencianas, tres municipios comienzan con los preparativos para dar inicio a esta festividad. En la Comunidad Valenciana, el 19 de marzo marca el final de las Fallas en la mayoría de las localidades, pero en Turís, Alcàsser y Montserrat, la festividad se extiende varios días más.
Este año, con las vacaciones de Fallas y Pascuas coincidiendo estrechamente, mientras que en gran parte de la región se reúnen para celebrar la Pascua, en estos municipios aún se respira el ambiente fallero. ¿El motivo? Podría decirse que la solidaridad de estos municipios. Una arraigada tradición desafía el calendario festivo y encuentra sus raíces en el compromiso de los músicos locales, quienes históricamente han participado en las celebraciones de Valencia durante la semana grande fallera.
En Montserrat, la historia de las Fallas también se escribe una semana después de San José. La tradición se respeta desde el mismo año de su fundación, cuando la comisión para poder montar monumento, pidió ayuda y la falla Nador Miraculosa de Valencia, con la que había amistad, respondió con generosidad. Les prestó unos cuantos ninots y les pusieron como condición que plantaran una vez pasado el 19 de marzo San José. Fue tal el éxito, que se ha mantenido la tradición hasta la actualidad.
Este año, del 3 al 7 de abril, el pueblo vive sus días grandes para no coincidir con la Semana Santa y la Pascua. La plantà de las dos fallas locales se llevará a cabo en plena Semana Santa, marcando el inicio de los actos principales que incluyen verbenas nocturnas, mascletàs, la emotiva ofrenda de flores y la espectacular Nit de Foc que ilumina la noche.
Por su parte, Turís es uno de los principales municipios valencianos que celebran esta prolongada festividad. Cinco comisiones falleras crean un ambiente festivo que atrae a falleros de localidades vecinas y del propio "cap i casal". Desde la plantà, el 4 de abril, una serie de eventos se suceden, que van desde la parada mora o el correfocs hasta las orquestas y la ofrenda de flores, que congrega a miles de personas que viajan para disfrutar de las fiestas josefinas de la localidad.
Siguiendo la programación, el ambiente inunda las calles con parques infantiles, cenas de hermandad y las emblemáticas albades. Las noches se llenan con los primeros ‘bunyols’ acompañados de vi dolç Canyamar o mistela. Mientras, los días están marcados por las animadas cercaviles, las entradas de bandas falleras y las vibrantes mascletàs que resuenan por el pueblo. El día 7 llega el fin de las fiestas al municipio.
Por último, en Alcàsser, las Fallas toman una dimensión aún más especial al extenderse en el tiempo. Mientras que la mayoría de las comisiones celebra la semana de San José, la Falla El Raval lleva su fiesta una semana más allá, convirtiendo su celebración en tardía en una tradición arraigada desde los albores de su fundación se mantiene viva, con la esperada plantà que dará inicio el próximo 4 de abril y culminará con la simbólica cremà el 7 de abril.
Así, en Turís, Alcàsser y Montserrat, las Fallas desafían el paso del tiempo y se erigen como una cita ineludible, donde la tradición, la música y la fiesta se entrelazan para mantener viva la esencia de esta festividad tan arraigada en el corazón de los valencianos.
