BENIDORM. Cuando todo hacía presagiar que el problema más importante al que se tenía que enfrentar el Ayuntamiento de Benidorm era a las múltiples expropiaciones por el Vial Discotecas, al final lo que más está costando es que la Conselleria de Medio Ambiente emita la declaración de impacto ambiental para que se pueda iniciar la construcción. El Consistorio ha conseguido ponerse en contacto con los más de 40 propietarios de terrenos por los que pasará este enlace, no así con este estudio del que están pendientes.
Después de un año atascado en la Generalitat, la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, ya avisaba hace meses a este diario: lo "único" que está paralizado es este estudio. Imprescindible por otra parte para que el Consistorio pueda mover ficha y que el centro comercial de Benidorm llegue en los tiempos marcados.
La promotora del complejo ya inició el movimiento de tierras hace más de un año. Mismo periodo que llevan en esos trabajos sin poder avanzar en otros asuntos. Y los tiempos cada vez son más cortos, entre otras cosas, porque la mercantil anunció su apertura para 2020.
Esta última semana, el Ayuntamiento de Benidorm ya ha emitido un informe para que se lleve al Jurado de Expropiación Forzosa sus valoraciones sobre los terrenos por los que no han podido llegar a un acuerdo. Se trata de tres propiedades que no quisieron aceptar lo que se había acordado en el proyecto de expropiación, al mismo tiempo que el Ayuntamiento no ha querido aprobar sus peticiones económicas.
Como ya publicara este diario, los propietarios pedían 579.616,95 euros, 84.499,98 y 8.898,10 euros. Unas cifras que distan ampliamente de lo que se calculó por parte del Consistorio. Así, para la primera mencionada calculaba 4.421,85 euros, mientras que para las otras dos era de 2.583,1 y 127,34 euros.
Pero esto no es todo, también están a la espera de la aprobación definitiva por parte del Ministerio de Fomento de la del Plan Parcial 3/1 Industrial, con la que ajustan el programa del sector a los nuevos enlaces del polígono con la CV-70 y la carretera N-332.
Mientras todo esto se soluciona, la población vecina de Finestrat, que en su momento construyó el primer centro comercial de grandes dimensiones en la comarca, se ha armado comercialmente. El auge del municipio en los últimos años, que ha coincidido con el anuncio de que el complejo de Benidorm estaría más cerca de su construcción, ha servido para que Finestrat pueda mover a grandes marcas hasta su bulevar, hay que tener en cuenta que hasta allí se han instalado Conforama, Leroy Merlín, Gifi o Porcelanosa.
Un conglomerado de empresas que se lo ha puesto difícil a la ciudad de los rascacielos para competir a primera vista. La solución que se podría estar barajando según ha podido saber este diario, es conseguir que Primark se instale en el centro comercial de Benidorm.
Mientras tanto, los promotores y el Ayuntamiento están a la espera de los estudios que harán posible la licitación del acceso hasta el polígono, condición indispensable de Fomento para que se pueda construir el edificio.