ALCOY. La exministra de Ciencia con Zapatero y actualmente presidenta de la fundación para la innovación Cotec, Cristina Garmendia, destacó este jueves que "el 50% de la inversión en innovación que realizan las empresas españolas corresponde a las pequeñas y medianas" (pymes). A juicio de la experta, si las cifras globales de inversión en I+D+i en España son tan bajas es precisamente porque las grandes empresas no realizan el mismo esfuerzo inversor que las pequeñas.
Garmendia clausuró este jueves el foro 'Small & Medium Smart City Congress', que durante dos días ha reunido en Alcoy a políticos, empresarios y expertos en innovación para abordar el futuro de las TIC y su aplicación a la vida diaria de las ciudades. Junto a la presidenta de Cotec participaron en la clausura el alcalde de Alcoy, Toni Francés, el responsable de la Agencia Valenciana de la Innovación, Andrés García Reche, el vicerrector de la UPV, Eduardo Vendrell, y el director de la Escuela Politécnica de Alcoy, Juan Ignacio Torregrosa.
Tras firmar en el libro de oro de la Politécnica, Garmendia señaló en declaraciones a los medios de comunicación que "en el tránsito del presente al futuro, la dimensión municipal es clave", en alusión a la implicación de los municipios en la innovación. De hecho, la exministra recordó que fue bajo su mandato, en 2011, cuando se puso en marcha la red estatal de ciudades inteligentes (RECI), de la que hoy forman parte 81 ayuntamientos. Así, destacó que "son los equipos municipales los que están cerca de la ciudadanía", y que deben ser ellos los que realicen "propuestas adecuadas a su realidad" e impliquen a la población para que "hagan suyo el discurso" de la innovación.
En cuanto al sector privado, Garmendia admitió que "no invertimos lo suficiente a nivel macro, al analizar las grandes cifras no salimos bien parados, y se suele decir que es porque España es un país de pequeñas y medianas empresas". Sin embargo, "paradójicamente, al analizar el esfuerzo inversor, resulta que las pymes suponen el 50%. Eso supone que estas pymes españolas están liderando, a nivel europeo, el esfuerzo por competir". A su juicio, esta realidad supone una "oportunidad, ya que somos un país de pymes", pero al mismo tiempo esperó que "las grandes empresas traccionen de estas pequeñas". De hecho, como recordó luego durante la clausura, "España es número uno en retorno del Instrumento PYME de la Unión Europea", que financia proyectos innovadores.
Con todo, la inversión y las ayudas públicas nunca son suficientes "por definición". Un informe del grupo asesor para la UE al que pertenece Garmendia, formado por doce expertos de múltiples disciplinas, aconseja doblar la inversión en la materia en el ámbito de la Unión en los próximos años. "Nos jugamos la gobernanza global, marcar el rumbo y liderar el cambio". Asimismo, considera que hay que involucrar a la ciudadanía, y "comprometerla", y en esta tarea "las ciudades pequeñas y medianas pueden ser el modelo, porque la gente está más cercana".
"Estamos en un momento disruptivo y complejo, con la Inteligencia Artificial afectando al futuro del empleo", recordó Garmendia. "Es un cambio acelerado, y es definitivo. Hay que preparar a los ciudadanos". En este sentido, "la universidad es fundamental, los campus deberán estar cada vez más repartidos, porque a partir de ahora el modelo no será pasar unos años en la universidad, sino ir entrando y saliendo a lo largo de toda la vida", vaticinó. "Vamos a necesitar una formación continua", porque "nos harán falta ingenieros para avanzar rápido, pero también humanistas para avanzar mejor".
La exministra considera fundamental "humanizar el cambio tecnológico para no crear una brecha social", ya que "si el cambio no es humanista, será fuente de desigualdad". Así, recordó que el informe del Grupo de Alto Nivel sobre I+D al que pertenece ha concluido que "con la tecnología actual, la que existe ahora mismo en España, se pueden automatizar el 50% de las tareas" (no de los empleos). "Incluso los trabajos más 'intelectuales', como los de abogado o cirujano. Los algoritmos no se equivocan". Así, a su jucio "lo que no se puede sustituir son las emociones humanas y la empatía, la humanidad". De ahí que reclame una formación mixta en la que el humanismo y la tecnología se fundan. "Habrá que reformular las carreras, y cambiar los programas de estudios".
Como ejemplo, la exministra socialista relató que un fondo de inversión con sede en Japón "tiene un algortimo sentado en su comité de inversiones, y es el que más acierta". Tal como advirtió, "lo que está estandarizado es susceptible de mecanizarse".