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análisisap - falta solventar los candidatos de villena, orihuela y calp

Císcar completa el mapa electoral del PP de Alicante: el objetivo es ¿ganar o resistir?

30/09/2018 - 

ALICANTE. El Partido Popular sigue reposicionándose. El archivo de la causa de Pablo Casado en el Tribunal Supremo por el caso del máster ha sido un alivio para la mayoría. Pero mientras tanto, y pese al shock interno que supuso la victoria de Casado en la delegación oficialista de la Comunitat Valenciana, la actividad no se ha detenido. Mientras los populares se han visto en vueltos en polémicas o cuestiones internas -como la elección de compromisarios y votaciones-, la dirección del Partido Popular de Alicante, con José Ciscar a la cabeza -y secundada por Isabel Bonig- ha ido completando el mapa electoral, a veces sin aportar mucha renovación, pero como una muestra de dominio total del territorio, independientemente de lo que digan las encuestas. La cuestión es que el PP ya tiene casi ultimado el cartel electoral de las capitales de comarca y ciudades de más de 20.000 habitantes y llegará a la cita de 1 de diciembre con los deberes hechos. Siguen faltando patatas calientes, como Orihuela o Villena, pero al final Císcar ha tejido un red de alcaldables que en su mayoría son de su absoluta confianza. Con qué objetivo, ¿ganar o resistir? Ese es el dilema.

Está claro que eso se sabrá una vez celebradas las elecciones municipales de 2019, pero, a priori, la dirección provincial se asegura un amplio margen de confianza que puede aumentar con la confección de listas con el objetivo, por ejemplo, de situar peones en un futuro grupo parlamentario o en la Diputación de Alicante.

La renovación ha brillado por su ausencia. Apenas hay grandes fichajes ni una apuesta por la renovación. El PP de Alicante ha optado por el banquillo de la casa dando la sensación de que no hay mucho más elegir. El paradigma es la comarca de L'Alacantí: van a repetir los candidatos de Sant Joan (Manuel Aracil), El Campello (Juanjo Berenguer) y Mutxamel (Sebastián Cañadas, que es el actual alcalde). En San Vicente se ha optado por Óscar Lillo para la difícil tarea de sustituir a Luisa Pastor, no sin las críticas internas y alguna que otra dimisión. En Alicante capital, liderará la lista el alcalde Luis Barcala como ha vuelto a insistir este sábado José Císcar, aunque de todos es sabido que la dirección provincial, al menos hasta la recuperación del poder local, tenía otras preferencias.

Sólo Elche, con el casadista Pablo Ruz con el timón del partido y sobre el que hay consenso para lograr el asalto a la Alcaldía, supone un cambio importante, más allá de lo de Alicante, donde los acontecimientos ha situado a Barcala como líder de la lista.

Pero en el resto de comarcas, el patrón ha sido el mismo, a excepción de -muy- contadas ocasiones es la que ha optado por perfiles nuevos. En Elda, repite el sucesor de Adela Pedrosa, Fran Muñoz; Pepa Vilaplana en Petrer; en Torrevieja, Eduardo Dolón; en la Vila Joiosa, Jaume Lloret (ex alcalde); en Dénia, María Mut (actual portavoz); en Alcoy, todo hace indicar que el candidato podría ser Eduardo Tormo si persiste la idea de Rafa Miró de no repetir; Jesús Ballester en Altea; en Xàbia sí ha habido fichaje, Rosa Cardona, y en Calp, tras la renuncia de César Sánchez, las opciones pasan por Ana Perles (de Alternativa Popular, la escisión ripollista del PP) o Pilar Cabrera.

Quedan las patatas calientes de Orihuela -donde persiste la división interna, entre el alcalde y la dirección- y Villena, al margen de lo que pase en Alcoy o Calp. Pero todos los elegidos son personas de confianza de Císcar. A ello, se suma, que han comenzado a filtrarse nombres de futuros diputados provinciales o candidatos autonómicos que ya se posicionan, pese a estar todo en el aire: si el PP podría repetir en la institución, con quién lo hace de socio -se da por hecho que no habrá mayorías absolutas- y sin tener en cuenta la opinión de César Sánchez, que será candidato a presidir la Diputación. 

Algunas filtraciones, recogidas por el diario Información, ya sitúan al concejal teuladino Raúl Dalmau en el área de Presidencia de la Avenida de la Estación y a Carlos Castillo, actual titular de esa área, fuera de la institución, acomodado en la futura composición de las Cortes Valencianas, cuando su primera opción, si Soraya Sáenz de Santamaría lograba la presidencia, era ir en la lista al Parlamento europeo por la cuota valenciana. En definitiva, que el nerviosismo ha empezado antes de ahora; que la mayoría busca asegurarse el puesto sin saber lo que pasará en el futuro y sin explorar las mejores opciones para el partido con la aportación de nuevo talento o líderes que aporten frescura.

Curiosamente, Orihuela puede estar en esa situación: Génova no va a tolerar más disensiones públicas: o hay acuerdo en el que todas las partes estén de acuerdo, o habrá renovación total.

El control final lo tiene Génova. Va a controlar todo el proceso de elección. De momento, se exterioriza la confianza tanto hacia el equipo de Isabel Bonig como de José Císcar, pero van a fiscalizar todos los movimientos: hay gente de peso de la Comunitat Valenciana en Génova, que ya se deja ver en los actos, como ha ocurrido este fin de semana en Alicante. El próximo movimiento parece ser la confección del comité electoral autonómico, que debe comenzar a confeccionar la listas a las Cortes Valencianas. Y lo que parece claro es que Génova quiere un equipo con recorrido, tanto si se consigue gobernar como no. Y no que los nombres se subasten antes de hora o se reserven para resistir en el futuro. De ahí que el control será exhaustivo, incluso en los municipios más pequeños.

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