VALÈNCIA (EFE). El siete por ciento de los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de la Comunitat Valenciana en 2023 sufrió infecciones nosocomiales, ligeramente por encima de la media nacional, del 6,86 por ciento.
Según ha informado la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SeMicyuc), el porcentaje de pacientes afectados en 2023 en la Comunitat Valenciana está por encima del 4,57 % alcanzado en 2019, aunque con la aparición de la pandemia de covid se disparó a 11,14 % en 2020, bajó en 2021 hasta 6,04 % y en 2022 volvió a subir al 9,35 %.
En la Comunitat Valenciana han participado 23 hospitales y se ha analizado a 3.678 pacientes, según las fuentes, que indican que la edad media del paciente ingresado en la UCI es de 63,40 años y la estancia en esa unidad es de 6,39 días.
A nivel nacional, las infecciones que se producen en la unidades de cuidados intensivos han bajado de forma generalizada en 2023 gracias a que los protocolos se han aplicado correctamente, tras la imposibilidad de hacerlo en pandemia por falta de formación de los profesionales, avalancha de pacientes y extensión de las uci a zonas no preparadas.
Según SeMicyuc, los datos de 2023 constatan el descenso de todas las infecciones analizadas en el registro EVIN-HELICS: bacteriemias, neumonía asociada a la ventilación mecánica, diseminación de bacterias multirresistentes e infección del tracto urinario.
Así, en 2023 la mortalidad en España por infección relacionada con dispositivos invasores de las UCI está en el 9,63 %, cinco puntos por debajo de los valores alcanzados en plena pandemia: 14,34 % de mortalidad en 2020 y en línea con los resultados de 2019, que eran del 9,69 %.
También desciende el número de pacientes con neumonía asociada a ventilación mecánica que en 2023 es del 6,88 %, frente al 14,6 % de 2020.
Según el intesivista del hospital Vall d'Hebron (Barcelona) Xavier Nuvials, los datos permiten ser optimistas aunque no se hayan recuperado las cifras de antes de la pandemia, cuando este porcentaje rondaba el 4 %.
También se ha reducido la bacteriemia asociada a catéter que en 2023 fue del 2,79 %, cuatro puntos menos que en 2020 y mu similar a la de 2019, que fue 2,5 %.
Y las infecciones urinarias en pacientes vinculada al uso de sonda uretral estaba el año pasado en el 3 % frente al 4,2 % del inicio de la pandemia. No obstante en este caso aún no se han alcanzado los niveles anteriores a la covid, que eran del 2,3 %.
"No nos hemos marcado un horizonte temporal concreto, pero el objetivo es alcanzar las tasas definidas en los estándares de calidad lo antes posible, de ahí que desde el Consejo Asesor de los Proyectos de Seguridad del Ministerio de Sanidad se insista en retomar los proyectos Zero para prevenir las infecciones en la asistencia sanitaria", ha señalado.
Desde la SeMicyuc han informado de que en pandemia los niveles de infección se triplicaron al no poder adaptar los protocolos a las excepcionales circunstancias de la pandemia y participar personas no formadas, pero en 2023 los datos indican que se ha llegado a niveles prepandémicos.
De hecho, la mejora de la tasa se da en todas las infecciones monitorizadas y es independiente del tamaño o tipo de hospital.
Según el responsable del registro EVIN-HELICS, Francisco Álvarez-Lerma, "estos excelentes resultados demuestran la fortaleza de la red de vigilancia epidemiológica y la recuperación de las prácticas asistenciales segura tras la pandemia, basada en recomendaciones para prevenir infecciones asociadas a dispositivos invasores de las uci".
No obstante, desde la SeMicyuc subrayan que España fue el único país del entorno capaz de analizar de registro de infección nocosomial (infecciones adquiridas durante la estancia en el hospital), una muestra de la "implicación de los profesionales de medicina intensiva en la lucha contra las infecciones".