CASTELLÓ. La Generalitat Valenciana se alinea con los municipios del litoral de Castellón para adelantar la apertura de los chiringuitos de playa. La dirección general de Puertos, Aeropuertos y Costas, dependiente de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, ha emitido un informe favorable para que los ayuntamientos dispongan de la autorización a partir del próximo lunes, 15 de junio.
No obstante, la decisión definitiva la debe tomar el Servicio Provincial de Costas, vinculado al Ministerio de Transición Ecológica, que examinará el documento en el momento en que verifique su recepción, presumiblemente por vía telemática.
En este escenario, la posibilidad de conceder finalmente el permiso no solo estará en función de la justificación autonómica. También se encontrará sometida a otras variables, esto es, a las valoraciones realizadas desde Capitanía Marítima, Turismo o Medio Ambiente. Si el expediente incorpora todas las memorias favorables, muy posiblemente la evaluación irá en la misma línea.
En el caso concreto de la capital de la Plana, existe un moderado optimismo. El equipo de gobierno cree que habrá una respuesta afirmativa por parte de Costas antes de acabar la semana. Otra cosa bien distinta es la inminente entrada en servicio de los merenderos, ya que su instalación requerirá de cierta logística y tiempo una vez cuenten con la licencia de explotación.
Castelló aspira a abrir cuatro locales en las playas del Gurugú y Pinar. Solo uno de ellos ha salido a concurso público, ya que a los demás se les prórroga automáticamente la concesión otorgada el año anterior de acuerdo con el pliego de las prescripciones administrativas y técnicas. Así, La Playa, Dharma y Solé Rototom montaron infraestructuras en 2019.
Según las bases, los chiringuitos tendrán que cumplir una serie de requisitos. Más allá de pagar un canon de 3.200 euros, deberán destinarse a la venta de refrescos y bebidas, en general, pudiendo incluir comidas en su variada oferta. Del mismo modo, se singularizarán por su carácter desmontable, de fácil transporte, ocupando una superficie máxima de 150 metros cuadrados, de los cuales 20 m2 serán cerrados y el resto abiertos.
En cuanto a las estructuras modulares, serán de madera sobre plataformas del mismo material desacoplable, que posibilite el apoyo sobre dados aislados. Los toldos, o sombrajes empleados para las zonas de terraza, serán de naturaleza ignífuga.
Los paramentos se compondrán de tableros marinos contrachapados o similar, para soportar las posibles inclemencias del tiempo. Cada merendero dispondrá, al menos, de dos servicios sanitarios adecuados para cada género (uno de ellos adaptado a discapacitados) que se limpiarán diariamente.
Con independencia de lo que al final resuelva Costas, lo que sí está claro es que la temporada para los chiringuitos comenzará seguro el 1 de julio y se alargará hasta el 30 de septiembre. Habitualmente el inicio se producía el 20 de mayo, pero la excepcionalidad por la covid-19 ha provocado un cambio de fechas este año.