ALICANTE. Entre la gran cantidad de cortos de calidad de se van a proyectar en la VI edición del Suspiria Fest de Sant Vicent del Raspeig, destaca un nombre de gran impacto mediático. El actor y director Eduardo Casanova (Madrid, 1991), conocido por su personaje de Fidel Martínez, el hijo del tendero Chema (Pepe Viyuela) en Aída, el exitoso spin off de Siete vidas, participa en el festival con su último trabajo como director, Lo siento mi amor, su noveno cortometraje, rodado justo después de su primer largometraje tras la cámara, Pieles, de 2017, un alegato rotundo y estéticamente intenso de las diferentes sexualidades, que arremetía de lleno contra los estereotipos de belleza y los cánones que la publicidad y la tradición han grabado a sangre y fuego en la sociedad contemporánea.
El pasado sábado en el Auditorio de Sant Vicent del Raspeig, precedido y seguido de una nutrida selección de la mejor cinematografía breve del género fantástico y de terror, se pudo visionar a Jackie Kennedy en plena crisis matrimonial, un corto producido por The Stoat y protagonizado por Sara Riviero, Javier Botet y algún que otro personaje de más allá de la estratosfera.
-El teaser de “Lo siento mi amor” va lanzando destellos de teorías conspiranoicas, estética camp, sexo, una producción detallista… ¿de qué va “Lo siento mi amor”?
-Hablar de qué va, cuando nos referimos a un cortometraje que, al final, es una pieza de 8, 9, 10 minutos, sería hacer como un spoiler muy grande. Es más fácil verlo que hacer una sinopsis. Pero mi intención al hacer “Lo siento mi amor” nace de una obsesión por personajes políticos de la Historia que siempre han estado rodeados por el secretismo, por la conspiranoia y por una historia que nos han contado y nos hemos tenido que creer, porque no teníamos otra información certera. Esto es una cosa que a mí me perturba muchísimo, lo que alguien, el mundo político, las altas esferas, nos hacen ver sobre cómo funciona nuestra sociedad, sobre las cosas que han pasado. Ya hablaba de eso en Pieles, cuando mostraba que había un industria que nos hacía creer en un modelo canónico de belleza. Creo que pasa igual con la historia de los Kennedy. Lo que ellos intentaron vender durante todo el tiempo es el sueño americano, la familia perfecta, la mujer cuidadosa, bien vestida, elegante, que mantenía la Casa Blanca limpia y cuidaba de su marido. Kennedy un hombre guapo y apuesto, el primer presidente de EEUU, después de la Segunda Guerra Mundial… todo era una imagen perfecta. Sin embargo, debajo de todo esto hay mil historias muy truculentas, como la relación de JFK con los sindicatos, con el que llevaba la prensa, el conocimiento previo de Jack Ruby, que fue el que mató a Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino del propio JFK, su historia con Marilyn, o la misma Jackie, mi personaje favorito. Pero a mí lo que más me interesa es la carrera espacial, que pone en marcha Kennedy, en competencia con la Unión Soviética.
-Su gran apuesta…
-Sí, sí, la CIA está separada del gobierno, que no puede saber lo que la agencia está investigando. Pero Kennedy intenta saber qué pasa en el Área 51, el lugar donde se encargan de buscar vida en otros planetas, en su obsesión por llegar a la luna antes que los soviéticos. Por cierto, igual que Lincoln, y por eso Lincoln también fue asesinado. Hay una historia concreta, que a mí me obsesiona: Kennedy sabía que existían extraterrestres, y el 23 de noviembre de 1961, dice esta teoría de la conspiración, iba a explicar al mundo, en el discurso que no llegó a dar, que existían los extraterrestres. Su discurso iba a empezar con estas palabras: “ciudadanos del mundo, no estamos solos”. Un discurso que iba a dar en Dallas, cerca de Roswell, donde está localizado el gran misterio del aterrizaje de una nave extraterreste, etc. Y justo en esa época se hablaba mucho de las infidelidades de la pareja, por parte de JFK con Marilyn, y por parte de Jackie con varios hombres. El caso es que Jackie llegó tarde a la comitiva que se dirigía a dar el discurso, sin razón aparente. Ese día, a las doce de la mañana, el presidente es asesinado. “Lo siento mi amor” trata de esa historia que no nos han contado. Dónde estaba Jackie Kennedy, y con quién, antes del asesinato de su marido. Cuenta una historia ficticia… o no.
-Pero con una estética muy particular.
-Claro, todo esto hecho desde mi punto de vista, desde mi lectura, mezclando todo esto con la América de los 60, la imagen de los extraterrestres de serie B, el camp y el kistch, que es la base de mi trabajo estético, y haciendo un anacronismo del que estoy muy contento, muy divertido, incluyendo como banda sonora Lo siento mi amor, de Rocío Jurado, una canción increíble que habla de una persona que dice “lo siento mi amor, ya me cansé de fingir, hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo”, una canción que en el corto canta en playback la propia Jackie Kennedy. El cine te permite crear un mundo paralelo donde todo esto sea posible.
-¿Por qué un corto y no un largometraje, o una serie?
-Bueno, yo tengo un proyecto desde hace mucho tiempo, del que he hablado otras veces, que se llama Matar al líder, una película que es como un despropósito comercial que asusta a la industria, que consiste en pequeñas historias conspiranóicas sobre líderes mundiales. Ya rodé una de ellas hace un tiempo, Fidel, sobre Fidel Castro, donde se retrata su última cena, una hamburguesa del Burger King, uniéndolo con esa estética camp de Andy Warhol, en ese cortometraje Warhol eating a hamburger, que es él mismo comiéndose una hamburguesa. Yo hice eso mismo, con Fidel Castro comiéndose una y después suicidándose. Mi proyecto es ir enlazando historias de diferentes personajes que a mí me interesan, después de su muerte, contando ese trasfondo que no nos han contado.
-8 minutos intensos, entonces.
-Tanto que hay una cosa que sí quiero trasmitir a todos aquellos que vean Lo siento mi amor. Está totalmente lleno de mensajes subliminales, al igual que Fidel. Animo a que el corto lo vean con detenimiento, porque está lleno de mensajes de todo tipo. Cada plano te está contando, tanto en la dirección de arte como en los gestos, cosas que enlazan un corto y otro. En Fidel, que se puede ver completo en mi web, hay una voz en off, muy sutil, casi imperceptible, que dice “Kennedy lo sabía”, enlazada con esa otra teoría conspirativa que dice que Castro sabía que iban a matar a JFK. En Lo siento mi amor se puede hacer este juego de ir identificando cada detalle y su significado oculto.