Hoy es 8 de octubre
ALCOY. Que la emergencia sanitaria ha propiciado la creación de una industria estratégica, sí. Hablar de la aparición de un clúster textil sanitario es una realidad emergente. La capacidad de este sector para no perder el pulso desde que comenzó la crisis ha sido admirable. Y es que, a la llamada colectiva por parte de las asociaciones que conforman el CIE, Ateval y Texfor, solicitando a las empresas que informaran sobre sus capacidades productivas, disponibilidad de materias primas y recursos, una única respuesta: masiva. Somos más fuertes que nunca, pareció escucharse al unísono la voz de un textil que, aunque dolorido por la experiencia, ha demostrado, con creces, que está ahí, y que no se queda sin aliento.
Los argumentos se sustentan con números para su explicación más objetiva. Por ejemplo, el interés que ha mostrado el Ayuntamiento de Ontinyent -donde se ubica la sede de Ateval- para la inyección económica del clúster creciente. O bien, que de las 185 empresas que se pusieron al servicio del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo al principio de la pandemia, 105 eran valencianas, como avanza el secretario general de la patronal valenciana y española, José Serna. "Igual que se dice del sector textil hogar, ahora se puede hablar de textil sanitario, sí".
Por tanto, cerca de un centenar de industrias de la Comunitat, principalmente fuertes en tres comarcas, destacando la zona de la Vall d'Albaida, no quisieron esperar más a ver cómo asomaban las orejas al lobo. "La situación nos ha demostrado que no podemos estar sin una industria fuerte; las administraciones deben estar proactivas, ofrecer subsidios para inversiones, contar con una reserva estratégica, para que no vuelva a pasar lo que está ocurriendo", remarca.
Aunque todavía no hay un dato exacto de cuántas empresas han reconvertido de manera definitiva parte de su producto al textil sanitario, Ateval ha detectado esta "capacidad de acción" para reinventarse, cosa que celebra. "Hemos ido advirtiendo una reconversión real en las empresas, que van a hacer un cambio en parte de su producción", insiste. De hecho, muchas ya fabrican máquinas automáticas específicamente diseñadas para hacer mascarillas, y han adaptado sus instalaciones a las conocidas como salas blancas en una especialización cada vez mayor en el sector. "Se empezó con las donaciones, que estuvo bien, pero, poco a poco se han preocupado para que su producción fuera de mejor calidad", insiste y valora Serna.
La circunstancia que ha motivado por parte de la patronal textil valenciana el lanzamiento de un marketplace, que buscar ordenar toda esa amalgama de productos de primera necesidad, imprimiendo calidad a la solidaridad patente, además de unir de manera directa a proveedores y suministradores. "La vocación de este portal es esencialmente textil, pero va más allá", asegura Serna, ya que incluye materiales de primera necesidad fuera del textil.
Una plataforma que, por sus características, es pionera en España, recuerda, y que ha suscitado "mucho interés" en sus primeros días de vida. "Urge un mercado que se autorregule y que se clasifique en criterios de calidad, homologación y producto, a través de un control transparente, colaborativo y participativo de oferta y demanda", insiste el secretario general de Ateval. "Tendremos la versión en inglés, porque ahora el que urge es el mercado nacional", ha avanzado. "Será en poco tiempo y tendrá una continuidad, sí; esto ha venido para quedarse", reconoce el secretario de la patronal textil. "Como en el resto de ocasiones, las empresas competitivas serán las mejor paradas". La ley del libre mercado sigue, más que nunca, su curso.