CASTELLÓN. Este martes se celebra el Día Internacional de Internet Segura, que tiene el objetivo de promover un uso responsable y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre niños y jóvenes. Es un buen momento para reflexionar dentro de las familias, las consecuencias que un uso excesivo de las nuevas tecnologías puede tener en la salud de los niños.
Coincidiendo con esta fecha, el doctor Javier Miranda, jefe de la unidad de pediatría de los Hospitales Vithas Nisa Virgen del Consuelo y 9 de Octubre de Valencia y Rey Don Jaime de Castellón, explica que “es importante controlar tanto el tiempo de uso del móvil, la tableta o el PC como saber qué tipo de apps están utilizando los menores. Una de las primeras consecuencias del uso excesivo son las conductas aditivas que pueden generar y que se manifiestan mediante la agitación y la tristeza que les puede llevar en el peor de los casos a la depresión y ansiedad infantil, trastornos bipolares, psicosis y problemas de conducta que se traducen en un incremento de agresividad”.
El llamando insomnio tecnológico es una de las consecuencias del uso abusivo de las nuevas tecnologías. De hecho, ha aumentado el número de niños y adolescentes en las consultas médicas por este motivo en el Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón en un 22% en los últimos cinco años.
Tal como puntualiza la doctora Maribel Andrés, jefa de la unidad de neurofisiología del centro hospitalario, “la falta de sueño aumenta la irritabilidad y el fracaso escolar, pero no hay que olvidar las patologías que están comenzando a ser habituales por la falta de sueño como la hiperactividad, depresión e incluso obesidad”. “Además, muchos adolescentes están en sus habitaciones con la luz apagada y con el móvil en plena actividad, duermen poco, se levantan rápido para ir al colegio, comen mal y tienen un bajo rendimiento escolar por las alteraciones del sueño y déficit de atención”, agrega la doctora Andrés.
Otro punto importante a considerar, según exponen ambos especialistas, es que las pantallas iluminadas tienen mucho contenido de luz azul, algo que dificulta la conciliación del sueño. Tal como explica la doctora Andrés “ciertas células de la retina son muy sensibles a los tonos azulados y son precisamente las que influyen más en el ritmo de secreción de melatonina (hormona que regula nuestro reloj biológico)” y afirma que “en el caso de los adolescentes, al problema de las nuevas tecnologías se suma el denominado “retraso de fase”. Debido a los cambios hormonales, «a estas edades la melatonina se genera más tarde, por lo que de manera natural tardan más en dormirse, lo que se complica con el uso de las tecnologías»
Los niños interactúan menos entre sí, con su familia y con su entorno. La socialización cara a cara con otras personas y sin pantallas de por medio es fundamental en el desarrollo cognitivo de los niños ya que, en caso contrario, “se generan niños pasivos que no saben interactuar”, afirma el doctor Miranda.
Para prevenir estas situaciones, la educación, las normas y los límites son pilares fundamentales. Los expertos de Vithas destacan la necesidad de desarrollar una labor de información por parte de las familias, los colegios y los profesionales hacia los menores, explicando claramente las ventajas y los inconvenientes de las nuevas tecnologías.
El uso de las nuevas tecnologías ha fomentado el sedentarismo poblacional y, con él, el incremento de peso y las enfermedades derivadas de la obesidad, como la diabetes y problemas cardíacos o vasculares. “De hecho, el uso excesivo de las nuevas tecnologías durante los años preescolares está asociado con un pequeño pero significativo incremento en el índice de masa corporal”, concluye el doctor Javier Miranda.