VALÈNCIA. La empresa constructora valenciana Urbem ha logrado este viernes la adhesión de la Junta de Acreedores al convenio propuesto por la familia Pastor, titular de la mayoría accionarial, por lo que con esto se levanta el concurso de acreedores en el que se hallaba desde junio de 2015 tramitado ante el juzgado de lo Mercantil nº1 de Valencia. El convenio recoge el pago de todas las deudas sin quitas y en un plazo de 90 días, y ha sido suscrito por los principales acreedores de la Compañía, entre ellos el Banco de Santander, totalizando un 76% de adhesiones.
El importe de la deuda contraída por Urbem ascendía a 39 millones de euros. El convenio establece que los compromisos pendientes serán satisfechos mediante la cesión de producto inmobiliario acabado (con la entrega de pisos, garajes y locales comerciales) a los acreedores hipotecarios, y en efectivo para el resto. Urbem mantiene en su poder la mayor parte del suelo edificable.
El resultado es satisfactorio, según José Pastor, socio mayoritario de Urbem. “Es muy satisfactorio para todas las partes porque los acreedores hipotecarios son compensados con inmuebles de alto valor y el resto en dinero, y porque Urbem se mantiene como una empresa fuerte y conserva solares con grandes expectativas de desarrollo. Una empresa evidentemente menor de lo que era antes pero con capacidad para empezar a trabajar y crecer de nuevo”.
De hecho Urbem va a iniciar inmediatamente su actividad promotora solicitando licencia para construir más de cien viviendas en el Bulevar Sur (avenida de Fernando Abril Martorell) frente a la nueva Fe. Se trata de pisos de protección oficial de dos a cuatro dormitorios, que cuentan con amplias zonas comunes y se comercializarán a partir de los próximos días.
Cabe recodar que la entrada de Urbem en concurso fue causada principalmente, no tanto por insuficiencia de activos, cuanto por la inseguridad jurídica que generaba a los acreedores el largo contencioso que mantenían Inversiones Mebru (filial de Cleop) y la familia Pastor por la mayoría accionarial, que imposibilitaba llegar a acuerdos.