Montaje: GUILLERMO R. GILVALÈNCIA. El descenso de las temperaturas que acompaña a València este fin de semana deja en la ciudad los primeros días frescos de octubre y prácticamente de todo el otoño, una estación que este año se caracteriza, al menos por ahora, por un mayor calor al habitual y una escasez de lluvias. De hecho, hasta el pasado día 18 y según los cálculos de la delegación valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la temperatura media de octubre presentaba en toda la autonomía una anomalía de 3,4 grados respecto a la media registrada entre 1991 y 2020, el periodo que desde este año utiliza este organismo público como referencia para producción climatológica. En el caso de València, y como ha comprobado Valencia Plaza, la variación se situaba en torno a los 2,2 grados en ese mismo tramo.
Este escenario, que prolonga el tiempo cálido más allá de agosto o incluso septiembre y al que coloquialmente se llega a denominar veroño, tiende a ser más recurrente en los últimos años. “Lo habitual está siendo que las lluvias se retrasen a noviembre y tengamos un tiempo más estable en octubre. En la medida que esto suceda, es normal que las temperaturas asciendan”, sostiene el doctor en Geografía, meteorólogo y miembro de la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet), Rafael Armengot, quien apunta también que octubre había sido tradicionalmente el mes más lluvioso en València. “En los últimos años no está tendiendo a ser así y esa máxima situación de lluvias se ha trasladado con mayor frecuencia a noviembre”, mantiene.
Así pues, y paulatinamente, ese periodo más lluvioso parece por lo general haberse retrasado durante el último siglo. Este año, además de un tiempo más estable, se han visto igualmente varias noches tropicales en octubre. “No es que fueran insólitas, en otros octubres se han dado, pero este año se están produciendo con más frecuencia”, confirma Armengot. De este modo, en los primeros diecisiete días de este mes la temperatura media diaria registrada por la estación de Aemet en València siempre ha registrado valores superiores a la media del periodo 1991-2020. En concreto, desde el pasado día 14 han llegado incluso a verse de forma recurrente alteraciones al alza de más de tres grados.
En su cuenta de X (antes Twitter), la delegación de Aemet en la Comunitat Valenciana explicaba que el flujo continuo del aire de poniente, “cálido en origen y que en su tránsito por la Península sufre varios procesos de calentamiento”, habría provocado que los “valores muy anómalos” continuaran hasta bien entrada esta semana. De esta manera, y si se observan las temperaturas medias diarias desde principios de septiembre y hasta ya muy avanzado el mes de octubre, se puede comprobar cómo, a pesar de las fluctuaciones, la temperatura no ha llegado a descender del todo a niveles propios del otoño, al menos hasta este fin de semana. Según la media de las temperaturas diarias durante los últimos treinta años, lo habitual sería que esa bajada de los termómetros hubiera aparecido antes.
Dado este contexto, resulta innegable que este está siendo un arranque del otoño especialmente cálido, pero la prolongación del calor hasta más allá de la primera quincena de octubre también ha aparecido en ejercicios previos. En los últimos quince años, desde el inicio de esta estación y hasta el día 17 de octubre, solo se han registrado temperaturas por debajo de la media del periodo 1991-2020 para estas fechas en tres ocasiones, y en ningún caso fue por más de medio grado. En cambio, las alteraciones al alza en más de un grado sí han aparecido en distintas ocasiones.
A pesar de ello, que esta situación haya sido frecuente en esta década no permite asegurar con certeza que se vaya a seguir produciendo en el futuro con total seguridad. “El hecho de que vaya a hacer más calor en octubre apunta a ser recurrente, pero esto requiere de estudios mucho más serios”, confirma Armengot, quien no obstante reconoce que aquello que era “una sorpresa” hace unos años “últimamente ya no lo es”.
Por ahora, y si se comparan las temperaturas registradas durante el otoño en la última década con las de hace cuarenta años en València, y más concretamente con el periodo 1974-1983, sí se observa cómo la tendencia ha sido hacia el aumento de las temperaturas en esta estación del año. De hecho, y mientras que hace cuatro décadas los valores medios diarios más frecuentes estaban entre los 11 y los 13 grados, ahora es más normal que se contabilicen de media entre 13 y 15 grados en otoño, con muchos días en los que, incluso, se alcanzan los 21 grados. En cambio, antes los días cálidos de esta estación se situaban, con mayor frecuencia, entre los 16 y los 19 grados.
En el conjunto del año, además, las temperaturas están siendo igualmente elevadas, en concreto unos 0,7 grados por encima de la media registrada durante el periodo 1991-2020 hasta el día 17 de octubre. Así pues, y de momento, 2023 está siendo uno de los años recientes de mayor anomalía, junto con 2001 y 2014. No obstante, las diferencias al alza son ahora mucho más frecuentes que a comienzos de siglo, ya que en los últimos diez ejercicios, y a estas alturas del año, solo se contabilizaban valores inferiores a la media de 1991-2020 en 2021.
En términos generales, y según la última predicción realizada por Aemet hace unos días, se estima que lo que resta del otoño y los meses de invierno meteorológico, correspondientes a diciembre, enero y febrero, serán con gran probabilidad más cálidos de lo normal. Del mismo modo, existen un 50% de probabilidades de que el trimestre noviembre-enero, así como el mes de febrero, sean más lluviosos de lo normal.
Aemet ha confirmado también que en todo el país la primera quincena de octubre ya es “la más cálida de la serie histórica con diferencia, superando a la de 2017” en 1,5 grados. “Se trata de una ola de calor extraordinaria, muy anómala, con temperaturas en muchos casos propias de finales de agosto más que de octubre”, aseveró el pasado lunes el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Rafael del Campo.
El portavoz de Aemet indicó igualmente que a lo largo de 2023 y hasta el 15 de octubre se han registrado 31 récords de días cálidos. “Llevamos seis veces más de récords cálidos y ninguno de fríos”, subrayó Rafael del Campo, quien sostuvo también que este escenario es “una señal clarísima de cómo un aumento de la temperatura media se traduce en un incremento muy grande de los fenómenos extremos relacionados con las altas temperaturas”.
