la artista busca conectar con quienes compartan sus vivencias  

Beatriz Pascual Mon se autorretrata para mostrar una sociedad en crisis

19/02/2021 - 

CASTELLÓ. No son pocos los pintores que a lo largo de la historia han optado por convertirse en su propio objeto de retrato. Pintarse a sí mismos pintando era una manera de pasar a la posteridad haciendo, precisamente, aquello por lo que querían que se les recordase. Así lo hizo Velázquez en Las meninas o Gustave Coubert en El taller del pintor. Unas veces aparecían representados en un cuadro dentro del mismo cuadro, pero en otras el objeto escogido eran los espejos. Les fascinaba verse reflejados en él. ¿Y a quién no? Siglos y siglos después son muchos los artistas que encuentran en el autorretrato una vía de desahogo y de inspiración. Así le ha ocurrido a Beatriz Pascual Mon, quien después de mucho tiempo sin producir obra, ha decidido volver a hacerlo utilizándose a sí misma como material de trabajo. 

Cuenta la artista que hace tres años hizo un taller de fotografía a cargo del castellonense José Bravo. Había un capítulo dedicado al autorretrato y algo "resonó" en su interior. "Practico la fotografía desde hace mucho tiempo, pero entonces sentí la imperiosa necesidad de representarme. Necesitaba expresar mi mundo interior. Además del arte, me dedico a dar clases de Cultura Audiovisual e Imagen en un instituto de Vila-real y esto me ha quitado mucho tiempo. Tienes que tener una voluntad super férrea para sacar tu trabajo artístico adelante en las vacaciones y los fines de semana. Para mi era difícil hacerlo, por eso llevaba mucho tiempo con ganas de sacar esto. No me ha costado nada, era demasiada la necesidad", explica Pascual Mon, que trabaja en una obra que ha querido titular En mi (autobiografía en construcción).

Los autorretratos han cambiado con el tiempo. Además de por el soporte, hacerlos ya no es algo excepcional. Los selfies son lo que se lleva y la cantidad de autofotos que circulan cada segundo por la red son difíciles de controlar. Por eso, es tanta la moda que existe por retratarse que lo realmente complicado es encontrar en estos retratos un trabajo cuidado y diferenciado. El de Beatriz Pascual Mon lo es. Primero porque no se 'conforma' la artista con el formato a papel. Además de ir impresas, por su formación en escultura, les ha dotado de un soporte rígido hecho en vinilo o en cristal. Esto hace que sus obras adquieran luz y transparencia. Pero además de esto, en su trabajo no hay nada de narcisismo, la castellonense utiliza los selfies para conectar consigo misma pero también con quienes vean su obra.

"Con este proyecto tengo la intención de comunicarme mejor. Hay mucha búsqueda y liberación. Me considero una persona muy sensible e intuitiva, pero estoy trabajando para conocerme mejor y poder también mostrarlo. Lo interesante es poder encontrar a gente que tenga un sentir parecido al mío", señala. En sus creaciones hay mucho de la crisis interior por la que ha pasado Mon, pero también por la que pasan muchas más personas incapaces de compaginar sus pasiones con su vida laboral. Tras un tiempo sin producir, ha utilizado el arte para reflejar muchos momentos de catarsis. Una reflexión que transita por su vida personal pero también por la frustración de no haber podido explotar tanto como hubiera querido su práctica artística.

 

"En mi vida he pasado por muchas fases. Hubo un tiempo en el que también me dediqué a la performance. Trabajaba mucho con mi cuerpo porque hacía danza, pero no trabajaba en mi misma. Ahora lo que he hecho ha sido darle la vuelta a la cámara para que me enfoque a mi en lugar de a lo que estaba haciendo". 

Cuando el autorretrato se desprende del ego

No obstante, como decíamos, no busca la castellonense convertirse ella misma en el centro de todas sus preocupaciones y si alguna vez ha estado cerca de hacerlo, ha huido. "En el confinamiento producí muchas obras y estaba tan metida en mi mundo interior que no me estaba enterando de nada de la pandemia. Creaba y creaba hasta que me di cuenta de que estaba dando vueltas sobre mi misma. La pandemia es algo que va más allá de cualquiera. Así que tuve que asomarme a esa realidad", cuenta la artista. 

En consecuencia, las obras que produjo en aquellos meses fueron un paréntesis de En mi (autobiografía en construcción). Ante un contexto tan difícil como aquél, se vio la artista en la necesidad de cambiar algunos detalles respecto a la obra actual. "Hasta el momento solo estaba utilizando tonalidades en blanco y negro, pero decidí darles color. Quizá pasar al color era más cercano a la realidad, no nos alejaba tanto de ella. Aunque son tonos muy saturados y vibrantes."

A partir de aquí, como dice el título de su proyecto, su biografía continúa pendiente de construcción. No sabe la artista cuándo cerrará el ciclo, pero por el momento dice que "va para largo". Además, de un fotolibro en el que está trabajando, Pascual Mon tiene pendiente exponer sus piezas en la próxima edición del festival Imaginaria o en su propio estudio-taller, donde quien quiera puede acercarse con cita previa. "Es triste no inaugurar el trabajo como querría, pero si hay algo de lo que me he dado cuenta es que no hay nada que la pandemia no me permita hacer". 

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