VALÈNCIA (VP). El estudio realizado por la agencia de viajes SAÓ entre 2.665 personas residentes en España revela que el 78% no pagaría más por un viaje con valores sostenibles, pese a que el 70% se consideran viajeros y viajeras responsables.
El objetivo de este estudio, que se basa en una encuesta de diez preguntas, es comprender mejor el grado de conciencia de los clientes respecto a la necesidad de cambiar la manera de viajar, sembrando así algunas cuestiones capaces de provocar reflexiones que permitan cambios sociales en relación al turismo y las experiencias turísticas con valores sostenibles.
“La sostenibilidad es una urgencia. Necesitamos cambiar la manera de viajar” aseguran desde SAÓ Viajes Naturales, agencia especializada en la comercialización de experiencias con valores sostenibles, saludables, socialmente responsables o ecológicos.
Las personas encuestadas, con un perfil mayoritario de entre 35 y 55 años (67,6%), otorgan, sin ser la primera en la toma de decisión, una importancia relevante a los valores sostenibles de sus viajes, factor de decisión que se sitúa en tercera posición por detrás de la localización y la calidad de la experiencia.
Otra de las conclusiones que arroja el estudio es que la mayoría de las personas encuestadas vinculan las experiencias y viajes con valores sostenibles a los productos de ecoturismo y enoturismo principalmente, pero no parecen tener conciencia de la existencia de experiencias con valores sostenibles asociadas a otros productos como, por ejemplo, el cultural o el de sol y playa.
A pesar de que la sostenibilidad comienza a formar parte del proceso de toma de decisión, y a suponer una premisa fundamental en las estrategias turísticas de parte de las administraciones turísticas y de una parte importante del sector, el 78% de la demanda encuestada asegura que, en caso de tener que decidir entre dos propuestas de viaje, no pagaría un precio superior por consumir una experiencia turística con valores sostenibles. Un coste adicional que, sin embargo, ya está interiorizado en la compra de otros productos como por ejemplo los alimentos, la ropa o los coches eléctricos.
En el sector del turismo solo un 20% de los encuestados sería capaz de consumir experiencias con valores sostenibles pagando algo más por ello, a pesar de que el 71.6% se considera a sí mismo un turista con valores sostenibles.
Se plantea por tanto una de las principales cuestiones del estudio, ¿quién debe ser responsable de un turismo más sostenible? ¿los proveedores, la demanda o una corresponsabilidad entre ambas? Para minimizar los impactos de la actividad turística sería necesario llevar a cabo esfuerzos tanto por parte de la oferta como por parte de la demanda, tal como está sucediendo en otras actividades económicas, donde proveedores y consumidores asumen que producir de una manera más sostenible tiene en el corto y medio plazo un mayor coste económico.
Acerca del conocimiento de la existencia de opciones de viajes con valores sostenibles, más del 50% de las personas encuestadas considera que España cuenta con este tipo de experiencias, aun así, un 45% asegura que no sabría dónde localizarlas.
“Este resultado nos debe llevar a la reflexión sobre la necesidad de mejorar la manera de poner en mercado estas experiencias para poder dar respuesta a esa demanda”, apuntan desde SAÓ.
Ante la cuestión de la compensación de la huella de carbono, siendo otra de las estrategias que empresas y destinos están comenzando a trabajar, el 60% de las personas encuestadas asegura que nunca ha compensado la huella de carbono de su viaje, mientras que del 34% que sí lo ha hecho, el 20% lo hizo no tanto por una concienciación propia, si no por la propuesta de sus proveedores.
El estudio concluye evidenciando así la dificultad para conseguir un desarrollo turístico más sostenible sin la implicación de la demanda. Y plantea un gran interrogante: ¿sobre quién deben recaer los costes? ¿sobre los proveedores?, ¿o realmente hacerlo entre todos los componentes de la actividad, proveedores y consumidores como ocurre en el resto de las actividades económicas que están apostando por un cambio hacia un consumo más sostenible?