IBI. De antigua fábrica de juguetes a museo de videojuegos. Ibi, que es casa del juguete por excelencia, vio en 2019 cómo la que fue Fábrica Rico se reconvertía en el Museo Arcade Vintage, un templo del videojuego del tardío siglo XX que se conjuga con los gráficos contemporáneos. Con la irrupción de la pandemia, estas instalaciones gamers tuvieron que cerrar y es ahora, más de un año después, cuando vuelven a abrir sus puertas. Para anunciar esta reapertura, esta semana se organizó un acto en el que estuvieron presentes el director del museo y presidente de la asociación Arcade Vintage, José María Litarte; el comisario, Eduardo Arancibia; el director del nuevo proyecto formativo del museo, Joaquín Litarte, y el alcalde de Ibi, Rafael Serralta.
Estos 15 meses de persiana bajada no han sido sinónimo de inoperatividad, pues han servido para reorientar Arcade Vintage. "Una de las principales novedades es que el museo va a ofrecer más que ocio, integrando la parte docente o educacional", cuenta el director en una conversación con Culturplaza. En este sentido, las instalaciones ahora también integrarán la academia del videojuego, donde entre semana se impartirán cursos en materia de programación de videojuegos, diseño e impresión 3D, Unity, robótica... "Todo relacionado con las nuevas tecnologías", puntualiza. "Queremos que la gente joven vea que hay salidas en este sector, que puede desarrollar conocimientos y habilidades en diseño de videojuegos, programación, etc. Hay grandes opciones en la industria del videojuego", asegura.
De esta manera, el museo seguirá siendo lúdico, pero con una fuerte apuesta por la faceta educativa. Los fines de semana también tendrán un matiz didáctico con charlas y talleres, actividades que ya se organizaban anteriormente, pero que ahora se pretenden potenciar. "Este sábado viene un desarrollador que presentó hace unas semanas un videojuego en el ámbito internacional; lo ha producido SEGA y es un remake de Alexx Kidd, de la consola Master System", desvela Litarte. El horario de apertura para los fines de semana será de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 20:00 h todos los sábados, así como los domingos durante julio y agosto.
Además de los cursos y charlas de profesionalización, el museo también ha avanzado en las nuevas tecnologías, con la integración de la visita virtual a través de la página web y el desarrollo de una app que ofrece, entre otras, funciones informativas: "Cada máquina lleva un código QR y, a través de la app, se puede escanear para conocer la explicación de cada una de ellas", cuenta el director, quien evidencia el trabajo de documentación realizado a lo largo de estos meses para implementar este servicio.
En la parte lúdica, se han añadido nuevas máquinas a la colección ya existente, contabilizando más de 100 máquinas arcade y más de 150 equipos de retroinformática (ordenadores y consolas de los años 70, 80 y 90). "Tenemos máquinas de 1969 que se pueden seguir usando. Hemos incluido varias de cuatro jugadores, con juegos de las Tortugas Ninja, Los Simpsons, El capitán comando... El juego cooperativo que ahora está tan de moda ya existía en los años 80 y 90: se jugaba en máquinas de cuatro jugadores, pero, en lugar de estar conectados a Internet y sin necesidad de compartir espacio físico, se jugaba uno al lado de otro", compara.
Además de máquinas de época, el museo no olvida los tiempos actuales, por lo que se han instalado seis ordenadores, creando una zona gaming de EA Sports para jugar, precisamente, a juegos colaborativos online (Fornite, LOL...), que va a estar operativa sábados y domingos. "El museo del videojuego tiene que tener todas las épocas. Nuestro gran atractivo son las máquinas de los años 70, 80 y 90, pero aquí vienen familias, niños y niñas a los que les causa impresión jugar como lo hacíamos antes, pero que también quieren jugar a los juegos de ahora. Tenemos consolas de última generación y ordenadores. Es el videojuego a nivel global", declara.
Todas estas consolas y juegos se reparten entre los 900 metros cuadrados de la fábrica gaming, que no es para nada un museo de "mírame y no me toques", sino todo lo contrario, fomentando así la eterna jugabilidad. "Todo se juega; es muy interactivo. Si hay alguna máquina en las vitrinas con la que alguien quiera jugar, se le instala. Somos el primer gran museo interactivo del videojuego de toda España". Para ello, el mantenimiento de sus activos más preciados es vital, por lo que el equipo de Arcade Vintage está constantemente arreglando máquinas, "porque son de hace 40 años y se estropean, ya que aún se juega con ellas; esto es un entretenimiento continuo", avala Litarte.