CASTELLÓ. El sector azulejero ve, por vez primera, como a partir de este jueves 1 de octubre se atienden sus reivindicaciones en lo que se refiere al coste gasístico, de los mayores en su cuenta de resultados. Lo hace con la entrada en vigor de la Resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, publicada el pasado sábado, que rebaja el cálculo de los peajes de regasificación entre un 2 y un 15% en función de diferentes factores.
"Es un hito importante, hasta ahora nunca habían bajado los peajes", destaca la responsable de Asuntos Industriales de Ascer, Alejandra Miralles, pero tanto ella como su homóloga de Medio Ambiente, Victoria Zaera, rebajan el optimismo. Y es que, dado que los peajes solo suponen entre un 12 y un 15% de la factura del gas, la rebaja que obtendrán las industrias azulejeras se moverá "entre 1 y 7 millones; y estará más cerca del 1 que del 7", aseguran ambas.
Y es que los peajes suponen unos 50 millones de euros de entre los 380 que el año pasado pagaron los fabricantes de revestimientos y baldosas por el gas que consumieron para fabricar sus productos. Más importante será a buen seguro la repercusión para la industria de fabricación de fritas, esmaltes y colorificios cerámicos, cuya patronal Anffecc tiene previsto hacer balance de la medida tras la entrada en vigor este mismo jueves.
La rebaja en los peajes del gas se produce después de una tramitación que se remonta varios años y que siempre ha contado con la oposición de las industrias energéticas. De hecho, no han sido pocos los titubeos de la CNMC hasta concretar una resolución, que publicó el Boletín Oficial del Estado el pasado sábado, mucho más conservadora que las propuestas de las que partía.
Tanto es así que, aunque inicialmente estaba previsto que la revisión de los peajes entrara en vigor el pasado 1 de enero, finalmente lo hará nueve meses después. Y se trata de una revisión provisional, que durante el próximo año analizará Competencia, que volverá a dictaminar una nueva orden el 1 de octubre de 2021.
En este sentido, ahora la CNMC tan solo ha revisado una parte de los peajes, los que se refieren a los costes de regasificación (las plantas y las redes hasta ellas), mientras ha dejado sin evaluar los peajes de las redes de distribución. Dado que la mayoría de estas infraestructuras están "sobreamortizadas", Miralles y Zaera esperan que las rebajas aumenten "de manera generalizada", ya que al incluir diferentes aspectos (como la cantidad de gas consumida o el método de abastecimiento) las diferencias entre las industrias consumidoras serán notables.
Las revisiones continuarán en años posteriores. No en vano, Competencia tiene previsto recalcular hasta 2026 los cambios en la retribución de las compañías energéticas y el cálculo de los peajes. De ahí la importancia de la medida que entra en vigor hoy: "Hemos abierto una senda; es un principio hacia unos peajes en línea con los que hay en Europa, que nos deben permitir ser más competitivos", destaca Zaera.
Otra cosa es que, cuando llegue la rebaja definitiva, Europa grave sobremanera el consumo de gas, de forma que la industria azulejera deba haber encontrado otro combustible del que abastecerse.
