VALÈNCIA. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de València, Vicent Sarriá, ha señalado este lunes sobre el edificio del antiguo cine Metropol que se trata de una propiedad privada sobre la cual en el pasado "nadie había pedido la catalogación de este edificio como protegido", sino que se ha reclamado después de que hace más de un año sus propietarios pidieran una licencia de actividad. "No se puede legislar retroactivamente porque los propietarios tienen unos derechos adquiridos", ha advertido.
Así se ha pronunciado Sarriá en declaraciones a los medios, a los que ha explicado que en 2005 el Catálogo de Protección del Eixample no contemplaba ninguna protección sobre este inmueble y la Conselleria de Cultura concluyó tras una inspección interna y externa que no encontraba elementos patrimoniales que justificaran una mayor protección y recomendaba al ayuntamiento que hiciera un "reestudio" del propio catálogo.
Así, un equipo de arquitectos, el mismo que redactó en 2005 el catálogo, ha realizado un nuevo informe y ha concluido que este inmueble no posee aspectos a tener en cuenta para declarar su protección.
Sarriá ha asegurado que no le corresponde a él "juzgar lo que tres prestigiosos arquitectos hayan valorado sobre el edificio" porque lo que le toca es "aplicar la ley y las normas urbanísticas".
En este sentido, ha remarcado que los propietarios pidieron una licencia de actividades que "lleva un año esperando" y Urbanismo ha "cumplido sobradamente la función de velar por si hubiera alguna cuestión de relevancia patrimonial que pudiera llevar a una paralización o limitación del derecho a la libertad en este caso".
"La conclusión de todos los informes que obran en nuestro poder es que no y, por tanto, se le ha trasladado al servicio de licencias de actividad que puede proseguir con la tramitación de esa licencia, independientemente de que en el transcurso de la tramitación puedan darse acuerdos puntuales con la propiedad que, obviamente, tiene el derecho de ejercer ese derecho a la propiedad", ha agregado. Preguntado sobre el hecho de que la Fundación Goerlich diga que tiene otros arquitectos que defienden lo contrario, Vicent Sarriá ha señalado que no lo duda pero el ayuntamiento ha seguido el procedimiento establecido.
Así, ha agregado: "Estas cosas siempre tienen una parte de subjetividad, pero como responsable de Urbanismo tengo que velar también por los intereses del ayuntamiento; no estamos hablando de un edificio que sea propiedad pública, estamos ante un edificio de propiedad privada que tiene una solicitud de hace más un año, que en ningún momento en el pasado nadie había pedido la catalogación como protegido, es un hecho reciente".
Por ello, ha agregado, a los propietarios les asisten unos derechos que "de no materializarse podrían reclamar daños y perjuicios" al consistorio. Sarriá ha incidido en que no es un tema simplemente de "opinión o valoración" de un edificio en concreto, cosa que respeta, pero "una licencia es un hecho reglado y cuando los propietarios la solicitaron tenían unos derechos edificatorios sobre un edificio que no estaba protegido".
"No se protegió en el Plan General, en el Plan Especial del Eixample, no es un edificio que esté escondido, está ante el Colegio de Arquitectos y no consta que en todo ese proceso y en estos años nadie haya pedido su proyección", ha insistido.