VALÈNCIA (EP). El Estudio PsiCE, realizado en España sobre salud mental infantojuvenil y la eficacia de las intervenciones psicológicas en contextos educativos concluye, en su primera fase, que el 12 por ciento de adolescentes presentaron puntuaciones compatibles con riesgo de problemas emocionales y conductuales. El 6% de los adolescentes informaron de síntomas graves de depresión, mientras que el 15% refirieron síntomas graves de ansiedad.
La III Jornada de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana (COPCV) 'Educación y Salud Mental a lo largo del desarrollo vital' ha abordado hoy en la Universitat Jaume I de Castelló asuntos relacionados con la salud metnal en adolescente con destacados profesionales de la Psicología.
El psicólogo José Antonio Luengo ha impartido la conferencia inaugural 'La promoción del bienestar psicológico en los centros educativos'. A continuación, ha tenido lugar una mesa redonda en la que psicólogas del Teléfono de la Esperanza, del Centro Mujer 24 horas de Castellón, de la Fundación ANAR y del Servicio Psicopedagógico de Atención al Menor han hablado de todos los recursos destinados al cuidado de la salud mental.
En este acto, se ha presentado en la Comunitat el Estudio PsiCE, Psicología en Centros Educativos. Se trata del mayor estudio realizado en España sobre salud mental infantojuvenil y la eficacia de las intervenciones psicológicas en contextos educativos.
Según ha señalado el COPCV, los trastornos de depresión y ansiedad son la clase más común de problemas referidos durante la adolescencia. El 50% de los trastornos mentales comienzan antes de los 18 años mientras que el desajuste emocional o comportamental, aparece antes de los 15 años.
Estos son algunos de los datos que han incentivado al Consejo General de la Psicología de España y a Psicofundación, a promover el Estudio PsiCE a nivel nacional. El Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana ha participado recogiendo la muestra de cerca de 1.000 estudiante entre los 11 y 18 años pertenecientes a siete centros de las tres provincias de la Comunitat.
El objetivo es analizar cuál es su situación emocional y psicológica para, más tarde, intervenir y demostrar que la presencia y la intervención del psicólogo o psicóloga educativa en los centros de secundaria y en los ciclos formativos es eficaz a la hora de abordar desequilibrios y trastornos, pero, sobre todo, a la hora de desarrollar un trabajo orientado a la prevención. Entre los objetivos de PsiCE también se encuentra el de validar científicamente un modelo unificado para ponerlo en práctica a nivel nacional.
La adolescencia es una etapa especialmente delicada, es un momento de cambios en la que se asientan las bases del desarrollo adulto. Varias investigaciones y metaanálisis confirman que la prevalencia de trastornos psicológicos en estas edades es "preocupante", según el COPCV.
Los adolescentes pasan gran parte del día en los centros educativos, son espacios de socialización, formación y promoción de un desarrollo óptimo, lo que los confiere como el mejor entorno para intervenir, paliar o prevenir. "No se puede desligar a la persona de su espacio de formación", ha aserverado Sefa Mulet, psicóloga educativa y clínica, coordinadora del Estudio PsiCE en la Comunitat, quien ha presentado algunos de los datos obtenidos en la primera parte de PsiCE.
La psicóloga ha asegurado que "cada día, los y las compañeras psicólogas que trabajan en el ámbito educativo se enfrentan a trastornos de conductas, autolesiones, procesos de desequilibrio, entre otros, situaciones que influyen directamente tanto en la convivencia dentro de los centros como en el rendimiento y futuro del alumnado que lo sufre y por supuesto, en las familias".
Por ello, "es tan necesario demostrar con datos empíricos que la presencia del psicólogo educativo es eficaz y rentable", ha dicho.
En total, en el Estudio PsiCE han participado cerca de 9.000 alumnos y alumnas de secundaria y ciclos formativos de toda España. Los psicólogos han recogido información sobre problemas emocionales y comportamentales, autoestima, consumo de sustancias, rendimiento académico, depresión o ansiedad, entre otros aspectos.
A nivel nacional, los datos extraídos de la primera parte del estudio -recogida de información y obtención de datos- indican que el 12% de los adolescentes presentaron puntuaciones compatibles con riesgo de problemas emocionales y conductuales. El 6% de los adolescentes informaron de síntomas graves de depresión, mientras que un 26% presentaron síntomas de depresión de intensidad moderada. Además, el 15% de los jóvenes refirieron síntomas de ansiedad graves, mientras que el 20% informaron de síntomas de ansiedad moderados. Un 4,9% de los adolescentes indicó que en algún momento había intentado quitarse la vida.
"En esta etapa evolutiva, la idoneidad de la presencia de profesionales de la conducta humana como somos los y las psicólogas es innegable, como también lo es la necesidad de que sean psicólogos educativos por su especialidad. Después de la pandemia, esto se ha hecho más evidente", ha afirmado la coordinadora de PsiCE.
"La gente lo nota y nosotros, como expertas y expertos, estamos viviendo situaciones que nos hacen constatar que es importante destinar recursos adecuados en salud mental y bienestar para el correcto desarrollo y rendimiento de la persona, tanto para el éxito académico, como por la salud psicológica", ha concluido. Este año, los investigadores esperan hacer públicas las conclusiones finales del Estudio PsiCE.