CASTELLÓ. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias avanza en las obras para mejorar el Corredor Cantábrico-Mediterráneo. En este sentido, tras acabar prácticamente la renovación de la vía -tal y como señalan fuentes de Adif-, en la actualidad las labores se centran en la construcción de apartaderos de 750 metros. Para ello, este fin de semana se implantan los desvíos en la estación de Barracas, la primera de las siete del recorrido de Sagunt a Zaragoza donde se han de llevar a cabo estos trabajos.
A la estación castellonense le seguirá la turolense de Puebla de Valverde -son las que tienen más avanzada su tramitación-, y a ambas las de Navajas (Castellón), Estivella (Valencia), Teruel, y Ferreruela y Cariñena (Zaragoza). El objetivo de la entidad pública dependiente del Ministerio de Transportes es que entre finales de este año y principios del próximo se hayan acabado estas labores constructivas. Acto seguido la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria deberá autorizar su puesta en marcha.
Esta se producirá, en un momento por definir, al mismo tiempo en todo su recorrido, ya que de otra forma los trenes de 750 metros tendrían más complicada su circulación, algo que por ejemplo todavía no pueden hacer en muchos tramos del Corredor Mediterráneo. Ahora la longitud máxima permitida de los convoyes entre Sagunt y Zaragoza es de unos 450 metros, al estilo del resto de zonas ferroviarias. De estos, a día de hoy circulan, de media, más de 25 trenes de mercancías a la semana, de los "cuatro semanales que teníamos en 2016", destaca el coordinador para el Corredor Cantábrico-Mediterráneo, Adán Piñero. El pico máximo fue "de 44 en 2020", señala Piñero, y si las fábricas de automóviles funcionaran con normalidad, la cifra actual podría rondar los 35, apuntan desde Adif.
Y cuando estén implantadas todas las mejoras previstas en el Corredor Cantábrico-Mediterráneo, la cifra puede rondar el centenar. Pero para ello todavía faltan muchas obras. Además de los apartaderos de 750 metros, se tiene que renovar el sistema de seguridad y telecomunicaciones para implantar el ERTMS (el proyecto todavía está en tramitación ambiental entre Sagunt y Teruel) y se debe electrificar la línea, una obra con un coste de 120 millones en este mismo recorrido y a la que también resta tramitación.
Todas las actuaciones incluidas en el plan director suman un total de 386 millones de euros, de los cuales Adif ya ha materializado "del entorno de 200", señala Piñero. Esto es lo que suma la obra ejecutada y licitada, por lo que todavía resta mucho por hacer. De momento, se han renovado alrededor de "180.000 traviesas" de las 188.000 que deben cambiarse en total. Además, también se ha renovado "40.000 metros cúbicos de balasto" y se ha actuado "en 200 estructuras o 20 taludes de trincheras", apunta el subdirector de Operaciones Este de la Red Convencional de Adif, Fernando Ugena.
En cuanto a la labor actual, las vías de apartado de 750 metros, "fundamentales para conseguir fondos de Europa", apunta Ugena, se van a implantar 29 desvíos en las siete estaciones. Estos desvíos "pesan 60 toneladas y tienen 40 metros de longitud", señala el responsable de Adif. En total, se implantarán 59 desvíos en todo el trazado de Sagunt a Zaragoza.
Para el futuro queda la posibilidad de convertir en vía doble el trazado en vía única, todavía en los pasos iniciales de la tramitación. Recientemente el Gobierno ha licitado la redacción del estudio informativo entre Sagunt y Teruel, mientras ya ha aprobado provisionalmente este documento de la capital turolense a Zaragoza.