VALENCIA. El paro sigue encabezando, con mucha diferencia, la lista de los problemas que más preocupan a los españoles. Al menos así lo manifestaron el 78,4% de los consultados en el barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) del pasado mes de abril. Personalmente afectados por el problema se declararon un 34,3% pero tan sólo un 3,6% refirió quejas relacionados con la calidad del empleo. Las lecturas, seguro, son varias, pero podría concluirse que a los españoles en este momento les preocupa más la falta de trabajo que las propiedades del mismo.
Al amparo de la circunstancia han surgido numerosas soluciones tecnológicas en forma de portales, plataformas o aplicaciones cuyo objetivo es conectar a profesionales con empresas o particulares que requieren de sus servicios. La industria es potente. “Entre portales de trabajo, consultoras de selección y Empresas de Trabajo Temporal (ETT) facturan al año cerca de 3.200 millones de euros en España y no parece que la curva vaya a decaer teniendo en cuenta que la movilidad y la rotación definen, cada vez más, el mercado laboral”, dice Javier Sánchez, CEO de Recruitery. Es entre estos grandes players donde pretenden abrirse un nicho las numerosas soluciones tecnológicas surgidas, primero como negocio, pero también para paliar un grave problema que, directa o indirectamente, afecta a todos.
“La tendencia es doble. Por un lado se tiende a desagregar la cadena de valor, esto es, surgiendo muchos players de nicho hiperespecializado y, por otra, ramificando el sector en las distintas áreas como formación, gestión de selección de personal, captación de candidatos…” explica Javier Sánchez.
La suya es una herramienta de selección especializada para trabajadores en puestos de cara al público, como dependientes, camareros, recepcionistas o azafatas un sector que, según los datos que baraja, “representa el 52% del empleo que se genera en España”. Semejante masa crítica ha permitido a Recruitery reunir en apenas 1 año y medio de vida a más de 250 empresas, 145.000 usuarios de toda España y proporcionar trabajo a 1.800 personas, aproximadamente. En esta, como en la mayoría de las plataformas, es el empresario quien paga a éxito tras cerrar una operación, pero se distinguen de otras el hecho de procurar durabilidad laboral de, al menos, un año. “No siempre se cumple pero trabajamos sólo con empresas que, en principio, estén interesadas en retener a los trabajadores”, explica Javier.
Distinta es la opción que ofrece WorkToday cuyaCEO, Marta Romero, habla de extrajobs en prácticamente todas las actividades económicas. Suelen ser trabajos esporádicos, sin visos de continuidad, porque han enfocado la plataforma a cubrir imprevistos en las empresas, como aumentos inesperados de demanda o cubrir bajas laborales cortas. En lugar de someter a los usuarios a un proceso de puja son ellos quienes van sugiriendo a los empresarios los candidatos que más se ajustan al perfil demandado atendiendo también a criterios de disponibilidad y proximidad.
“Nosotros nos esforzamos por poner en valor a los trabajadores-dice Marta Romero-y ayudarles en la medida de lo posible, aún sabiendo que la nuestra no es una solución definitiva. En todos los negocios tienes que ser ético pero, cuando hablamos de empleo, debes ser, además, hipersensible con la problemática porque hay personas que lo están pasando realmente mal”. En poco más de un año de recorrido, Worktodayapp acumula 80.000 candidatos y 3.500 clientes empresas y, aunque entre sus usuarios tienen de todo, predominan los perfiles jóvenes- hasta 35 años- y con supremacía del género femenino (un 60/40). Destacar también a su favor que una de las condiciones impuestas a los empresarios es el pago mínimo de 8€ la hora.
Por otro lado, lo que ofrece Jobin es lo que podríamos llamar “profesionales manitas” entrando en esta categorización desde fontaneros y electricistas hasta informáticos. Su CEO, Jorge Olivares, habla de más de 3 millones de profesionales en España que ofrecen servicios de reparación para el hogar. A todos los interesados en figurar en su app les exigen trabajar en régimen de autónomos y ofrecen a los clientes finales, un servicio de inmediatez, cercanía y confianza cualidad, esta última, que recae en las valoraciones realizadas por usuarios previos del servicio, lo que se conoce como review.
Se han recogido 3 ejemplos pero hay muchos más, tanto para profesionales menos cualificados como para los de alto nivel, es tal la proliferación de soluciones similares que algunos de los que se mueven en el sector empiezan ya a hablar de canibalización. Suele proceder ésta no de los grandes players aludidos al principio sino de otras startups ya en la categoría winner que compiten con clara ventaja económica y reputacional con otras emergentes que se van quedando por el camino.
A Javier Sánchez no parece preocuparle excesivamente la amenaza porque está convencido de que será el aprovechamiento de la Inteligencia Artificial y el Big Data lo que dará con la disrupción definitiva en el sector y que la convivencia será pacífica entre los que logren sobrevivir. Claro que para atraer candidatos “habrá que procurar empleo de calidad, sin comillas ni matices”, aclara Javier.
Y aunque está claro que la adhesión a estos marketplaces laborales es voluntaria y que quien se suma a ellos es porque ve algún interés, hay algunos aspectos que convendría analizar antes de sumarse a una u otra solución.
Lo primero sería comprobar si se basa en un sistema de pujas. En este caso son los propios candidatos quienes rivalizan entre sí para obtener el encargo ganando, muchas veces, quienes compiten a la baja y no los mejores profesionales. Recordar también que no todas las plataformas verifican la cualificación de sus candidatos.
En cuanto al procedimiento de los reviews los propulsores de estos negocios se defienden diciendo que son muchos los sectores que se valen de él, como la restauración o buena parte de la economía colaborativa. Apoyar la confianza en la reputación online es un valor añadido relativo puesto que la subjetividad juega un papel importante pero, en caso de empleo, podría volverse además en contra del profesional abaratando el coste o, incluso, renunciando al cobro final con tal de conservar las estrellas.
Asimismo, como en cualquier otra relación laboral, podrían surgir conflictos entre las partes. En este punto sería interesante comprobar que la solución cuenta con un servicio jurídico de mediación uotra solución de arbitraje.
Finalmente, conviene consultar la forma de pago. Muchas de estas plataformas utilizan un procedimiento de pago escrow(depósito) de manera que el contratante adelanta la cantidad acordada a la plataforma y esta retiene el pago al profesional hasta que el cliente no emite el visto bueno por el servicio recibido. Este es un sistema que suele dar tranquilidad a ambas partes, al profesional porque sabe que va a cobrar lo pactado y al contratante porque se asegura de un servicio, de una calidad y de que no va a perder su dinero.