VALÈNCIA (VP). Los Business Angels no sólo aportan financiación sino también conocimientos, contactos y asesoramiento estratégico para impulsar el crecimiento de las empresas en las que invierten. La inversión de los Business Angels es una opción atractiva para emprendedores que buscan financiación, ya que suelen intervenir en etapas iniciales de las compañías que son las de mayor riesgo y las que suelen tener mayor dificultad en hallar financiación.
El business angel español es hombre, de mediana edad y con experiencia y conocimiento en el sector de la inversión y de las startups. El 82% de los business angels que han formado parte de esta encuesta son hombres mientras que el 18% son mujeres y el mayor porcentaje de este tipo de inversores se sitúa en la franja de edad entre los 45 y los 54 años. Tiene un perfil diferente al inversor común, predominan los perfiles con experiencia en proyectos emprendedores y/o en la alta gestión empresarial. Suknow-howy suexpertise para los nuevos emprendedores fortalece el ecosistema emprendedor. Casi la mitad de los encuestados, el 44%, habría desarrollado proyectos por cuenta propia y según se sustrae de la encuesta, los BAs no forman parte de la Administración Pública.
El 63% tiene un elevado conocimiento relacionado con las inversiones, lo que implica que tienen una comprensión sólida de las inversiones. En cuanto a su conocimiento en inversión en startups, el 53% posee un nivel alto de conocimiento incluyendo el manejo de términos como los pactos entre socios y los sectores regulados. De la encuesta deriva que el 39% señala tener un nivel medio.
El 82% de los Business Angels encuestados afirma pertenecer a alguna asociación de BAs. En cuanto a sus inversiones de preferencia, al margen de las startups, son activos muy líquidos, bolsa y fondos, que permiten balancear su cartera de inversiones dotándola de liquidez y diversificándose. Sólo el 4% de los BAs encuestados mantiene una posición extremadamente arriesgada, es decir que más del 50% de su cartera de inversión se halla en startups.
El 75% de los Business Angels indican que es agnóstico a la hora de invertir, sólo el 25% invierte en sectores específicos. En cuanto a los sectores, prácticamente la totalidad de los encuestados, se alinean con las tendencias del mercado siendo la IA la tecnología con mayor atracción de inversiones. Con un número muy inferior se encuentra el Big Data y el Machine Learning. En el lado opuesto de las tecnologías están los wearables, el metaversos y las tecnologías 5G. Al margen de las tecnologías, otros sectores sobre los que muestran interés a la hora de invertir son la ciberseguridad, healthtech, energía y agritech. Las previsiones de inversión para este 2024 se mantienen prudentes y con una tendencia a reducir los importes invertidos.
El 66% ha realizado inversiones conjuntas y la mayoría lo señala como experiencia positiva. En cuanto a las rondas de inversión, el 30% de los encuestados ha liderado o co-liderado una ronda, lo que denota su experiencia. El 42% aún no ha realizado ningún exit o desinversión y en cuanto a startups extinguidas, más de la mitad (56%) señala que ha experimentado la muerte de alguna participada y casi dos tercios asegura tener alguna startups zombi en su cartera, es decir, que su supervivencia está comprometida. Sin embargo, el 78% planea invertir en startups en los últimos 12 meses y tan solo el 8% señala que no tiene intención de invertir en el próximo año.
Con este perfil de los BAs de España, Bigban Annual Report concluye que el conjunto de este segmento inversor no está a la altura del riesgo que se asume a la hora de invertir en startups. Las cifras demuestran en opinión de Bigban Inversores Privados y ESIC, que es necesaria la profesionalización de la gestión de las inversiones, afectando directamente a los criterios de selección, al total de inversiones y al riesgo total. A la hora de incrementar su cartera, la legislación fiscal y la burocracia son los principales frenos para este inversor privado. Entre ellos existe una buena acogida de la Ley Startups pero mantienen que es una oportunidad perdida al no avanzar en otras materias como son los incentivos fiscales para personas jurídicas o una menor burocracia para canalizar el capital extranjero a las compañías españolas.
En resumen, el capital privado en España se enfrenta a importantes desafíos pero también a grandes oportunidades. La capacidad de adaptarse a las condiciones del mercado y construir nuevos modelos de negocio resulta vital para el futuro del sector.