VALÈNCIA (EFE). Los 130.000 kilos de tomates que serán lanzados este miércoles en la primera fiesta de La Tomatina de Buñol que se celebra tras la pandemia esperan ya su destino en los seis camiones que los llevarán a su destino final, tras haber sido cargados este martes en La Llosa (Castellón).
El municipio castellonense ha vuelto a ser elegido como proveedor oficial de esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional, que en esta ocasión contará con los tomates de la cooperativa local Citrimed.
La concejala de La Tomatina del Ayuntamiento de Buñol, María Vallés, ha acudido a este acto tradicional de carga de las hortalizas, donde ha destacado las ganas que hay de retomar una fiesta emblemática que quedó suspendida durante la pandemia de coronavirus.
Vallés ha destacado el deseo de "lanzar los tomates y soltar la adrenalina" que se ha ido acumulando durante dos años, y ha explicado que en esta edición van a contar con más visitantes de la zona europea en detrimento de los asiáticos, que había sido el público predominante en esta fiesta hasta ahora.
"Hay lugares donde la pandemia, por desgracia, aún se está notando, como puede ser la zona de Japón, China y Australia", por lo que este año, en que La Tomatina cumple 75 años, "vamos a contar con un turismo más cercano", ha relatado.
Bélgica, Holanda, Alemania, Inglaterra y, a última hora, Italia, son los países que más participantes aportarán a esta fiesta y que confirmarán la vuelta de "la sociabilización que aporta La Tomatina", ha manifestado la concejala.
En cuanto al beneficio económico que reportará La Tomatina, Vallés ha afirmado que según los cálculos realizados se ingresarán 2 millones de euros en toda la provincia de Valencia, puesto que son muchos los que pasan el día en Buñol, pero prefieren pernoctar en la capital o en la zona de playa.
El encargado de la cooperativa Citrimed, Iván Fuenfría, ha señalado que parte de los tomates que se emplearán proceden de Castilla-La Mancha y el norte de Castellón, pues la incertidumbre sobre la celebración de la fiesta ha ocasionado que los agricultores locales no puedan aportar tomates -como en ediciones anteriores-, ya que en el momento en que se acordó celebrarla no habría dado tiempo a cultivarlos.
El responsable de la "munición" que se lanzará en Buñol este último miércoles de agosto ha explicado la importancia de que el tomate se encuentre maduro, ya que "un 'tomatazo' verde puede hacer daño", y además "la gente disfruta también de lo que es bañarse en el tomate como si fuese una piscina".
Fuenfría ha señalado finalmente que la variedad de tomate elegida también es importante, ya que "tiene que ser de pera, porque tiene más caldo".