CASTELLÓ. El presidente del Grupo Pamesa, Fernando Roig, no ha esperado a que patronal y sindicatos lleguen a un acuerdo sobre la negociación del convenio colectivo del sector cerámico que lleva meses encallada y que ha derivado ya en dos jornadas de huelga y varias manifestaciones. Este martes, Roig ha anunciado que aplicará y abonará a sus trabajadores a partir del próximo mes la actualización del 3,1% para el año 2023 (lo que aumentó el IPC ese año). "La paz social entre el grupo y los trabajadores es fundamental, por eso hemos tomado esta decisión", ha indicado Roig.
El movimiento del gigante del azulejo pone en un brete a la patronal del sector, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer). Y es que, aunque los representantes de la patronal en la mesa negociadora ya pusieron sobre la mesa este aumento del 3,1% y los sindicatos la rechazaron (en realidad lo hizo UGT, CCOO estaba dispuesta a asumir esa alza), el movimiento de Roig busca evidenciar una situación que en su opinión debería haberse evitado.
De esta manera, el Grupo Pamesa se anticipa a las negociaciones asegurando que la medida "refleja el compromiso con sus empleados y su determinación para mantener un ambiente laboral estable y próspero incluso en tiempos desafiantes". El grupo cuenta con 2.786 empleados, lo que representa el 20% del sector.
Fernando Roig se ha referido a la situación de bloqueo en las negociaciones entre patronal y sindicatos y ha instado al acuerdo. "Hay que tener paz social, es fundamental, tenemos que llegar a un acuerdo", ha manifestado. Roig ha apuntado además que ha aplicado la revisión conforme al IPC "para mantener el poder adquisitivo". "Soy partidario de llegar a acuerdos, soy enemigo de las subvenciones y de las huelgas, por eso nosotros vamos a aplicar ya el 3,1%", ha reiterado durante la rueda de prensa de presentación de los resultados económicos del Grupo Pamesa.
No ha sido el único dardo lanzado por el presidente del Grupo Pamesa a Ascer. Preguntado sobre las ayudas al sector que reclamaban diferentes voces e instituciones como la patronal cerámica, Roig ha sido tajante: "No somos de subvenciones, sino de soluciones". En este sentido, ha explicado que el grupo ha descartado solicitar las ayudas del Gobierno porque "no creen" en las ayudas, tal y como ha explicado en otras ocasiones.
Un posicionamiento que también choca con las afirmaciones que realizó el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, durante el balance del sector presentado en la feria Cevisama. Allí, el representante de la patronal afirmó que sin la llegada de ayudas el sector no iba a aguantar.
"No creemos en las ayudas, y creemos que el Gobierno debe aportar soluciones como en el tema de la cogeneración", ha defendido Roig. En concreto, ha manifestado que "urge la promulgación del nuevo marco a la operación de la cogeneración, que es imprescindible para producir en condiciones de certidumbre y fundamental para preparar el nuevo ciclo inversor".