Ascer y Puig analizan las "decisiones" de la UE y el Gobierno que amenazan al azulejo

CASTELLÓ. La patronal azulejera Ascer ha aprovechado este martes la presencia en València de su presidente, Vicente Nomdedeu, y vicepresidente, Ismael García, para analizar con el president de la Generalitat, Ximo Puig, las amenazas que se ciernen sobre el sector. Uno de los temas de la cita ha sido, precisamente, la manifestación de interés sobre Futurcer, uno de los 20 proyectos con que la Comunitat pretende captar 5.500 millones de fondos europeos para la reactivación económica tras la covid. 

Pero el punto central de la cita ha sido la solicitud por parte de los dirigentes azulejeros del apoyo de la Generalitat para trabajar conjuntamente a nivel nacional y europeo con el fin de abordar de la mejor manera los retos que acechan a la principal industria castellonense. 

Entre estos se encuentran la reducción de emisiones decretada por la Comisión Europea para 2030, que ahora se debate elevar hasta el 60%. Y también el nuevo Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), una medida del Gobierno central que puede conllevar un impacto de 213 millones para el sector, lo que pondría en grave riesgo su viabilidad, tal como ha alertado Ascer y también su homóloga de las fritas y esmaltes, Anffecc.

El propio Puig reconoció, tras la reunión, que los dirigentes cerámicos le transmitieron su preocupación "por la evolución del mercado y por algunas decisiones de la Unión Europea y el Gobierno de España que ponen en peligro la competitividad del sector". En este sentido, el president reconoce la necesidad de que el azulejo, y el resto de actividades económicas, se adapten a la transición energética, "pero sin hacer inviable el sector cerámico y sin que pierda competitividad". 

Alianza con Emilia-Romagna

Para tratar de evitarlo, y en respuesta a la demanda de Ascer de apoyo por parte de la Generalitat para hacer oír su voz en Bruselas, el jefe del Consell indicó que se va a tratar de fraguar una alianza con la región italiana de Emilia-Romagna, donde se ubica el sector azulejero transalpino, "para exponer ante los ojos de la UE la importancia del sector cerámico".