VALÈNCIA. Stadler Rail Valencia SA sufrió una acusada caída en su facturación en el ejercicio 2017, si bien sentó las bases en dicho ejercicio para que ocurra justo lo contrario en el presente 2018. Así se desprende de las cuentas anuales depositadas por la firma en el registro mercantil, en las que la mercantil cifra sus ingresos en 166,2 millones de euros.
La cantidad representa una caída del 19% respecto al resultado del año anterior, en el que la facturación fue de 205,1 millones. La caída se produjo también en el resultado neto de la fabricante valenciana de trenes y locomotoras, que pasó de los 3 millones de euros de beneficio de 2016 a tan solo 300.000 euros en el pasado 2017.
No obstante, cabe enmarcar la caída en dicho ejercicio a que en 2016, el primer año de la multinacional suiza Stadler Rail AG al frente de la factoría de Albuixech, la firma apenas firmó contratos para el suministro de trenes y locomotoras, tal y como explicó este diario.
En este sentido, las cuentas de 2017 albergan motivos para la esperanza. En concreto, la mercantil explica en su informe de gestión que su cartera de pedidos al cierre de 2017 ascendía a 518,1 millones de euros, de los cuales un total de 224,1 millones de euros correspondieron a los siguientes pedidos firmados en el ejercicio del balance:
Además, según revelan las cuentas, el 28 de junio de 2017 el socio único (la suiza Stadler Rail AG) "aprobó la distribución de dividendos por importe de 24,9 millones de euros con cargo a las reservas voluntarias".
Y sobre el conflicto en Sudáfrica, nación que ha tumbado un contrato por el que Stadler (cuando era Vossloh España) acordó el suministro de 70 locomotoras al intermediario Swifambo, la compañía reconoce que "se ha dictado una primera sentencia en el procedimiento contencioso que mantiene Swifambo Rail Leasing con el operador Passenger Rail Agency of South Africa -Prasa, la Renfe sudafricana- declarando la nulidad del acto de adjudicación y de la decisión de terminar el contrato con Swifambo".
No obstante, Stadler subraya que, "si bien el resultado de este procedimiento judicial, del que la sociedad no es parte, pudiera llegar a condicionar el desarrollo futuro del proyecto, no se prevé que ello impacte en la cuenta de resultados de la sociedad".