ALICANTE. El día 10 de noviembre la Sala Marea Rock hace una de esas apuestas totales por la calidad en la ciudad de Alicante, esta vez huyendo de propuestas más punks y rock urbano, más habituales en la sala, para tirar por grupos más virtuosos e imponentes. El viernes acogerán el post-rock de los madrileños Jardín de la Croix y la psicodelia y el space rock de los alicantinos Pyramidal. Uno de esos duetos que como ya hicieran algunos grupos metaleros de la Vega Baja, tienen la oportunidad de exhibirse en una sala de nítida acústica, ideal para saborear todas las aristas que ofrecen sendos grupos.
Si bien otros grupos en boga del post-rock patrio como Toundra —más ahora con el proyecto de Exquirla junto a Niño de Elche— son más de atmósferas densas y pesadas, Jardín de la Croix es un conjunto más técnico, más frenético, que expulsa sus decibelios en forma de temas largos, como manda el estilo, pero con ritmos más matemáticos, a veces incluso más cercanos al metal. Lo cual les da un toque bastante pesado, aunque eso no les impide apelar a melodías más cuidadas y emotivas, porque sí, ante la falta de secciones vocales, buenas son las secciones de viento y cuerda y guitarras que embelesan por los punteos que hacen.
En su libro de estilo también hay cambios de ritmo que recuerdan a formaciones internacionales de mucho peso como Pelican, pasando rápidamente de la contundencia a medios tempos en los que disfrutar de los detalles que se esconden entre sus afiladas guitarras: acordes evocadores, punteos propios de guitar hero, sonidos elocuentes… En su álbum del año pasado, Circadia, dieron buena cuenta del éxito y el reconocimiento del que han gozado merecidamente en los últimos tiempos.
Un grupo, por cierto, que también toca el progresivo, pero no tanto como sus acompañantes en la noche del viernes, Pyramidal, uno de esos conjuntos alicantinos que abogan también por estructuras sonoras mastodónticas, y que invocando a clásicos de los sesenta y los setenta, conjugan ese tempo acelerado que cada vez va desarrollándose y cerrando la cruadatura del círculo, como hace el progresivo, junto a atmósferas muy envolventes y gruesas, cosas del space rock. Si los primeros huelen a grupos actuales como Pelican, Pyramidal tienen en sus apuntes a auténticos gigantes como Hawkwind.
A su vez, es también una forma de apoyar el producto local, y seguir flipando con la calidad que rezuman algunos grupos de la provincia, como el caso de este cuarteto que está en esa difusa línea en la que convergen la psicodelia, el progresivo, el space rock o las improvisaciones al más puro estilo de jam de antro. Sin duda una apuesta segura, con un doblete conciertil de esos que le hacen a uno empequeñecer rápidamente. Porque el viernes se juntan dos buenos bárbaros en la sala Marea. Preparen los oídos.