La casa de Steve Anderson acaba de soplar velas. En concreto: 21 velas al son de una cocina cuyos amarres siempre han sido el mercado, el territorio y una mirada abierta al mundo. Cocina de aquí y cocina de allí, ¿por qué no?

Culto, sensible, honesto y lúcido (también introvertido) Steve es una de las voces que más me apetece escuchar del panorama culinario —y es que la cocina es (debería ser) mucho más que técnicas, premios, listas y ego a cascoporro: la gastronomía también es cultura, encuentro y diálogo. Y yo siempre aprendo algo a la vera de Steve.

Veintiún años después, ha decidido dejar paso a Toshiya Kai al frente de su primer local en Valéncia; Toshi es un cachorro con talento y recorrido y lo demuestra mirando al pasado pero también a lo que viene —a lo que vendrá. Ostra valenciana con aguacate, anguila ahumada con ajo y perejil o el fantástico trabajo con pescado de lonja. 

Feliz cumpleaños, familia.